—¿Cómo está tu hermana? —preguntó Nicklaus de repente, haciendo que Tiana se volviera hacia él sorprendida. Esta era la primera vez que preguntaba por Gwen.
—Oh, Gwen, ella está bien, está en Nueva York, practicando para ser maquilladora.
—Mm... —asintió Nicklaus—. Después de un momento, dijo:
—La conocí una vez, uno de los días que te esperé en tu casa.
Los ojos de Tiana se abrieron de par en par, ¿en serio? Gwen no le había dicho nada sobre haberlo conocido. Se quedó bastante atónita cuando él dijo eso:
—Sí, me dijo que ya no querías verme más y que no debería volver a buscarte, intenté hablar con ella, pero ni siquiera quiso escucharme.
—Haha —se rió Tiana—. Solo estaba siendo protectora conmigo, así es Gwen.
—Está bien —se rió Nicklaus—. Me gustaría conocerla, ¿cuándo volverá?
—Um, por esta época el próximo año, pero si tenemos nuestra boda antes de eso, seguramente volverá.
—Está bien.
Tres semanas después...