La señora Walton se quedó en el hospital durante tres días. Bajo el cuidado de Amelia, estaba aún más enérgica.
Ese día, Ryan vino a buscar a Alex por algo. Después de la conversación, se sentó al lado y jugueteó con su teléfono celular. Se había ocupado de todas las cámaras de vigilancia y los videos relacionados con la fuerza de la señorita Amelia.
Amelia se sentó en el sofá sin preocupaciones y vio televisión. Luego, levantó su pequeña mano. —Tío Ryan, ya no quiero ver esto. Quiero ver dibujos animados. ¿Puedes cambiarlo por mí?
—¡Vale! —Ryan corrió con una sonrisa y cambió el canal de Amelia.
Amelia se levantó del sofá y golpeó el hombro de Ryan con todas sus fuerzas. —Gracias, tío Ryan. ¡Te deseo un ascenso y una esposa!