Jiang Xun: "..."
—Vaya, la CEO Qin es más despiadada.
Sin embargo, aún quería seguir acumulando puntos de mérito de los antis.
Mufeng directamente demandaría a los antis. Además, probablemente no los eximiría de compensación solo porque dijeran unas cuantas palabras llorando en el tribunal.
Con la despiadadez de Mufeng, definitivamente podría demandar a los antis hasta el punto de que se extinguirían y nadie se atrevería a difamarla en el futuro.
Entonces, ¿dónde iría a ganar puntos de mérito?
Jiang Xun se apresuró a persuadirlo. «Realmente no tenemos que preocuparnos por ellos. Solo permite que sigan aferrándose a la esperanza y esperen, pero nunca conseguirán lo que quieren. ¿Qué tan desesperante sería eso?»
Después de la persuasión de Jiang Xun, Mufeng sintió que tenía sentido.
«Claro, cuando nos casemos, haremos que los antis se sientan desesperados.»
Había estado preocupado de que Jiang Xun se viera afectada por estos comentarios y estuviera infeliz.
