Al llegar a su casa hay un guardia de seguridad afuera de la reja y dos más dentro, al ver mi auto se acerca para ver quién está adentro, cuando logra ver a Denver hace una señal para que abran la reja, conduzco despacio al entrar, presto atención a las personas que se encuentran en su casa, hay dos jardineros podando el césped, un par de guardias más en el perímetro del terreno, una mujer riega del otro lado del jardín las plantas. Un hombre sale de la casa para estacionar mi auto en el inmenso garaje que hay a un lado de la casa.
— La última vez que vine no había nadie.
— Mi padre es un poco paranoico, cambia de seguridad cada tres meses, nos quedamos tres días sin seguridad mientras mi padre contrataba otro servicio.
— Ahora es más intimidante tu casa. ¿Si te golpeo van a atacarme?
— Supongo. — Se encoge de hombros. — ¿Quieres intentar?
— No gracias, prefiero conservar mis huesos sin fracturas.
Denver ríe a carcajadas de mi comentario. Toma mi mochila antes de guiarme escaleras arriba hasta su habitación la cual es enorme, aquí cabe la mitad de mi apartamento. Las paredes están pintadas con un tono beige muy claro, las cortinas en su ventana son azules, su inmenso escritorio tiene una silla como las que usan los jefes en sus oficinas, en el mueble de su televisión esta la consola de videojuegos tiene incluso una estantería repleta de videojuegos, su cama ocupa más de la mitad de la pared, junto a la entrada hay dos puertas más, una es la puerta del baño, la otra es de su walking closet.
— Siéntate, iré por otra silla, no creo que a Shawn le moleste que use la suya.
Mientras espero a que Denver regrese alguien toca la puerta, supongo que no es él porque no tocaría su puerta, solamente entraría, tocan de nuevo, pero no me animo a responder, la puerta se abre dejando ver del otro lado a Kane.
— ¿Otra vez tu? — Frunce el ceño. — ¿Qué haces en la habitación de mi hermano?
— Tarea.
Volteo la silla para sacar de mi mochila mi cuaderno y un lapicero, los dejo sobre el escritorio, muevo uno de sus libros para tener algo de espacio, prácticamente le doy la espalda a Kane, el entra a la habitación, se sienta detrás de mí, en la cama de Denver.
— No imagino que clase de tarea tienes que hacer en la habitación de mi hermano.
¿Qué quiere decir con eso? Espero no sea lo que me estoy imaginando.
— ¿Disculpa? — Me pongo de pie furiosa. — ¿Qué quieres decir?
— Solo usen condón ¿Sí? No quiero ser tío aún.
La reacción más lógica y madura en esta situación es abofetearlo, lo abofeteo tan fuerte que se escucha resonar en toda la habitación. Denver, quien acaba de llegar con la otra silla nos observa aterrado desde la puerta.
— ¿Que carajo le dijiste Kane? — Dice muy molesto.
— Vamos, dile lo del condón. — Me cruzo de brazos.
— Le dije a tu chica que por favor usen condón, aun no quiero ser tío.
— Quiero hablarte un segundo Kane. — Quita la silla del paso para que pueda salir. — Ahora.
Kane sale de mala gana de la habitación, Denver cierra la puerta para poder tener algo de privacidad. Luego de pensarlo un segundo me acerco a la puerta para poder escuchar lo que están hablando.
— ¿Qué sucede contigo? ¿Estás loco? ¿Como te atreves a decirle eso a Kate?
— Solo lo dije porque es lo que parece que van a hacer.
— Cierra la boca Kane, sabes que ella es mi amiga. Yo no soy como tú. Déjame decirte que no vas por buen camino con ella, solo estas logrando que te odie. Cada vez que haces eso la estas acercando más a los brazos de Shawn ¿Es lo que quieres?
— Si, lo sé... Es solo que no puedo. Al tenerla frente a mi actúo como un idiota, no sé qué me pasa con ella.
— Se le llama estar enamorado y es completamente normal, pero debes dejar de tratarla mal y de decir cosas hirientes.
— Ella solo vive provocándome, no sé lo que hace, pero me irrita.
— ¡Ya actúa como hombre Kane! ¿Quieres estar con ella o no?
— Supongo. — Dice con inseguridad.
