Junto con mis padres me dirijo al restaurante al que solemos ir cuando tienen reuniones importantes, hoy se supone que conoceré a mi futuro marido. Molesta abro la puerta que me separa de dicho hombre, mis padres durante todo el camino no han dejado de repetirme todos los defectos que debo cambiar para ser una buena esposa. Sus palabras hacen que en lo único que piense es en casarme para librarme de ellos o eso espero, lo confirmare cuando vea a ese hombre.
Entro decidida y todo en la sala esta en silencio, mi madre es la primera en sentarse, se sienta en el sofá oscuro que hay cerca de la ventana, delante del sofá hay una mesita de roble bien pulida, mi padre que entra justo detrás de mi dice con cansancio:
-Hemos llegado pronto, tendremos que esperar a que lleguen, aun faltan diez minutos.- Asiento mientras camino sin prisa hacia el otro sofá enfrente de mi madre, pero ella me dice negando:
- Ese no es tu sitio, siéntate a mi lado. - La miro molesta, no puedo elegir ni donde sentarme sin que ella hable, mi padre espera mirándome, sabe que quiero desafiarla pero suspiro pensando en el lio que me meteré si hago eso. Sin mirarla me siento a su lado, aunque algo alejada, suspiro nuevamente pensando cuando me miro en el reflejo de la ventana:
- Odio este color, encima es un vestido simplón de un azul cielo suave, recto y que me llega hasta por encima de las rodillas, su escote es de un pico recatado y para rematar es de manga corta.
-¡Joder! ¡No soy una santa! ¡Esto me hace ver como una mojigata! - Furiosa me miro de nuevo, para recatado mi peinado, llevo una simple trenza con un broche simple en lo alto y mi maquillaje es muy suave, ni se nota.
Molesta miro el reloj, solo han pasado diez minutos desde la ultima vez que lo he mirado con disimulo, el tiempo pasa con lentitud, es frustrante. A los veinte minutos oímos como llaman a la puerta, mi padre se levanta y abre, entonces entra una pareja que creo que tienen la edad de mis padres. La pareja me mira y se ríen, la mujer dice un tanto divertida:
-¡No es muy bonita! Aunque creo que a nuestro hijo no le importara, es tan extraño que podríamos decir que valdrá. - Sus comentarios me han dolido, aprieto los dientes para callar las palabritas que les soltaría de buena gana, miro furiosa a mi madre, es su culpa, por querer que me vista de monja.
Ella finge no notar mi mirada, en el instante que decido levantarme aparece un hombre en la puerta, finjo ir a por una bebida en la mesa de detrás, el hombre entra apurado y dice con vergüenza :
- Señores, soy Carlos Real el subsecretario, el señor Marquez me ha pedido que venga a informarles de que no podrá venir, tiene una reunión importante. Les ruega que le disculpen y pospongan la cita para otro día. - Mis padres enfadados ponen el grito en el cielo, por lo visto habían conseguido esta cita después de muchas largas. El hombre suplica perdon pero no sale muy bien parado, mi padre le grita furioso:
- ¡Pues dile que ya no hace falta que se posponga! ¡Esto es un insulto! ¡No se hable mas, no habrá mas oportunidades! ¡Nos marchamos! - Mi madre se acerca, me coge de la mano y nos vamos, una vez en el coche mis padres se ponen a discutir sobre el tema. Me aseguran que conseguirán a otro que cumpla las expectativas y mas. Según ellos un hombre que no este siempre trabajando pero que no holgazanee en casa.
Yo realmente estoy algo cansada de estos temas, mi abuela fue la que insistió en esto al ver que no conseguía novio y mas. Mi padre es dueño de una cadena de hoteles, mi madre es su única socia y yo soy la única heredera.
Es un tanto odioso, me gustaría tener un hermano, así se olvidarían de mi, normalmente los hombres heredan el negocio familiar pero como eso no va a suceder, me toca aceptar esto.
Tratando de olvidar todo nada mas llegamos me encierro en mi habitación, estoy tan molesta…
por culpa de mi madre me han ofendido.
Ya no soy una niña, me han hecho estudiar para que cuando mi padre muera yo dirija todo o si encuentro un esposo capaz, ayudarle y ser una buena mujer.
