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Chapter 32 - Capítulo 7: La verdad está a simple vista

Parte 1

El dragón negro sin alas se movía rápidamente entre los enormes arboles del bosque fronterizo con el reino del desierto.

Alistair se encontraba montando al dragón.

No sé a qué se deben esas extrañas visiones, pero de algo estoy seguro, que Gabriel estuviera en ese momento en ese lugar tan apartado del resto en el castillo, y que fuera el único testigo del acontecimiento donde murió Daniela, nada de eso es coincidencia.

Esos eran sus pensamientos internos, luego procedió a mirar a su compañero Rakasha.

¡Más rápido!

Ya habían llegado a la zona donde los arboles eran tan grandes que no dejaban que se filtrara la luz del sol, pero aun así el dúo siguió adentrándose en el bosque.

Alistair se sentía culpable de no haber estado apoyando a sus amigos cuando lo necesitaron, incluso hubo una víctima fatal, Daniela.

En el pasado fueron Orochi y Caroline las victimas de unos atacantes desconocidos, y él tampoco fue capaz de hacer nada para salvarlos.

Alistair solo mordía sus labios con furia haciendo que de estos saliera un hilo de sangre.

Parte 2

La luz solar ya no penetraba en la densidad del bosque, ahora solo había oscuridad.

¡Más rápido, Rakasha!

Rakasha se deslizaba a gran velocidad entre los arboles apenas y generando algo de ruido a pesar de su gran tamaño, era como una sombra aún más oscura dentro de la misma oscuridad del bosque.

Las escamas de Rakasha parecían fundirse con el negro absoluto llegando a ser casi imperceptible por un tercero, incluso el cuerpo de Alistair parecía difuminarse en el espacio por la gran velocidad de su dragón.

La visión de Alistair se tornaba borrosa por la velocidad de Rakasha, aun así su determinación no flaqueaba.

Adelante…

Parte 3

Un camino de luz apareció frente a la pareja.

Llegamos… Rakasha.

Alistair dirigió la mirada a su compañero y este se la devolvió con satisfacción, aunque el dragón parecía no entender lo que pasaba, el solo ayudar a su compañero era suficiente.

Ante ellos se encontraba el desierto, y el lugar estaba rodeado de soldados comunes del reino de la Lluvia, pero había algo más.

Había un par de soldados de elite que solo siguen órdenes directas del patriarca Godwin y solo actúan bajo circunstancias muy específicas. Las armaduras de estos soldados eran un poco más grandes que el promedio, o más bien, los soldados eran más grandes que las personas promedio, estas gruesas armaduras eran de color azul cielo.

Rakasha se había aferrado de alguna forma con sus garras a los enormes arboles del bosque para mantenerse oculto en la oscuridad, y ahí sobre su lomo, se encontraba Alistair, aunque no estaba lo suficientemente cerca para poder escuchar de que hablaban los dos caballeros de elite.

Con mucha calma, Alistair se deslizo por el lomo de Rakasha hasta alcanzar una de las gruesas ramas de un árbol y pararse sobre ella.

Mierda, je, está demasiado alto.

Pero si Alistair quería escuchar de lo que hablaban aquellos soldados, debía acercarse lo suficiente.

Alistair empezó a bajar con mucha precaución por el enorme tronco, pero, su mano se deslizo haciendo que algunas hojas y tierra del árbol cayeran, pero para fortuna de Alistair, ninguno de los soldados se percató de esto.

Alistair solo dio un respiro de alivio y siguió bajando hasta eventualmente llegar hasta el suelo, y rápidamente se ocultó entre uno de los arbustos más cercanos hacia los caballeros de elite azul cielo.

Asomo su mirada entre las ramas y ahí los vio. Los caballeros de elite se encontraban de pie, al llevar yelmos, Alistair no podía tratar de leer sus labios, así que lo único que podía hacer era tratar de escuchar lo que pudiera.

Entonces empezó.

¿Por qué tenemos que…?

 

Es por seguridad… recuerda que…

 

…Cierto, después de todo Ga… no a la chica.

 

Aunque parecía que Alistair no lo había escuchado, de alguna manera logro interpretar lo que podía con esos cortes tan abruptos que eran producidos por el viento del desierto y la distancia entre él y los caballeros de elite.

¿Gabriel asesino a la chica?

Todas las piezas se juntaron de alguna manera en la cabeza de Alistair.

Los caballeros siguieron hablando.

No podemos permitir que más prisioneros intenten escapar por aquí.

 

Verdad… Algo pasara pronto, en el… mundo.

 

Alistair apretó sus puños.

¿Qué mierda significa eso? ''Algo pasara pronto en el mundo''.

Todos los músculos de Alistair se encontraban tensionados, en algún punto la herida de su espalda había dejado de sangrar.

Mientras Alistair se encontraba sumergido en sus pensamientos, escucho uno de los soldados hablar.

Aunque el patriarca está dudando de su lealtad, tiene otros perros que les puede soltar la correa para que se encarguen del descarriado.

Alistair solo trago saliva.

