Capítulo 1: Mundo cruel
El mundo en realidad es espléndido, pero los humanos arruinan su belleza.
"Ah....ah....ah....."Suspiro tras suspiro salían de un callejón una noche del 15 de abril.
"Porque..."
Un suspiro ahogado salió del agonizante cuerpo del muchacho tirado sobre unas bolsas de basura, y mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, se hablaba a sí mismo.
"Yó.....estoy muriendo..?" "No quiero morir....no estoy listo para dejar ir todo mi esfuerzo así..." El arrepentimiento golpeaba la poca voluntad que tenia, y apretando ambas manos, las dudas invadian su cabeza, ¿Cómo es que llegamos a esto?
.
.... 1 año antes... Siendo aproximadamente las 4 am de la mañana en la ciudad de los Ángeles California, ubicada en los estados unidos de América, el panorama se ve prometedor para cada uno de los habitantes de aquella ciudad tan grande y majestuosa.El amanecer se veía muy lejano todavía mientras que miles de personas permanecían durmiendo en sus plácidas camas, en lo que otras pocas se preparaban para empezar su día de la mejor manera posible, siendo uno de estos un joven de 18 años el cual se encontraba organizando sus materiales escolares para su primer día en la preparatoria.
~Bien, con esto debería ser suficiente para tener un excelente primer día de preparatoria~
Suspirando pesadamente el muchacho se movilizaba por el pequeño cuarto que tenia, siendo el lugar al que podia llamarse hogar, su tamaño no le importaba.
Mientras se encaminaba dispuesto a entrar al diminuto baño que tenía para realizar su aseo personal, se le vino a la mente una serie de dudas.
Perspectiva de Alex:
Mi nombre es Alexander Collen, y soy un futuro estudiante de neurocirugia. Se querá extraño que alguien tan joven se encuentre en un apartamento tan claustrofóbico, y completamente solo, pero esto no era más que la lamentable realidad que viven millones de adolescentes en estos días.
Pero la razón tras mi situación actual no es una muy habitual. Se podría pensar que mi vida es producto del deseo de independencia que tenemos los jóvenes al alcanzar la mayoría de edad, pero...No importa, la verdad es que mi verdadero deseo nunca fue terminar así, con una vida tan solitaria.
A mi corta edad, mis padres murieron. Aú cuando esto sucedió hace ya muchos años, el dolor perdura. Esto sucedio mientras se encontraban dirigiéndose a la casa de mis abuelos, fueron sorprendidos por 2 asaltantes a mano armada dispuesta a tomar cada centavo que tenían en ese momento, pero para su desgracia mis padres no llevaban nada realmente de valor, causando la inexplicable ira de uno de los delincuentes, cosa que terminó llevándolo a presionar el gatillo y acabar con la vida de mi madre.
Al presenciar tal acto, mi padre intentó golpear al culpable, pero fue detenido en tal solo un segundo por una bala dirigida a su pecho, siendo la responsable de terminar con su vida en tan solo un instante. Mientras el desvivido cuerpo de mi padre caía al suelo sin rastro de estar respirando, ambos delincuentes salieron corriendo lo más rápido que pudieron, y no importo lo mucho que se exigió la captura inmediata de los asesinos, ellos nunca fueron aprendidos hasta el día de hoy. .
Todo esto se sabe gracias a las cámaras de seguridad ubicadas en la escena del crimen, las cuales fueron lo único útil. En las imágenes se podia ver un peculiar tatuaje de serpiente negra impregnada en el cuello de uno de los asesinos, pero lamentablemente hasta ahí quedó la utilidad de las cámaras, pues aparentemente las demás grabaciones habían sido extraviadas por los encargados.
Siendo sincero, era obvio lo que había pasado, pero sin las pruebas suficientes para desenmascarar a los desvergonzados, y sin el dinero necesario para permanecer debatiendo el caso con un abogado, Nuestro caso fue cerrado como incompleto, y las investigaciones llegaron a su fin tan sólo 2 semanas después de la tragedia.
La verdad es, que ya nada de eso importa. Si es verdad que al principio recibi el cambio de la peor manera, a día de hoy no me afecta tanto.
Terminando de bañarme me movilise frente a mi armario, del cual saqué las mejores prendas que tenía. Tras cambiarme a toda prisa, y con la mente más despierta que nunca gracias al agua fría, mire de reojo mi reloj, percatandome de la hora: ¨Casi las 5 am de la mañana...¨ Tal vistaso me lleno de pánico, por lo cual salí del edificio en busca de alguna tienda abierta para poder comprar algo de comida para mi desayuno.
Siendo honesto no contaba con mucho dinero, pues en mis bolsillos solo teniendo lo suficiente como para subsistir, mientras que mis tíos me apoyaban pagando mis estudios y mis abuelos me brindaban parte del dinero que se les daba por su pensión. No hace falta decir lo vergonzoso que es tener que sacarle dinero a tus abuelos, pero era algo que debía hacer.
Vivía una vida escasa de lujos a comparación de muchos jóvenes de mi edad, pero siendo sincero no tenía nada por que quejarme, porque la verdad, al mirar atrás, me doy cuenta de que podría haber estado mucho peor si es que no hubiera tenido apoyo. de mis familiares.
Talvez ahora me encontraría viviendo bajo un puente, rogando por limosnas cada noche en los barrios peligrosos de la ciudad.
El pensar en esa posibilidad, pone sobre mi hombro una enorme carga.
De alguna manera mi familia se las han arreglado para ayudar a su despavorido muchacho huérfano, aun con sus propios problemas y deudas, no me han dejado solo.
En ese aspecto, me encuentro muy agradecido con cada uno de ellos, y se los hago saber empeñandome en los estudios que me han proporcionado.
