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Chapter 34 - Capítulo 9: Graduación

Parte 1

Alistair se encontraba lleno de vendajes luego de salir de su confinamiento en solitario.

Ya había vuelto a la casa Sur luego de 3 días, y pudo ver a Kenric bastante deprimido mirando hacia la nada bajo un árbol.

Alistair iba a hablarle pero fue rápidamente interrumpido por Ririna y Gabriel.

Ririna toco el hombro de Alistair y hablo.

- Lo mejor sería que no le hablaras en este momento, en tu ausencia, fue indudablemente rechazado por Ana.

Alistair solo puso una sonrisa forzada.

Gabriel toco su otro hombro.

- Lleva deprimido desde que fue rechazado, pobre Kenric.

Alistair solo pudo mirar fríamente a Gabriel y este pudo notarlo.

- ¿Pasa algo, Alistair?

- ¿Eh? No, nada.

Alistair rápidamente desvió la mirada de Gabriel, talvez se equivocó al escuchar, no creía que Gabriel pudiera matar a uno de sus compañeros.

Alistair se acercó a su amigo Kenric que se encontraba bastante decaído mirando al vacío.

El rostro de Alistair se puso en medio de la mirada de Kenric.

- Hola, amigo.

- …

- Ya escuche lo que paso del resto.

- …

- No te deprimas, pronto nos graduaremos y sin duda conocerás a alguna mujer que te valore, que sea un ángel para ti y tú para ella. ¿No crees?

Ante las palabras de Alistair, el rostro de Kenric se ilumino y rápidamente se puso de pie.

- ¡Tienes razón, pronto encontrare una mujer que me quiera por como soy, y nos casaremos y tendremos muchos hijos y seremos una familia feliz!

Alistair puso una sonrisa cálida.

- Así se habla viejo amigo.

- Gracias Alistair, y pensar que hace un año estábamos en el coliseo apunto de matarnos, jajaja.

- Sí, pero ahora somos camaradas.

Alistair y Kenric se dieron la mano mientras que el viento soplaba y las hojas del árbol empezaban a caer.

Parte 2

Rápidamente pasaron los días, el instructor Arne había vuelto a dar clase en la casa Sur con normalidad, lentamente los días volvían a la normalidad, y el evento donde Alistair peleo contra soldados patriarcales y descubrió una conspiración, eran días lejanos para él.

No hubo consecuencias reales.

O eso el creía.

Parte 3

Llego el día de la graduación.

Las fronteras del reino de la Lluvia estaban abiertas a los visitantes de los otros países.

La ciudad en estos momentos estaba lleno de extranjeros, tanto competidores como de turistas, era el gran evento.

Esto era un evento que ocurría una vez al año, para promover las buenas relaciones entre todos los países, pero eso no era todo, el objetivo real era regular y vigilar el poder militar de estos países y especialmente, ver qué clase de criaturas estos tenían, específicamente dragones.

El que controla los dragones, controla el mundo.

Esa era una frase muy común entre los grandes gobernantes de los países, incluso entre los soldados de estos.

Y como de costumbre, en este gran evento, el Reino del Fuego, del Hierro, Tortuga y Hielo no participaron. Así que el evento de graduación solo era entre los reinos de la Lluvia, Desierto, Tormenta y Espinas.

Parte 4

Alistair se encontraba en un carruaje junto al con algunos de sus compañeros de la casa Sur, de hecho todas los demás compañeros de las demás casas se encontraban dispersos en múltiples carruajes y sus compañeros bestias se encontraban también siendo transportadas en jaulas hacia algún lado.

Alistair miro por una de las fisuras del carruaje hacia afuera, iban por la ciudad y estaba llena de muchas personas con ropas distintas, eran extranjeros que vinieron para el evento de graduación.

Eventualmente llegaron a una especie de arena de combate que se encontraba en el reino del Desierto, un poco más allá de la frontera.

