—Eltanin rompió el sello y abrió el testamento. Cuando leyó el contenido, sus ojos se abrieron de par en par —Pero esto es.
—Kinshra colocó su mano sobre la de él y dijo —Este es el deseo de Biham. Por favor, no se lo niegues. Sé que no le gustaría si lo rechazas.
—Tania miraba a Eltanin con curiosidad y agonía mezcladas —¿Qué es, Elty? —preguntó.
—Eltanin bajó su rostro para mirar el pergamino y luego se lo entregó a ella. Con una voz ronca, dijo —Léelo.
—Tania lo abrió y empezó a leer y a medida que lo leía, sus ojos se humedecieron. Con una suave sonrisa impregnada de afecto, dijo —Padre confiaba mucho en ti... —Colocó el pergamino junto a ella y abrazó a su madre —Es mucho lo que quieres dar.
—Kinshra le dio palmaditas en la espalda y luego la acarició —Es todo lo que tenemos y sé que estará en las manos adecuadas.