— Hablaremos cuando estés seguro de lo que quieres.
Al escuchar eso me aparto de la puerta, en cualquier momento puede entrar, me siento en la silla, tomo mi cuaderno para hacer como que si estaba leyendo mis apuntes.
— Ya sé que escuchaste. — Entra en su habitación dejando la puerta entrecerrada. — Lamento el comportamiento de Kane.
—Está bien, ya déjalo así, mejor hagamos esta tarea de una vez.
— Voy a hacer la investigación mientras tú haces el esquema, luego podemos hacer los dibujos.
— De hecho, en el restaurante hice el esquema, puedo comenzar a dibujar si quieres.
— Esta bien.
Denver hace la investigación en su computadora, es sobre los orígenes de la informática, eso no le toma mucho tiempo ya que es una investigación de dos páginas. Cuando acaba me ayuda con los últimos dos dibujos que quedan. Shawn se asoma por la puerta, lo notamos porque la puerta hace un leve crujido al abrirse.
— Hola chicos. — Sonríe.
— ¿Qué pasa? — Pregunta Denver.
— Solo quería saber cómo van con su tarea.
— ¿Por qué?
— Quiero llevar a Kate a probar el nuevo vino de papá.
— Ya casi terminamos, pero puedes irte. — Se dirige a mí. — Yo puedo terminar.
— ¿No te molesta?
— En lo absoluto.
— Gracias. — Sonrío. — Solo voy a tomar mis cosas.
Guardo mi cuaderno y mi lapicero antes de salir de la habitación junto con Shawn, él me guía escaleras abajo hasta llegar a la sala, en la mesa del centro hay dos copas, una botella de vino, una bandeja de jamones y quesos, también hay un par de controles de videojuego.
— ¿Cómo estás?
Al escuchar su ronca voz se me acelera el corazón y lo hace aún más cuando nos vemos a los ojos.
— Bien ¿Y tú?
— Genial, contento de que estés aquí.
Cuando me sonríe y deja al descubierto su perfecta dentadura termino de caer en su encanto.
— ¿Ah sí? — Digo nerviosa.
— Si, me gusta tu compañía.
— Y a mí la tuya, eres muy... agradable.
¿Agradable? ¿De verdad dije agradable? Pude haber dicho algo mejor, no lo sé, al menos que es divertido.
Shawn sirve el vino en ambas copas, antes de tomar la suya me da la mía. Mi padre me enseñó a probar vinos, gracias a Dios que mi padre decidió enseñarme muchas cosas útiles, el primer paso para probar el vino es olerlo sin agitarlo, así que lo hago, me siento un poco tonta hasta que veo a Shawn haciéndolo también, él sonríe al darse cuenta de que hacemos lo mismo. Ahora me relajo un poco porque sé que voy por buen camino, lo siguiente es agitar el vino y olerlo nuevamente, así se sienten los olores del vino cuando se oxigena, o al menos eso entendí cuando mi padre lo explicó. Antes de poder probarlo chocamos copas, el primer sorbo me da la sensación de que es amargo, pero con un toque dulce al fondo, no es tan fuerte, de hecho, está delicioso.
— ¿Qué te parece?
— Esta muy bueno, me gusta su sabor no tan fuerte.
— A mí me gustan mucho los vinos con sabor más fuerte, pero este me gusta.
— ¿Quieres?
Me ofrece un palillo para tomar los quesos, pico uno con el palillo, lo saboreo en mi boca con atención, es un queso fuerte, no me gustan los quesos con este sabor, creo que evitaré ese queso a la próxima.
— Traje mis juegos favoritos ¿Que te gustaría jugar?
— ¿Tienes Mortal Kombat?
— Si ¿Cual quieres?
— ¿Tienes el XL?
— Hasta la pregunta ofende.
Busca entre sus juegos el que le pedí, cuando lo encuentra lo pone en la consola. Ahora que lo pienso ¿Vino y videojuegos? Es perfecto sí, pero no para mí, yo soy muy competitiva en los videojuegos, temo que por el vino lo sea aún más. Quizás debería decirle.
— Sé que puede parecer raro, pero soy un poco competitivo con los videojuegos, si digo algo tonto u ofensivo quiero pedirte disculpas de antemano.
Su confesión me toma por sorpresa, lo miro a los ojos y sonrío.