Desde hace algunos años me había prometido el devolverles el favor algún día, y convirtiéndome en una persona de éxito podría pagarles cada centavo que invirtieron en mi durante tantos años, pero por el momento mi preocupación principal es otra.
En el corto transcurso que paso desde que sali de mi apartamento, y llegado a notar hace algunos segundos la presencia de una persona que sospechosamente no a dejado de seguirme desde que sali de mi apartamento.
Al principio pensé que sería una persona normal en busca de algo en particular, pero nunca pensé que lo que buscaba era mi dinero.
Permanecí calmado durante todo este tiempo por el simple hecho de la mala situación en la que me encontraba, siendo franco conmigo mismo, si se me ocurriera salir corriendo la probabilidad de que el hombre tenga un arma de fuego y me diera un tiro directo en la cabeza era muy alta, después de todo era simple para alguien conseguir un permiso falsifica del control de armas de fuego si es que tenias los contactos correctos y la suficiente cantidad de dinero.
Luego estaba la opción de encarar al hombre, corriendo el riesgo de ser acuchillado apenas gire la cabeza unos 90 grados.
Como había dicho anteriormente, me encontré en una situación realmente muy mala. Teniendo en cuenta mis escasas opciones, si quería salir con vida de aquí tenia que seguir caminando hasta algún hospital o comisaría, si es que tenia la suerte de que mi asaltante sea lo suficientemente tonto como para permitirlo.
Gire disimuladamente mis ojos hacia atrás para percatarme de que el hombre se había quedado quieto, siendo el responsable de tal acción la llamada que había recibido.
A todo esto permanecí firme en la idea de seguir caminando como si nunca me hubiera percatado de su presencia, mientras que inconsciente mi mano derecha sostenía con fuerza el reloj que tenia en ese momento en mi muñeca izquierda. Mire de reojo mi brazo ya enrojecido por la fuerza que había ejercido, soltando con algo de dolor mi brazo, dejando a la vista de todos un artículo bastante valioso, pues, después de todo el reloj era el último recuerdo que tenía de mi padre.
El sostener de esa manera su reloj era ya algo que había heredado de él hace ya varios años, cosa que solo hacía cuando sentía mucha ansiedad ante circunstancias como estas.
Habiéndome alejado aproximadamente la distancia de 2 cuadras de aquel hombre, solté un gran suspiro, mientras tocaba ligeramente la zona en la cual se encontraba mi corazón. Vivir una experiencia tan cerca de la muerte no había sido fácil para mí, corriendo el riesgo de morir de la misma manera en la que murieron mis progenitores, tan solo pensarlo me hacía estragos las emociones.
Sin embargo, cabia la posibilidad de que todo el temor hubiera sido por nada, pues, tal vez había sido producto de mi propia imaginación, producto de un joven asustado, incapaz de controlar sus emociones.
Negue con la cabeza, mientras me daba pequeños golpeas a la cara con ambas manos.
No, no podía ser eso...¿Verdad?...Ese hombre ma había estado siguiendo por un buen rato, cualquiera en mi situación pensaria mal.
Mis pies nunca dejaron de caminar en dirección opuesta a la del posible asaltante, mientras intentaba tranquilizar el miedo que había estado ocultando hace unos instantes, perdiendome entre las calles de la inmensa ciudad, siendo aún las 5:15 am de la mañana.
Estando más tranquilo del suceso que había vivido anteriormente, me propuse a cumplir mi objetivo inicial en lo que me dirigió a una de las tiendas más cercanas.
Mi dieta diaria constaba de alimentos empaquetados o comida rápida, acompañada de agua pura para equilibrar el exceso de grasas saturadas, pues el querer comprar alimentos realmente sanos era un sueño muy lejano para alguien con mis ingresos mensuales.
Había tardado aproximadamente 20 minutos en conseguir mi comida, por lo cual ya me encontraba de camino a mi apartamento lo más rápido que mis piernas me permitían. Para cuando por fin llegue a mi residencia, entre apresurado, cosa que imite a la hora de comer, pues aún cuando había hecho lo más rápido posible todas mis actividades, la hora no se encontraba a mi favor, por lo que tuve que mantener a raya el tiempo que estaba tomando el comer antes de salir em dirección a mi preparatoria. Sin embargo al escucharse el fuerte sonido de una alarma de reloj, siendo especifico la alarma de mi reloj el cual marcaba que eran exactamente las 6 de la mañana, deje caer el tenedor que tenia entre los dedos, y salí disparado a la estación de autobuses .
¡Maldición, tan pronto son las seis!
Me queje para nadie en particular mientras la poca comida que alcanze a tragar se quedó atorada en mi garganta.
Acomodando rápidamente mi mochila en brazos, rogaba a los cielos el no llegar tarde el primer día de clases, y mientras recorría la ciudad a toda prisa, me puse a meditar un poco de lo que había pasado hace tan solo 1 hora atrás y la sensación tan agridulce que sentía aún ahora mientras la sensación de ser perseguido recorría mi cuerpo desde mi garganta hasta la punta de los dedos de mis pies.
Pero para mi buena suerte ese sentimiento no duro mucho mas cuando frente a mi me encontré con una de los autobuses que me llevarían a mi destino, por lo cual pague mi boleto y subí las escaleras del autobús para acto seguido sentarme en uno de los abundantes asientos vacíos que habían.
Supongo que a estas horas la gente ya no se molesta en tomar autobuses...
Pasados 20 minutos desde que el transporte tomo rumbo a su destino, vi con nerviosismo la entrada de la preparatoria, la cual para mi desgracia se encontraba cerrada, a la vez que era supervisada por dos guardias del lugar.