A la mañana siguiente voy a desayunar, mi madre que aun esta en la casa, esta en la sala comiendo, me informa:
-Hoy no tienes nada programado, ¿Verdad?- Al ver que niego dice sonriendo:
-¡Eso es bueno! ¿Te gustaría ir a ver uno de los proyectos que tengo en marcha? Tenia que ver a los arquitectos pero me surgió algo, ¿me haces el favor? - Asiento sabiendo que siempre se sale con la suya y acabo haciéndolo quiera o no. Esta vez cuando voy a cambiarme decido vestirme como me gusta, cojo ropa mas profesional, una minifalda de altura correcta pero sin ser demasiado larga, una blusa blanca, con unos tacones negros, suelto mi pelo y lo dejo a su aire. Me maquillo suave pero resalto mis ojos, mi mirada refleja mucha confianza.
El chofer me lleva a la empresa para la reunión, cuando llego lo primero que veo es a dos hombres discutiendo, no presto atención y llego hasta la chica de información. Ella al verme me pregunta risueña:
-¿Que necesita señorita? - Me quedo mirándola y le digo calmada mirando la hora:
-Me llamo Victoria García, mi madre me cedió su proyecto, me encargare de la selección de los planos. - Ella asiente al oírlo, se apresura a ir a informar de mi llegada, parece que me estaban esperando aunque aun faltan diez minutos. Después de varios minutos vuelve y me indica con suavidad:
-Sigame, señorita García, por favor. - Me guiá por el edificio hasta una sala llena de gente, las personas al verme guardan silencio, la chica me indica un asiento y dice a los demás:
-Esta señorita es Victoria García, viene en representación de sus padres para la selección de los planos.- Todos asienten y me levanto para decirles:
-Señores, no es mi primer proyecto, solo sean claros en sus explicaciones, todos los hoteles que he escogido han sido muy productivos, ahora las cosas son así, una vez que analice todos los planos se decidirá a quien le permito pasar a la selección final, escogeré tres para decidirlo con mis padres el finalista. - Ellos se organizan, en total hay quince planos, de ellos me quedare con tres, en estas reuniones me distraen de mis días en los cursos para chicos y chicas que van a heredar, para que no se nos olvide lo que aprendimos en la Universidad.
Llevo dos horas mirando planos, la verdad es que son horribles, solo quedan cinco y espero que sean buenos porque si no soy capaz de irme con las mano vacías. Por suerte los cuatro últimos despiertan mi interés, como son buenos y pocos los escojo a todos para la ultima selección.
Me levanto y concluye la reunión, le doy los planos al secretario de mi madre que ha llegado hace como quince minutos y bajo para irme, antes de llegar al coche decido ir a conocer al joven que no tuvo el valor de ir a la cita, siento curiosidad, al ver al chofer le digo:
-James, llevame a la empresa donde trabaja el que iba a ser mi prometido, quiero verle la cara. - El se niega en rotundo así que le suelto enojada:
-Tienes dos opciones: 1 Me llevas o 2 Voy a pie. ¡Tu decides! - El pobre hombre asiente y decide llevarme después de pensar en lo que podría pasar si decide que vaya sola. Ambos subimos al coche, por el camino medito que hacer, aunque no se como reaccionare, James detiene el coche delante de la gran multinacional "DANUITEC", siempre pensé que su nombre era extraño pero me dio igual, solo es un nombre. Se dedican a exportar materiales, joyas, etc, son una gran empresa, siempre están en las noticias.
Decidida me bajo, me encamino hacia la puerta de la entrada que esta abierta, no hay nadie en recepción así que decido pasearme por la zona un poco. A los diez minutos de estar curioseando, una mujer aparece detrás de mi corriendo, me llama y me dice:
-¡Señorita! Lo siento pero necesita un pase ¿Lo tiene?- Asombrada niego con la cabeza y le digo:
-He venido a ver al señor Marquez, ¿Esta disponible? Dígale que soy Victoria García. - Ella me indica el camino de vuelta a la recepción y llama para informar. Después de conversar me dice:
-Lo lamento, no esta, volverá en unas dos horas, ¿necesita algo? - La miro con recelo y le digo:
-¡Bien! ¿Pues le podría pasar un mensaje de mi parte? - Ella asiente y me ofrece un folio junto con un bolígrafo, en el papel le escribo:
-Querido señor Marquez, solo quería conocerte, ver la cara de quien me dio plantón y desearte una feliz vida con la próxima mujer a la que se deje engañar. Un abrazo Victoria. - Luego de darse lo me giro y me voy directamente al coche donde James me esta esperando.