—Papá... Papá...
El corazón de Jorge se sobresaltó. Miró a su hijo que de repente se había vuelto estúpido... ¿Era su imaginación? ¿Por qué se había vuelto repentinamente estúpido?
Jorge frunció el ceño, preguntándose si William había estado sonámbulo justo ahora. La generación más vieja decía que no podías llamar a alguien por su nombre cuando estaba sonámbulo, o te volverías estúpido. ¿Podría ser eso cierto?
William levantó la mano y se lanzó sobre Jorge. Lágrimas, mocos y saliva se mezclaron. Incluso tartamudeó —Papá... Ah...
—...
Amelia se frotó los ojos y abrió la puerta. Lo primero que vio fue a William, que de repente no podía hablar. Todavía estaba medio dormida y su voz era somnolienta —Hermano, ¿qué te pasa?
William inmediatamente se volvió hacia Amelia —Ah... Ah...