¨!Esta es mi parada¡¨ Dije en desespero al conductor que por instinto paro de manejar, permitiéndome salir corriendo en dirección al campus.
Después de convencer a los guardias del lugar, me encontré recorriendo los largos y desolados pasillos de la institución con el fin de encontrarme con mi salón de clases.
Pero mientras ya estaba a tan solo unos pasos más de mi salón me tope con un joven que se encontraba fuera del salón, el mismo sostenía su mochila con aparente desanimo en su mirada, a la par que murmuraba para sí mismo.
¨Al parecer no fui el único en llegar tarde el primer día.¨ Fue lo primero que le dije al joven frente a mi, el cual al escuchar mi voz gire rápidamente su cabeza en mi dirección. El lugar había quedado en un completo silencio por unos instantes, trayendo consigo una atmósfera mucho más pesada conforme pasaba cada segundo. Esto hubiera durado mucho más, si el joven no hubiera hablado. .
-Sí...eso parece.
Su voz era reflejo del estrés que cargaba, cosa que note de inmediato.
¨Entonces....dime ¿Por qué no has entrado al salón?¨ Pregunte mientras señalaba la puerta del aula.
Girando la mirada, el joven se quedó callado por unos segundos, hasta que con una voz gruñona respondio.
¨Lo haría si pudiera, pero lamentablemente ninguno de los dos podremos entrar hasta que llegue la hora de receso.¨
Permanecí mudo ante sus palabras.
Supongo que se trata de una broma de mal gusto, probablemente se reusa a entrar, o fue expulsado por algún idiota.
Fue lo primero que se me vino a la cabeza, mientra empezaba a avanzar en dirección a la puerta.
¨Es algo así como una de las normas de este lugar, lo vi en una de las pancartas colgadas en la entrada del lugar, seguramente tu los habrás visto ¿Verdad?¨
Fue en ese momento cuando quede petrificado tal estatua a tan solo centimentros de la puerta.
What
En respuesta el joven suspiro, mientras se masajeaba los ojos.
¨Lo que oíste, así que no se te ocurrirá entrar, podrías terminar mal parado frente a todos al no saber algo tan básico.¨
En eso, se me vino a la mente un sin número de reproches a mí mismo.
Maldita sea.
La verdad era que, me había encaminado en la idea de llegar lo antes posible al salón de clases, que no pare a revisar los carteles que estaban colgados al momento de llegar.
Viendo mi reacción, el joven chasqueo la lengua en sinonimo de enojo, mientras colocaba su mochila en su espalda.
¨Si que eres un cabeza hueca, como se te ocurre entrar a una preparatoria sin antes conocer a lo menos las reglas del lugar.¨
Sus palabras chocaron conmigo, pero no me atreví a contradecirlas, guardandome mis palabras en el fondo de mi mente.
Canalla, qué sabrás tú.
-Bueno...veras, la cosa es que mis tíos fueron los encargados de inscribirme aquí, por lo tanto no tuve la oportunidad de leer las normas en este lugar.¨
En mi rostro se notaba la clara molestia que me habían provocado sus comentarios, cosa que al ser notada por el joven, el mismo sonrio burlescamente.
¨Esta bien, esta bien.¨ Dijo mientras elevaba sus manos en un intento de apasiguar mi molestia. ¨Supongo que no fuiste lo suficientemente inteligente como para saberlo, no te culpo.¨
Su voz era realmente molesta, cosa que me hizo fruncir el ceño.
¨Después de todo no todas las preparatorias tienen normas tan estrictas como las que hay aquí.¨
¨Bueno, supongo que no.¨ Dije mientras dejaba escapar un poco de mi enojo en un profundo suspiro, a la vez que me reclinaba en la pared.
El joven se río de manera disimulada, para acto seguido volver a hablar. ¨Era algo inevitable, sin embargo, lo mejor será salir de este lugar, damos mas pena que gloria siendo los únicos ineptos que no pudieron llegar temprano en su primer día.¨
Habla por ti mismo, ¿En serio cree que le voy a seguir?
En el momento que estaba por negarme, el joven me tomo con uno de sus brazos, el cual rodeo mi cuello, a la par que me llevaba en dirección opuesta al salón de clases. No me dio tiempo de hablar, y solo gruñi.
¨!Oye guarda un momento¡¨ Dije de forma exaltada mientras lo apartaba.
¨No pienso irme de este lugar hasta que termine la primera hora, no pienso seguirte.¨
¨¿Eh…? Si eres obstinado, ¿Planeas estar parado como idiota aquí, o pasar tiempo en el patio de recreación?
Cuando estuve por hablar, me quede mudo con su último argumento.
¨Vamos, vamos, deja de mirarme con tanta molestia.¨ Dijo mientras empezaba a alejarse, dejándome en el mismo lugar.
Cuando estaba por dar vuelta el pasillo, lo llame.
¨¡Espera¡¨
Al escucharme, volvio su mirada en mi dirección, mostrando una sonrisa engreida.
cual es tu nombre
El joven termino dirigiendo su completa atención en mí, a la vez que no dejo de hacer contacto visual en todo momento.
¨Mi nombre es Rodrigo Williams.¨ Dijo señalandose a sí mismo. ¨!Y segurate de nunca olvidarlo, porque yo sere el proximo presidente de este país¡¨ Y a continuación empezo a reir.
Lo mire cual madre ve a su hijo con decepción.
Este si que esta mal de la cabeza...
¨¿Qué está pasando ahí afuera?¨
Al escuchar la voz del maestro, palidecí, imaginandome las explicaciones que tendriamos que dar frente al ruido provocado.
Estando a punto de volar en dirección del profesor, fui tomado del hombro por Rodrigo, el cual empezo a correr en dirección al patio de la escuela.