Todos los cadetes bajaron de los carruajes y entraron por un pasillo que los dirigía al centro de la arena de combate, el lugar estaba concurrido de visitantes de los distintos reinos participantes.

En el centro de la arena, los compañeros de los cadetes se acercaron a ellos, ya sea volando, corriendo o reptando.

En un extremo alto de la arena, dentro de una cúpula se encontraban sentados los respectivos gobernantes de los reinos participantes de tal evento.

El patriarca y gobernante del reino de la Lluvia, Godwin.

Una mujer esbelta de cabello negro y una expresión imponente, la gobernante del reino de Espinas, Berenice.

Un hombre alto, de piel morena y mirada fría, el gobernante del Desierto, Seti.

Un hombre corpulento, con una gran barba negra, el gobernante de las tormentas, Hatmeyth.

Estas 4 personas eran los que controlaban sus respectivos reinos y median el poder militar de sus países ''aliados''.

Desde el centro de la arena, Alistair solo tenía su mirada fija de Godwin, mientras apretaba sus puños, la rabia e incertidumbre lo invadía, ya no sabía en qué o quién creer, pero a la izquierda de Godwin, pudo ver a una hermosa mujer, la reina de espinas, Berenice. Al verla, recordó cuando la conoció hace mucho años, no pudo evitar sonreír y ver la hermosa mujer en que se había convertido.

Pero ahora Alistair no tenía tiempo de recordar el pasado, debía concentrarse en el evento de graduación, se montó rápidamente en el lomo Rakasha y se preparó para lo que viniera.

En la cúpula, Godwin se puso de pie y hablo frente a todos los espectadores.

- ¡Nos encontramos nuevamente en este gran evento de fin de año, donde nuestros mejores cadetes competirán entre ellos para ver quién es el mejor en una acalorada carrera a través del desierto junto a sus compañeros dragones u otra especie de bestia. Claramente el ganador al salir de su respectiva academia, tendrá un ascenso directo a capitán y se le asignara un grupo para liderar por su gran desempeño, pero más allá de eso, el honor de haber dejado a su país por todo lo alto y ser el orgullo de su nación!

Luego de que el patriarca Godwin diera el discurso de apertura, todo el público empezó a gritar eufóricamente, los demás gobernantes solo podían mirar de reojo al patriarca pero sin decir nada realmente.

Un soldado con una armadura plateada se acercó al grupo de cadetes y empezó a hablar en voz alta.

- ¡Deben superar la pista de obstáculos establecida, siempre deben seguir el circuito ya sea sobre tierra o aire, sin atajos ni saltarse la ruta, esto equivaldrá a una instantánea descalificación!

Todos los competidores empezaron a mirarse entre sí, Alistair pudo ver muchas caras conocidas, Ana, Erica, Tato, Darus y…

- Gabriel.

Gabriel se encontraba montado sobre su grifo.

Alistair claramente no confiaba en Gabriel, era muy sospechoso, pero decidió ignorarlo por ahora, debía concentrarse en la carrera.

Había muchas caras desconocidas montadas sobre distintos tipos de dragones, wyverns, serpientes gigantes, leones, lobos colosales y muchas otras cosas, el mundo era realmente grande.

El soldado de armadura plateada siguió hablando.

- A continuación daré la señal para el inicio de la carrera. Cuando baje mi mano, será la señal para que avancen.

Rápidamente el soldado bajo su mano, y con esto, dio inicio a la carrera de graduación.

Parte 5

La carrera había comenzado, desde criaturas aéreas hasta terrestres, el ambiente era perfecto para cualquier tipo de criatura, ya que el reino de la lluvia era llamado así por sus absurdas sequias, algún tipo de broma, últimamente el clima había cambiado, y ahora era más acorde a su nombre, lluvia, esto haría más difícil moverse en una carrera de este nivel para todos los participantes.

