Jorge Walton sacó una tarjeta —Te compensaré cien veces por las tazas de café rotas.
Eran solo unas cuantas tazas de café. Esa pequeña cantidad de dinero no era dinero.
La mirada del camarero se posó en Ashley Sheen —Esta señora es...
Jorge Walton dijo —¿Quieres meterte en rencillas personales?
El camarero rápidamente sacudió la cabeza y dio un paso atrás para cerrar la puerta —Lamento molestar.
Amelia miró a Jorge Walton con admiración y lo elogió —Tío, ¡eres el mejor!