¨¿¡Y tú, cómo te llama!?¨ Dijo mientras aún corriamos.
¨¡Puedes llamarme Alex!¨
Para cuando lleguemos al patio, nos dejamos caer sobre una de las sillas que adornaban el lugar, completamente exahustos, dejando salir bocanadas de aire constantemente.
¨Maldición, ¿Estás loco o algo así?¨
Mi pregunta parecio darle gracia, pues sonrio al volver su mirada en mí.
¨Talvez.¨ Dijo para acto seguido empezar a reir.
Después de eso, tanto yo como el reconocido como Rodrigo pasó las primeras horas en el patio de la preparatoria hasta que finalmente sonó la campana, dando indicios de que era hora del receso.
Teniendo la oportunidad al frente nuestro, ambos nos metimos rápidamente al salón de clases y permanecimos ahí hasta que todo el día escolar finalizo.
Para la salida, me encontraba caminando solitariamente en dirección a la puerta principal.
¨Si que fue agotador este primer día.¨Dije para mi mismo mientras soltaba un pesado suspiro.
¨No hay necesidad ni de decirlo, esos profesores son realmente unos idiotas.¨ Una voz familiar justo al lado mío se escucho, causándome un pequeño susto.
¨¿Dejar tantos trabajos a presentar el primer día de clases? Es algo que deberá cambiar una vez sea presidente.¨
Girando lentamente la cabeza, pude confirmar mis sospechas en un instante.
¨Eres tú...¿Rodrigo verdad?¨
¨Je, ese soy yo, el único e inigualable.¨
Ambos seguimos caminando hasta llegar a la salida de la prepa, donde nos despedimos y tomamos caminos separados.
Mientras caminaba en dirección a la estación, pude ver por el rabillo de los ojos como Rodrigo se subia a un auto lujoso, y se iba en dirección opuesta.
Sonreí pesadamente, pues, un extraño sentimiento había roto en mi corazón.
Que afortunado eres, Rodrigo.
Al día siguiente volví a seguir la rutina del día anterior, con la diferencia de que esta vez realizaría las cosas con mayor rapidez. De esta manera, todo el esfuerzo se vio reflejado en un solo evento; Había logrado llegar con éxito a la hora establecida al salón de clases, en donde me encontré nuevamente con Rodrigo.
El mismo no se molestó en saludar, pues se encontraba sumergido dentro de lo que aparentaba ser una historieta.
Al preguntarle al respecto, me dio una explicación algo vaga para mi gusto.
¨!Qué estás diciendo, este no es un cómic¡ ¿Te has vuelto loco?¨
¨Esta hermosa cosa que llevo en manos se les conoce como mangas, llevan ese nombre por su peculiar estilo de dibujo, el cual tiende a ser en su mayoría diferentes a los de cualquier cómic.¨ Dijo mientras me señalaba decenas de diferencias entre ambos productos. . ¨Además de que al rededor del 99% de historias son de origen japonés, y no estadounidense como el de los cómics.¨
Explicó Rodrigo mientras me entregaba aquel manga en mis manos.
¨!Este manga en específico es uno de los más increíbles que eh leído hasta ahora, aunque aún no lo termine de leer, la historia va por un rumbo muy interesante, sin mencionar que esta semana se publicará el final, es imposible que no lo conoces¡¨
¨Nunca digas que algo es imposible.¨ Dije algo irritado, pues habíamos llamado la atención de medio salón.
¨¿Es enserio?, Pero si las personas han estado hablando mucho sobre el¨
¨¿De verdad? Dime, ¿Cúal es el nombre de este manga?¨
¨Este manga se llama Demon Slayer, aunque me sorprende que no lo conozcas, después de todo a sido la primicia de los últimos meses ¿Acaso has estado viviendo bajo una piedra?¨
Su entuasiamos al explicarme un detalle la sinopsis de la historia, me hizo pensar en varias hipótesis.
¿Puede existir algo tan perfecto tal y como dice? Probablemente este exagerando, pero que forma de convencer. Sin duda tiene madera para congresista, podría engañar a todo un país.
Suspire de cansancio al tenerlo hablando del mismo tema por 10 minutos, hasta que finalmente lo interrumpi.
¨Que más da, solo es una historia más, no creo que sea la gran cosa.¨
¨!Vamos hombre,si quieres puedes venir a mi casa después de clases, eh estado coleccionando todos los tomos del manga y te los puedo prestar para que los leas, así veras que lo que digo es verdad¡¨ Al terminar de hablar, me Hubiera negado de no ser por la emoción que se vio reflejada y su rostro al momento en que me extendio el manga que llevaba.
Suspiro rendido, sin saber como negarme.
¨Esta bien...¨
En el rostro de Rodrigo se había formado una enorme sonrisa, trayendo consigo que yo mismo dejaría escapar una pequeña risa.
Terminadas las clases ambos nos dirigimos a la casa de Rodrigo, a la cual no tardamos tanto en llegar por el transporte personal que lo esperaba a la salida.
Quede pasmado al encontrarme cara a cara con el tamaño que abarcaba su casa.
Increíble...¿Así es como viven lo de clase alta?
¨¿De verdad vives aquí?¨Dije mientras intentaba calcular el tamaño del terreno que abarcaba la casa.
¨Que puedo decir, soy afortunado de tener unos padres exitosos.¨ Dijo mientras resoplaba con orgullo, a la par que con su mano realizaba señas indicándome que lo siga adentro de su mansión.
El lugar no dejaba mucho que desear, mantenia un amplio espacio de recreación,aún teniendo tantas cosas que la decoraban, en cada repisa podias encontrar multiples artefactos que nunca creí ver por mi mismo, y las paredes pintadas de un hermoso color crema, acompañados de un suelo hecho completamente de la madera más refinada que haya visto.