¿El patriarca lo sabe? ¿Y además tiene otros? Que mierda, todo el reino de la lluvia… es mi enemigo…

Alistair dio un paso hacia atrás, y luego corrió sin cuidar de no hacer ruido, los soldados rápidamente escucharon los movimientos de Ali y se dirigieron en su dirección.

Alistair en este momento estaba siendo perseguido por el bosque por un grupo de guardias y caballeros de elite.

Alistair no estaba preparado para enfrentar directamente a tantos soldados.

Solo había algo que Alistair podía hacer en esta situación.

¡RAKASHA!

Desde la oscuridad, la enorme sombra se movía entre los gruesos arboles incluso llegando a atropellar en su paso a muchos soldados estampándolos contra los árboles o algunas rocas grandes del área.

Alistair fue rápidamente arrojado hacia arriba cayendo sobre el lomo de Rakasha.

Vamos Rakasha, hacia arriba, debemos escapar rápido de esta zona tan claustrofóbica.

Rakasha solo asintió y utilizo un árbol para impulsarse fuera del bosque.

Ahí lo vio, el sol en todo su esplendor, ahora podían escapar por arriba del bosque más rápido que los soldados a pie.

O eso pensaba.

Rakasha todavía seguía en el aire por el enorme impulso que había realizado, y de la nada, sus escamas negras con purpura se pusieron en punta, era el instinto nato de peligro.

Alistair pudo verlo de frente.

Una enorme sombra al menos dos veces más grande que ellos estaba suspendida en medio del aire.

Era un enorme dragón de color rojo y su cabeza era verde esmeralda, su jinete era nada más y nada menos que un caballero de elite, lo más seguro es que era uno de los que se encontraba en la frontera con el desierto.

Sin previa preparación, el dragón rojo sacudió una de sus enormes patas impactando con el Rakasha manejado por Alistair, el impacto fue tal que fueron lanzados de vuelta a tierra, no sin antes atravesar los árboles y de alguna manera terminaron en la frontera con el reino del Desierto.

Alistair había caído del lomo de Rakasha sobre la arena y Rakasha había caído un poco más atrás, ambos tenían heridas en varias partes del cuerpo, pero ninguna herida fatal.

La sangre salía del cuerpo de Alistair y Rakasha y se fundía con la arena del desierto.

Llegaron varios soldados corrientes y empezaron a rodearlos incluido un caballero de elite. La arena empezó a levantarse para formar una pequeña tormenta, esta era producida por el aleteo del dragón rojo que había llegado nuevamente donde ellos.

El caballero que estaba de pie sobre la arena hablo.

¿Quién eres, chico? No puedes estar aquí, esta rotundamente prohibido.

Alistair se apoyó sobre su rodilla izquierda y se puso de pie aunque tambaleante.

Y hablo, talvez su respuesta no era la indicada, quizás la adrenalina del momento, realmente lo que pasaba por la mente del chico era un misterio, pero aun así decidió responderle al caballero de elite.

Solo pasaba por aquí, y es gracioso.

 

¿?

 

El caballero con armadura azul cielo estaba claramente confundido.

Es gracioso, encontrarme con unos bastardos que hablan de la muerte de una chica inocente como si no fuera nada, y además, están conspirando para quien sabe que mierda.

 

 

 

 

 

Todos los soldados presentes estaban impresionados.

Aquel chico sabía demasiado.

Los soldados corrientes se abalanzaron sobre Alistair pero en respuesta, Rakasha uso su cola para azotar varios de estos contra el suelo, a lo que Alistair corrió rápidamente y recogió una espada y un escudo.

Por el ataque de Rakasha, el número de soldados se había reducido drásticamente, pero el caballero de elite que estaba sobre la arena y el que estaba sobre el dragón rojo, no se habían movido.

El caballero de armadura azul cielo que estaba en tierra, empezó a avanzar rápidamente hacia Alistair acompañado de 3 soldados corrientes. Alistair también corrió hacia ellos en respuesta.

Alistair deslizo su espada entre el abdomen de un caballero y clavo su espada en el espacio entre el pecho y el yelmo de uno de los soldados haciendo que saliera una gran cantidad de sangre de este. Pero su espada se había atorado en el cuello del soldado y no podía sacarla, en este espacio, el soldado restante y el caballero de elite se abalanzaron sobre Alistair, pero antes de colisionar con este, un enorme rayo impacto con ellos, o más bien los atravesó y sus cuerpos se fundieron en el aire junto a sus armaduras.

Pero antes de asimilar su victoria, el dragón rojo montado por el otro caballero con la armadura de color azul cielo, se dirigieron hacia Alistair, pero Rakasha se metió en medio de Alistair y el dragón rojo recibiendo todo el impacto y siendo lanzado nuevamente por el aire.

Pero Rakasha se estabilizo en el aire y lanzo uno de sus alientos eléctricos directamente al dragón rojo pero este a pesar de su tamaño, lo esquivo en un parpadeo, Rakasha cayo nuevamente al suelo y Alistair se subió sobre su lomo.

Esto ahora era una pelea entre dos jinetes de dragones.