—¿En qué estás pensando? —La voz de Michael la sacó de sus pensamientos y ella parpadeó.
—Nada, solo me preguntaba…
—¿Qué?
—Esas mujeres, ¿no se enamoraron de ti en algún momento?
Michael soltó una carcajada. —Era solo sexo; sabíamos a lo que íbamos. Ni siquiera nos permitíamos estar tan apegados como para tener sentimientos.
—¿Nunca te gustó ninguna de ellas?
Ella estaba sorprendida, de acostarse realmente con alguien un sinfín de veces y no tener ningún sentimiento.
—¿Por qué me acostaría con alguien que no me gusta? Realmente me gustaban, eran buenas amigas y tenían cuerpos atractivos, pero no estaba enamorado de ellas, era solo sexo.
—Vaya, interesante —Diana se rió, sintiéndose un poco abrumada por la conversación.
Tal vez así era él con todas las mujeres, amable y atento, y super atento, no significaba que le gustaras de esa manera. Realmente debería ordenar sus pensamientos. Lo último que quería era volver al agujero del que acababa de salir.