Siendo franco si tuviera una casa como esta no me molestaría en volver a salir al mundo exterior.
Caminando por la casa seguía a Rodrigo por su inmensa sala de estar, pasando por la cocina y subiendo las escaleras al segundo piso, el cual estaba hecho de los mismos materiales que la parte inferior de la casa, hasta que por fin después de llegar al final del segundo piso nos detuvimos en una puerta semi abierta.
¨Esta es mi habitación, déjame sacar mi colección en lo que tu puedes explorar el lugar libremente, sientete con en tu casa.¨ Hablo Rodrigo mientras caminaba dentro de su habitación seguido por mi.
¨Por supuesto...¨ Dije de manera embobada.
¡Este lugar es 3 veces el tamaño de mi apartamento!
Pensé al ver frente a mi algo que solo podría divisar en mis mejores sueños lucidos; Una cama de casi 2 metros de ancho y 3 de largo, acompañada de una impecable mesa de noche que tenia como papel principal sostener la hermosa lámpara color rojizo, seguido de un inmenso armario que ocupaba fácilmente el sesenta porciento de toda la pared derecha, sin hablar de la hermosa alfombra blanca que cubría todo el cuarto, un hermoso y amplio escritorio, en el cual reposaba una increíble computadora de último modelo, y teniendo como cereza del pastel un amplio librero repleto de diversos mangas de distintas historias, junto a funcos de personajes animados, los cuales le otorgan un mejor ambiente al cuarto.
¨Disculpa la pregunta pero, ¿Acaso tu familia es traficante de órganos?¨Pregunte sin temor a la respuesta o a la reacción que tendría Rodrigo.
¨Talvez....pero no lo sé y ni me importa.¨
La habitación había quedado en un incómodo silencio mientras me replanteaba la estupidez que era el hacer una pregunta como esa.
¨Aquí están...¨ Murmuró Rodrigo mientras que con dificultad sacaba una peculiar caja rectangular, la cual posiciono en su cama. ¨Escúchame atentamente, en esta caja están las cosas más valiosas que poseo, son mis amores, se irán a la tumba conmigo llegado el momento¨ Su voz se había vuelto mucho mas seria, y su rostro no mostraba ni una pisca de vacilación.
¨!Como me enteré que algo les pasó, te juro que tu serás el siguiente! ¿!Entendido?¡¨
¨S..si..¨
Este si que esta loco de remate...
Fue lo primero que pense al asentir con miedo.
¨Bien, entonces puedes llevártelo cuando gustes, solo encárgate de guardar cada tomo en su lugar cuando lo termines de leer.¨Dijo Rodrigo en lo que colocaba la pesada caja sobre mis manos.
¨Por supuesto.¨ Dije mientras dejaba caer la caja sobre ambas manos de una manera mucho más comoda. ¨De todas manera, muchas gracias por el gesto, el leer todo esto me ayudara a entretenerme un poco.¨
¨No hay de que, para eso están los amigos.¨ Dijo mientras que en su rostro se formaba una enorme sonrisa, a la par que me daba un pulgar arriba.
Seguido de eso Rodrigo me guió hasta el carro que nos había traído, y en lo que yo le explicaba al chófer la dirección de mi departamento me despedí de Rodrigo con su caja en manos.
¨Amigos eh...¨ Dije susurrando para mi mismo, mientras me replanteaba el significado de sus palabras.
Deje salir un pesado suspiro, por lo agetreado que se había vuelto el segundo día de clases.
Que ingenuo...¿Y así planea volverse presidente?
Aunque paresca algo imposible para un joven de mi edad, la verdad es que durante la mayor parte de mi vida no eh llegado a tener a alguien que me considera su amigo, o por lo menos que yo lo considera alguien cercano sin contar a mi familia, y algunas escepciones, y una que otra excepció.
Por lo que, la forma tan confiada en que me llamó amigo me hizo sentir un peculiar sentimiento de nostalgia, a la vez que me hacía sentir mal. ¿Me estaba aprovechando de su bondad al aceptar esta clase de ofertas? No es como si hubiera buscado algo como esto, pero simplemente sucedio.
Que tipo más raro...
Time skip de 10 meses
Desde aquel día, han pasado varias cosas, de entre ellas, una destaca sobre las demás. Pero vamos en orden.
Tras el regalo recibido por Rodrigo, e pasado gran parte de mi tiempo libre metido entre las paginas de la obra Demon Slayer. Realmente para alguien que se a alejado tanto tiempo de cosas banales como la relajación, este sentimiento de comodidad y cero porciento tensión es una nueva brisa para mi mente.
Durante cada día me estuve topando con Rodrigo, el cual no paraba de preguntarme el estado en el que estaba su preciada colección, a lo cual no me molestaba en mentir, y decia tal cual las cosas.
Pasados los primeros meses, Rodrigo vino a mi con un nuevo manga, pero con la peculiaridad de que este mismo había sido animado.
Precisamente, recuerdo que fue un viernes a las ultimas horas de clase...
¨!Te digo que es de lo más genial que veras¡¨
Su entusiasmo era el mismo de siempre, cosa que volvia a irritarme un poco por la atención extra que recibiamos de nuestros compañeros.
No pude evitar el rendirme ante sus acaloradas insistencias, llevandome hasta su hogas, lugar en el cual me presento una obra la cual había conocido hace bastantes años, pero que nunca me tome la molestia de ver.
¨¿Dragón Ball...?¨
Durante semanas me la pase visitando la casa de Rodrigo, siendo en la mayoria de ocaciones para pasar el tiempo viendo anime, u preguntandole sobre algunas cosas que no comprendia del manga de Demon Slayer.