Alistair pudo notar que algunos concursantes que venían del extranjero tenían una especie de lentes, esto les daría más facilidad a la hora de moverse a gran velocidad evitando que el viento y cualquier tipo de obstáculo cayera en su vista.

Otros participantes llevaban apenas protección en sus cuerpos, mientras que los de la Lluvia tenían robustas armaduras, otros tenían ropas ligeras y protección solo en los codos y rodillas, y una especie de yelmo que solo cubrían sus cabezas pero no el rostro.

Todos esos detalles pudo notarlos Alistair en un instante mientras que la diferencia entre los rápidos y los lentos se hacía evidente.

- Ciertamente esos lentes se ven muy útiles para moverse a gran velocidad, aunque si le dijera a mi Rakasha que usara el modo ''Dios del rayo'' eso no sería problema, ya que los rayos eliminan cualquier resistencia del aire o cualquier cosa que se acerque a mis ojos a gran velocidad, pero, esa habilidad solo dura unos momentos, no me serviría para tener ventaja por mucho, debo guardar eso para el final.

Alistair solo veía como muchos competidores se iban alejando entre el desierto, ya hace un rato todos habían dejado la arena y ahora estaban en un circuito personalizado justo para esta carrera.

- ¡Rakasha, acelera!

Ante la orden, Rakasha acelero el paso poniéndose rápidamente entre los primeros lugares, definitivamente la especie de Rakasha era enfocada en la velocidad, rápidamente algo como un camaleón gigante se materializo al lado de Alistair y Rakasha, su jinete era una mujer con un traje de hojas de varios colores. El camaleón gigante lanzo un golpe con su lengua directamente al ojo de Rakasha haciendo que este perdiera visibilidad y velocidad, esto era totalmente legal en las reglas.

- Así que de esta forma quieres jugar.

Los competidores entraron a lo que al parecer fue un canal de un gran rio, pero ahora solo era una enorme grieta en el desierto, Rakasha empezó a saltar entre las rocas gigantes que se elevaban como columnas e impacto cerca del camaleón gigante y la mirada de Alistair y la jinete se cruzaron por un instante pudo ver una sonrisa en el rostro de la chica.

Aparte de su llamativo traje de hojas, la chica tenia esos lentes especiales pegados a su yelmo que solo cubría la parte superior de su cabeza como si fuera todo parte de un mismo sistema. Su cabello solo llegaba hasta los hombros, pero lo que llamaba la atención de Alistair, era el color rojizo de este y las pecas en el rostro de la chica.

- Primera vez que veo a alguien con ese aspecto.

Como si hubiera visto a través de él, la chica le hablo directamente a Alistair.

- ¿Qué pasa? ¿A caso te enamoraste de mí?

- ¡No digas estupideces!

Ante la respuesta de Alistair, la chica pelirroja solo se lamio los labios e inmediatamente el camaleón ataco con su lengua al mismo ojo de Rakasha.

Rakasha está con media visión pero inmediatamente lanzo una ráfaga de rayos desde su cuerpo lanzando al camaleón y su jinete contra los bordes del canal destruyendo varias columnas de rocas.

Pero del humo, el camaleón no salió de nuevo para atacar, había desaparecido.

Luego Rakasha sufrió un golpe de un costado mientras se movía a gran velocidad por el canal, luego sufrió otro impacto del lado contrario, ahora múltiples impactos de todas direcciones.

Alistair no entendía que pasaba.

Luego la respuesta apareció ante sus ojos.

Ahora eran dos.

Un segundo camaleón había aparecido con otro jinete muy parecido a la chica.

Cabello rojo, piel blanca con pecas.

El joven jinete del camaleón hablo.

- Hermana, vine a ayudarte porque te vi en muchos problemas, espero que no te moleste.

- ¿Ayudarme? Si lo tenía totalmente controlado.

Alistair solo miraba a los dos camaleones gigantes moverse rápidamente entre las rocas del canal.

- Mierda… Siguen llegando.