— Yo iba a decir lo mismo.
El me devuelve una amplia sonrisa antes de darme el control, se sienta junto a mí, mientras el juego carga come unos cuantos quesos más y nos sirve un poco más de vino.
Voy a tomarlo muy despacio para que no me afecte, doy sorbos pequeños y dejo pasar un tiempo antes de tomar más.
— Elige tu primero.
Me da el control del jugador uno para que pueda elegir antes, escojo a Sub—Zero y él a Raiden. Mientras jugamos nos damos cuenta de que ambos somos buenos, cada pelea es difícil, ambos conocemos algunos trucos y los ponemos en práctica, llegamos a un punto en el que ambos estamos jugando de pie, como que si eso nos fuera a ayudar a jugar mejor.
— Hola chicos. — Dice Kane sentándose en el sofá.
— Ahora no. — Dice Shawn de mala gana.
Esa pequeña distracción que proporcionó Kane me ayuda para ganarle a Shawn.
— ¡Ja! — Levanto ambos brazos en señal de victoria. — Bien jugado. —
Intento contenerme para no presumir de más.
— ¿Quieres jugar algo más?
— Esta vez te toca escoger.
— ¿Qué tal Mario Kart? — sugiere Shawn.
— ¿Es en serio? ¿Piensas impresionarla con eso? — Se burla Kane.
— ¿Quién te invitó? Ve a tocar tu tonta guitarra nueva.
— Podrías jugar residen evil, the last of us o incluso dead island, sabes que le gustan los zombis.
— ¿Cómo sabes que me gustan los zombis? — Arqueo una ceja.
— Denver lo mencionó. — Responde Kane algo incómodo. — ¿Qué tal si jugamos super smash ya que quieres jugar juegos tontos hermanito?
— ¿Para qué te gane como siempre?
— Eres tan malo para los videojuegos que hasta una chica te gana.
— Pues tu eres tan malo con las chicas que ninguna quiere estar contigo por más de una semana.
— Al menos mi carrera enorgullece a papá.
— Al menos yo no lo hago pasar vergüenzas.
— Yo mejor me voy. — Me levanto y tomo mi mochila del suelo.
— ¡No! — Me ordenan ambos.
Hago caso omiso y sigo de largo hacia la puerta.
¿Qué carajos pasa con los dos? Más bien ¿Qué carajos pasa con Kane? No nos toleramos, pero aun así insiste en arruinar las cosas con Shawn. Camino hasta el garaje donde está mi auto, el hombre que parqueo mi auto me da las llaves, meto mi mochila atrás antes de entrar al auto.
— Espera. — Dice Shawn corriendo hacia mi auto. — Lamento todo eso.
Su respiración es agitada, se queda junto a la ventana recuperando el aliento.
— Lamento que nuestra cita acabara así...
— ¿Era una cita? — Interrumpo.
— Bueno... No sé cómo le llames tú, pero para mí eso fue una cita.
¿No quieres quedarte un poco más? No me gustaría que nuestra cita acabara así.
— No, prefiero ir a casa. Creo que tienen cosas que solucionar en familia.
— No hay nada que pueda hacer para que te quedes ¿Cierto?
Niego con la cabeza.
— Prefiero que arreglen sus asuntos.
— Bien, conduce con cuidado. Por favor avísame cuando llegues a casa.
Noto un poco de preocupación en sus ojos.
— Está bien. — Sonrío. — Oye... — Digo con inseguridad. — ¿Puedes darme tu número?
— Claro.
Una sonrisa se asoma en su rostro mientras escribe su número en mi celular, luego de escribirlo se toma una foto para guardarla como foto de contacto.
— Aquí tienes.
Me devuelve el celular tocando intencionalmente mi mano. Shawn se separa un poco de mi auto para que pueda marcharme, al llegar al apartamento Marie y Jen están viendo una película de horror en Netflix, me siento en silencio junto a ellas, antes de verla le envío un mensaje a Shawn.
° Ya estoy en casa.
7:55 pm ✓✓
° Me alegra saberlo, gracias por avisar
Espero verte pronto.
Shawn 7:55 pm
Luego de eso intento ver la película, pero mis pensamientos sobre Shawn no me dejan prestar atención, simplemente observo aquel mensaje con una enorme sonrisa.