Lu Qi tiró de Xia Qingyang. —Mamá, ¿a dónde vas?
—¡Por supuesto que voy a la casa de Xia Qingwei! —La cara de Xia Qingyang era feroz y maliciosa—. Esa p*rra, aún sigue intentando seducir hombres a su edad. ¡Nunca la perdonaré!
—¡Mamá! —Lu Qi estaba furiosa y jalo a Xia Qingyang de regreso—. ¡Deja de armar tanto escándalo!
—¿Yo? ¿Armando un escándalo? ¿Hasta tú dices que estoy armando un escándalo? Tu padre está a punto de ser seducido y robado por esa p*rra, ¡y tú ni siquiera sabes ayudarme! ¿Sabes por qué tu padre ha estado tan molesto conmigo últimamente? ¿No es porque sigo insistiéndole que te ayude? ¡Hice todo por tu bien y ahora tú me regañas!