¨!Te digo que es tal cual, Tamayo traiciono a Muzan por el hecho de que había sido obligada a vivir una vida miserable lejos de sus seres queridos¡¨
Aunque algunas veces nuestras charlas se convertian en debates.
¨!Si claro, después de tantas decadas de asesinato y nunca quejarse, justo cuando esta frente al más fuerte de todos magicamente se vuelve buena¡¨
Afortunadamente, ninguna discusión termino llendo a mayores, por lo cual de alguna manera logramos entendernos de mejor manera.
Tal fue nuestra cercania, que llegamos a pasar aún más de nuestro tiempo juntos. Yo por mi parte porque era incapaz de hablar con otros de manera natural, por lo que optaba por pasar mi tiempo con Rodrigo.
Por otro lado estaba Rodrigo, el cual nunca mostro dificultad para socializar, pero aún así permanecia reacio a la idea de pasar tiempo con otros.
No me había parecido una actitud que mereciera ser indagada, pues, a tan solo unos meses de conocernos, Rodrigo termino preguntando temas referentes a mi familia. No tuve más opción que contarle mi historia, y la razón por la que había decidido volverme un hombre de exito en la cruel vida que había tenido que afrontar a mi corta edad.
Para sorpresa mia, Rodrigo fue capaz de empatizar con mi situación, y nunca más volvio a tocar el tema.
Pero la manera en la cual logro hacerme sentir menos miserable, fue unica.
¨No tienes porque sentirte solo en tu lucha, porque por lo menos eres capaz de afirmar que tus padres te amaron hasta el final de sus días.¨
Sus palabras me habían dejando en completo shock, pues no fuí capaz de responder de otra manera que no fuera preguntando: ¨¿Por qué dices eso...?
Fue en uno de esos fines de semana, en la cual Rodrigo me conto parte de su historia familiar. Fue ahí donde descubrí la mentira tras la aparentemente vida en ensueño que tenia Rodrigo.
Según me contó, desde que a sido consiente de su enterno, tiene las veces contadas en las que sus padres han estado a su lado, pues a llegado a pasar años sin saber absolutamente nada referente al estado de salud de ambos.
Por lo cual, aun ante nuestras diferentes experiencias, no pude evitar el comparar nuestras vidas, viendo grande similitudes entre ellas, pues el había sido capaz de sentir lo mismo que yo había tenido que soportar; Ese sentimiento de completa soledad, era algo que teniamos en común, lo cual por alguna razón me hizo sentir algo de simpatía hacia mi amigo.
Después de todo lo acontecido, puedo añadir que durante estos 10 meses me a dado el tiempo de leer la mayor parte de los tomos que Rodrigo me había prestado, los cuales leía de tres a cuatro veces por semana por el escaso tiempo libre que tenía, cosa que era producto de lapreparatoria y las constantes salidas em compañia de Rodrigo. A estas alturas, me encuentro en el arco final de la obra: La fortaleza dimensional.
Aunque el final del manga se había publicado hace más de un mes, me mantuve alejado lo máximo que pude de cualquier tipo de spoiler, para poder ver por mi mismo el final del manga, por lo cual durante este tiempo no solo me centre en leer el manga de Demon Slayer o jugar con Rodrigo como forma de distracción, si no que me centre tambien en mis propios estudios, logrando obtener una media beca.
Volviendo al presente, y siendo exactamente hoy 30 de agosto, un día muy especial, por el hecho de que hoy era el cumpleaños de Rodrigo, el cual cumplia 18 años, en estos momentos me encuentro recorriendo las calles de la ciudad en busca de un obsequio para Rodrigo.
Siendo aun las 5 de la mañana, no había muchos establecimientos abiertos a esta hora, pero seria la única oportunidad que tendría para darle un regalo sorpresa a mi amigo, puesto que ya había sido invitado a su casa para celebrar su fiesta jugando video juegos y comiendo enchiladas con bebidas azucaradas, y como suceso final comer juntos un rico pastel de cumpleaños.
A palabras de Rodrigo el no tenía muchos amigos a los cuales pudiera invitar, y nuestro primer encuentro en el primer día de preparatoria fue simple casualidad. Y por encima de eso, sus padres no podrían asistir una vez más a su cumpleaños, ni siquiera porque hoy se volvería un adulto oficialmente, aun no tiempo tenían para su único hijo.
Era realmente increíble lo inconscientes que podrían ser algunos, de estar frente a ellos les daría de gratis mi franca opinión.
Sin embargo, al ver a mi amigo, pareciera que no le interesaba mucho, o por lo menos así lo hacia parecer frente a mí.
Después de indagar por todos los lugares posibles de la ciudad, logré encontrar un buen regalo para Rodrigo, siendo un funco de uno de sus personajes favoritos de anime, el cual era el retrato de un personaje llamado Rudeus Greyrat, a palabras de Rodrigo era su personaje favorito isekai de la novela titulada Mushoku tensei, por lo tanto no tuve mejor idea que regalarle un funco de este personaje.
Teniendo un buen regalo asegurado, corrí a toda prisa a la preparatoria antes de llegar tarde.
Al llegar salude a todos mis compañeros, a la par que felicitaba a Rodrigo por sus 18 años, siendo el momento de la llegada de nuestra maestra, el momento en que todos nos sentamos en nuestros pupitres, dando inicio a un día escolar normalidad hasta la hora de salida, en donde junto a Rodrigo fuimos en su transporte en dirección de su casa, lugar el cual apenas llegamos nos dispusimos a empezar a ver un nuevo episodio de Dragon Ball super.
¨¿Sera posible que Goku podrá dominar el 100% del ultra. instinto?¨ Dije mientras el capítulo 130 de Dragon Ball super finalizaba.
