Dentro de la sala de reuniones...
Reinaba un silencio sepulcral. La gran pantalla del proyector mostraba un informe de un cierto ejecutivo. La sala estaba oscura, y la cara de Fu Chen se tornaba cada vez más sombría y fría. Todos contuvieron la respiración y observaron cuidadosamente los cambios en su humor.
Fu Chen agarraba su teléfono con fuerza. El grito hizo que su corazón temblara.
Poco después, un sonido estridente de algo golpeando contra algo resonó, y la llamada terminó abruptamente...
Al ver algo extraño en la expresión de Fu Chen, Shi Fang se apresuró a encender las luces.
La expresión de Fu Chen era solemne, y sus ojos desolados y fríos. Sin decir una palabra, se levantó y salió.
—Vicepresidente Sun, por favor continúe presidiendo la reunión y organice un informe para mí más tarde —Shi Fang apresuradamente siguió a Fu Chen.
Todos se miraron entre sí con expresiones desconcertadas.