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En la entrada del Centro Comercial Mil Tesoros...
Cuando el gerente del centro comercial escuchó las instrucciones de Duan Linbai, sacó su teléfono y llamó al capitán de seguridad. Todavía se sentía inquieto y se preguntaba si debería informar al jefe.
—¿Retenerlos y darles una paliza?
—¿Y si pasa algo?
—El Jefe Pequeño es inherentemente una persona imprudente, pero no puedo dejar que haga algo mal por impulso.
Mientras dudaba, vio un coche negro acercarse a gran velocidad desde el rabillo del ojo.
La capital estaba seca y había mucha arena en el viento. Con el coche acelerando, causaba que la arena volara por todas partes. El coche era como una afilada flecha negra, rompiendo el viento y yendo directamente hacia ellos.
Antes de que el coche se detuviera, vio a una persona abrir la puerta y salir del coche. Sus dedos temblaban, y su teléfono casi se cae al suelo.
—¿Por qué está aquí el Tercer Maestro Fu?