¨Eso creo, después de todas las personas no hablan de otra cosa que no sea eso.¨ Dijo Rodrigo mientras apagaba el televisor.
Después de terminar de ver el episodio procedimos a jugar juntos video juegos mientras comíamos pizza y algunas bebidas. La tarde transcurrió con gran ánimo hasta llegar a la parte central, en donde cantamos y comimos juntos, finalizando el día con éxitos.
Siendo las 9 de la noche, nos despedimos, y opte por dirigirme a mi hogar.
Que día mas divertido.
Fue en ese instante, cuando después de 20 minutos en los que me había despedido, y mientras rebuscaba entre mis bolsillos, me di cuenta que me había olvidado de darle mi regalo a Rodrigo.
¡No puede ser, como pude olvidarme de algo tan importante!
Pensé mientras recorría el camino de regreso a la mansión de Rodrigo, sin siquiera ver por donde caminaba, corria por medio de la pista sin voltear a la derecha o izquierda.
De pronto, el sonido de una bocina de carro termino aturdiendo mis sentidos, sobre todo ambos oídos, mientras la potente luz de un camión cubría toda la pista.
¿Qu...qué...?
No fuí capaz de articular palabra alguna, mentras mi rostro quedaba congelado a la par que todo mi cuerpo, mi mente se quedó en blanco mientras esperaba mi final, pero en el instante en que el camión estuvo a centimetros de mí, fui empujado a un lado por alguien.
El sonido del repentino choque termino disipando la tranquilidad del lugar, provocando que voltee de manera instintiva la cabeza con la mirada perdida, en lo que intentaba procesar lo que acababa de pasar.
Con la visión borrosa, siendo esto mismo producto del aturdimiento producido por el choque, no fui consciente de lo que estaba frente a mi por unos segundos.
Para mi propia desdicha, no estaba preparado para la imagen que había frente a mi.
¿Cómo...?¨
Mis ojos se abrieron de par en par dejando mi pupila como un pequeño punto negro en medio del vacio, tal cual se encontraban mis pulmones al no poder respirar con normalidad.
El shock producido por la repentina emoción me impidio pronunciar palabra alguna en el corto laptus de tiempo que permanecí parado, pues frente a mi, se encontraba el moribundo cuerpo de alguien a quien conocia perfectamente.
¨N.. ..No.. puede ser..¨
Quería decir más, hacer mucho más, pero simplemente no pude. Mi corazón se encontraba bajo una fuerte presión, y un poderoso nudo cubría mi garganta impidiendo que salieran palabras con facilidad.
De pronto, los ojos de la victima dirigieron toda su atención en mi dirección.
¨Alex...¨ La debil voz proveniente de Rodrigo me hizo salir del shock, permitiendome caminar en su dirección, siendo incapaz de correr al termine dañandome el tobillo.
Su cuerpo estaba desecho, y el conductor se encontraba dentro de su auto, el mismo se encontraba en un estado de ebriedad severo, siendo imposible el pedirle ayuda.
¨!Alguien, ayuda por favor¡¨ Mi grito termino atrayendo a las pocas personas cercanas al accidente, varones y mujeres que no se molestaron en acercarse a ayudar, y se limitaron a observar y grabar con un rostro de horror.
¨Ro..Rodrigo...¨ Dije entre lagrimas.
Los ojos del mensionado se encontraban cristalinos, logrando reflejar lo que su boca no era capaz de pronunciar; El dolor.
¨Lo lamento..¨
Ante mis palabras, cerre ambos ojos con furia, pero los mismos fueron abiertos por la mano de Rodrigo.
¨Esta bien...¨
Su voz desecha atravezo mis oidos, provocando un dolor aún mayor.
¨Me hiciste pasar un cumpleaños como ningún otro...era lo minimo que podia hacer...¨
Tras tocer unas cuantas veces, la condición de Rodrigo empeoraba, y sus ojos poco a poco empezaban a perder su tono negro, volviendose grisaceo.
A mi costado logre escuchar como alguien llamaba al 911, pero ya era muy tarde.
El sentir que mi amigo estaba muriendo no me dejo ordenar mis pensamientos con claridad, en ese presiso instante, aunque no fuera yo el afectado pude ver pasar millares de experiencias vividas junto al hombre frente a mí.
La ultima acción que hizo Rodrigo como muestra de vida fue tomar mi mano con fuerza, mientras que a lo lejos se escuchan las cirenas de ambulancia.
Inconsientemente, mis ojos dejaron caer una ultima lagrima tras sentir el cuerpo de Rodrigo, el cual estaba, completamente frío.
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Tras la muerte de Rodrigo se llevó a cabo un funeral a las afueras de la ciudad, lugar al que desafortunadamente no fui invitado al no ser reconocido por ningún familiar.
Al enterarse todo de su muerte, muchos lamentaron el perder a un amigo, y ante todo lo acontecido, no pude evitar el sentirme culpable por su muerte.La manera en que me miro por ultima vez me perseguía en mis sueños, materializandoce en pesadillas constantes que atormentaron mis noches durante las primeras semanas.
Tras lo ocurrido, las cosas dentro de mi vida dieron un giro de 180 grados.
Carajo...
Me mantuve fuera del contacto de mis familiares por un tiempo, permaneciendo solo por un tiempo corto, hasta que finalmente termine volviendo a mi rutina habitual.
¿Acaso cargo con una maldición? ¿No puedo llegar a alcanzar algo tan bello como la felicidad?
Preguntas como esa recorrian mi mente con mayor constancia que antes, al ser imposibles de responder.