El camaleón de la chica uso su lengua para sujetar la pata de Rakasha y así evitar que escapara, y a continuación, el otro camaleón salto hacia Rakasha para dar un golpe contundente y sacar a Alistair de la carrera permanentemente.

Pero esta no era un enfrentamiento de 3 oponentes, era una carrera entre múltiples competidores.

Entonces ocurrió.

Un wyvern de color naranja pasó entre los camaleones evitando que atacaran a Rakasha lanzándolos lejos de él.

Rakasha rápidamente empezó a correr sobre los costados de la grieta esquivando múltiples bolas de fuego de varios dragones.

Las bolas de fuego impactaban sobre los costados de la grieta levantando polvo y rocas a lo que Alistair con sus brazos intentaba cubrirse de estas para evitar algún golpe en la cabeza.

Por un momento Alistair había olvidado de que se trataba todo esto, no era una batalla corriente, era un todos contra todos para saber quién era el mejor de los reinos.

Mientras que Rakasha seguía moviéndose a gran velocidad, un wyvern fue impactado por una llamarada de un dragón y este empezó a caer haciendo piruetas para intentar estabilizarse, sin lograr éxito. La cabeza del wyvern golpeo una de las columnas de roca perdiendo el conocimiento y ahora impactando contra Rakasha, ocasionando que Alistair saliera disparado por el aire.

El tiempo se detuvo por un instante para Alistair, solo podía ver como todos los dragones estaban inmóviles ya sea por el aire o por la tierra mientras se atacaban unos con otros, y luego de eso un destello llego hacia él.

Rakasha llego rápidamente en su ayuda cubierto de electricidad y lo recibió en su lomo.

- Gracias amigo.

Rakasha solo miro de reojo a Alistair y continuaron avanzando por el circuito.

Entre líneas 2

Berenice, Godwin, Seti y Hatmeyth: Estos eran los gobernantes del reino de Espinas, Lluvia, Desierto y Tormenta respectivamente.

- Me gusta tu nueva imagen.

Estas palabras venían de Godwin, e iban dirigidas a la princesa Berenice, ella sabía que se refería a su parche en su inexistente ojo derecho y su amputado brazo derecho.

Antes los ''halagos'' de Godwin, la princesa solo pudo entre cerrar su ojo izquierdo y apoyo su mentón sobre su puño izquierdo, luego de esto soltó una ligera sonrisa.

- ¿Te gusta? Me sucedió hace unos meses, resulta que un grupo sospechoso ataco directamente mi país, pero asumo que tú ya debes estar al tanto, ¿no? Godwin…

- No tengo la menor idea de que hablas. Explícame más a detalle, joven reina.

- Envié dos de mis soldados como espías hacia tu reino hace bastante tiempo (10 años aproximadamente), pero no volví a tener señal de ellos.

- Tu… Esa insolencia de tu parte.

Godwin se puso de pie repentinamente con gran enojo, mientras esto sucedía, Seti y Hatmeyth solo observaban un poco nerviosos mirándose el uno al otro mientras que Berenice lanzaba acusaciones de traición contra Godwin y este respondía con acusaciones de espionaje cuando se suponía que eran aliados.

El hombre corpulento de barba negra miro a Godwin y le hablo.

- Deberías sentarte nuevamente, patriarca. Estas dando una imagen desesperada a tu pueblo, y por supuesto, a nosotros, como si estuvieras ocultando algo. Aunque no apruebo las acciones de la reina tuerta y manca, ella tenía sus motivos, pero si no hiciste nada, no deberías dejarte llevar.

- …

Ante las palabras de Hatmeyth, Godwin solo entre cerro los ojos y se sentó en su lugar nuevamente, mientras que Berenice solo miraba a Hatmeyth con su único ojo mientras movía un poco su brazo protésico.

Berenice uso un telescopio para seguir viendo la carrera, el resto de gobernantes la siguieron y el tema quedo cerrado por ahora.