Por alguna razón, la villa entera estaba llena de un aire de intenciones asesinas.
Fu Shiqin hizo una llamada instantáneamente a Fu Shiyi y dijo con voz baja:
—¿Qué te pasa? ¿Por qué empezaste el chat en el grupo?
Fu Shiyi dijo:
—Mi vida es muy importante, así que he decidido no ir a casa después de la filmación. Hermano, cuídate.
—¡Tercer Hermano! ¡Tú lo empezaste! —bramó furioso Fu Shiqin.
Eran gemelos, pero él era el que trabajaba de día y de noche en la compañía mientras su hermano estaba en la industria del entretenimiento siendo una superestrella, viviendo una vida relajada.
—Pero eso era lo que tú también pensabas, ¿no es así? —dijo Fu Shiyi cuando pensó en aquel hermano suyo tan lamentable.
—¿Qué tal si le haces la pelota a nuestra futura cuñada? Si a nuestro hermano realmente le gusta, ella es la única que puede salvarte.
—¡Quieres que sea el chivo expiatorio otra vez!
—¡Segundo Hermano, a luchar!