El tiempo transcurrió rápido después de eso, los meses fueron años rápidamente, en donde me mantuve alejado de los demás aparte de mi familia. Me concentraba en mis propios problemas con la universidad, en donde había decidido estudiar la carrera de neurocirujano, la cual sustentaría con la ayuda de una beca universitaria.
Teniendo ya 20 años de edad, me había mudado hace mucho tiempo de mi antiguo departamento a uno más cerca del centro de la ciudad, en donde me encontraba ahora estudiando para el examen final que tenia.
Supongo que será suficiente por hoy.
Me dije a mi mismo mientras cerraba el libro que tenía frente a mi.
Tome un poco del dinero que tenía, y salí en busca de algo para comer. Eran las 8 de la noche en la ciudad de los Ángeles California, cuando salí de mi hogar. Recorriendo la ciudad, entre a uno de los minimarker de la ciudad, en donde compre algunos snacks para comer, pagando todo salí de la tienda y camine lentamente por las calles durante todo el tiempo que pude, mientras intentaba apartar mi mente de los problemas que había pasado durante estos últimos 2 años.
La muerte de de abuelo, accidente automovilístico de mi tio, y...Rodrigo. Había pasado hace ya mucho tiempo, su casa había sido vendida hace años, y terminé quedándome con la colección completa de Demon Slayer, pero no importo lo mucho que había pasado, la pena de recordarlo seguía vigente en mi mente.
Será mejor volver a casa.
Seguí el camino de regreso a mi departamento en medio de la noche sin prestarle atención a nada en especial, a lo cual, una voz termino con el silencio que me había estado acompañando.
¨¡Por favor déjeme ir!¨ Se escucho la voz de una mujer cerca de mi posición.
¨Tranquilízate mujer, esto será más rápido de lo que te imaginas...¨ Fueron las palabras que se escucharon tras el anterior grito proveniente de una mujer.
Cuando escuche los gritos de la chica decidí acercarme al lugar de donde provenía el ruido, y fue cuando los vi, un hombre de apariencia adulta estaba acorralando a una joven estudiante de no mas de 15 años de edad.
Debes estar bromeando
Pensé mientras sigilosamente me acercaba al hombre frente a mi.
¿Qué estoy haciendo...? Probablemente tenga un arma entre manos.
Justo en el momento en que estuve cerca del agresor, la joven hizo resaltar mi presencia y volvió su mirada rápidamente hacia mi, cosa que no ignora el abusador, el cual en un movimiento rápido saco de entre sus bolsillos un arma de fuego apuntando en dirección a mi pecho.
¨ Tks..¨
Gruñi en desaprobación.
!Niña estupida¡
¨Pero que curioso, no esperaba encontrarme con alguien a estas horas de la noche, lástima que hoy no sea tu día de suerte.¨ La voz del enmascaro era robusta, trayendome un escalofrío.
¨Deja ir a la niña, no tienes que hacer nada de esto, simplemente puedes irte de aquí sin dañar a nadie.¨ Dije alzando los brazos cuidadosamente mientras a la vez me acercaba más y más al hombre.
¨¡Déjate de tonterías niño, más vale que no des un solo paso más!¨
Frunciendo el ceño ante la clara falla de intentar conversar al hombre de hacer lo correcto, por lo cual permanecí quieto por unos segundos a tan solo 1.5 metros de distancia del agresor, fue entonces cuando me abalance precipitadamente en contra del abusador.
¨¡Corre!¨ Grite lo más fuerte que pude en lo que caía sobra el hombre y el arma se disparaba contra el suelo.
Al escuchar la orden, la joven salió corriendo en cuanto vio la oportunidad, en lo que comenzaba a forcejear con el desconocido .
¨!Suéltame maldito mocoso!¨ Dijo entre gruñidos el hombre, el cual se había percatado de que el arma de fuego yacía en el suelo al lado de nuestros pies, por lo cual el mismo agarro el arma con una de sus manos, y al instante siguiente disparo 3 balas en dirección a mi estómago. El ruido fue escuchado por toda la manzana y las patrullas cercanas no tardaron en dirigirse a nuestra posición.
Maldito demonio.. Pensé en lo que mantenía mis manos sobre mi estómago, a la par que dejaba escapar sangre de mi boca.
Al escuchar la sirenas de policía el hombre salió corriendo a toda prisa en dirección a su auto, el cual estaba frente al callejón, y termino hyendo a toda marcha en dirección opuesta a la escena del crimen.
Para su propia desgracia, los policias terminaron siguiendolo, sin parar a revisar el callejon en el cual yacia tirado.
El dolor se intensificaba cada vez más, mientras la sangre no paraba de escaparse de mi cuerpo.Fue ahí cuando llego a mi los recuerdos más significativos, que habían llegado a marcar mi infancia y juventud en la corta vida que había tenido.
Es verdad Al sentir como mi sangre inundaba mis pulmones, no pude evitar el soltar lagrimas.
Así...así es como sucedió..
El tiempo transcurrió sin que nadie se preocupase en ver en el callejón, ni siquiera la joven a la que salve volvió con ayuda.
Aprete mis puños con fuerza ¿Por qué me pasan estas cosas a mi?No obtuve respuesta alguna, provocando que mis lágrimas brotaran aún más.
Tantas cosas que tenia por hacer, ninguna las he podido cumplir, no es justo. Todo el esfuerzo de años, se resume en una sola cosa. Mi...muerte.
Conforme pasaban los minutos el dolor disminuía, pero el miedo a la muerte no hacia mas que nublar mi escasa visión del lugar.
"Parece que este es mi fin..." Dije susurrando para mi mismo, mientras poco a poco comencé a cerrar mis ojos ya carentes de luz.
De pronto todo quedo en silencio, y frente a mi solo había oscuridad que no hacía más que sostenerme en lo que parecia ser un vacio inconmensurable