*Clank Clank*
Dos espadas chocando era el único sonido que llenaba el ambiente, dos personas luchabamos arduamente por ver quien era más diestro en el uso de la espada.
—Lo siento hijo, pero tu viejo aún tiene muchas energías qué malgastar —un hombre de mediana edad, treinta y siete años, me habló agitado por el entrenamiento que estábamos teniendo en el patio.
Yo, por mi parte, quería morirme en este momento. Mis músculos dolían, mi cuerpo pesaba y mi mente rogaba por descanso. Aun así no me quise rendir y seguir batiendo mi espada.
*Clank*
Un último choque fue lo que determinó al ganador, el hombre de mediana edad, mi padre, se alzó con la victoria por centécima doceaba vez en estos últimos ocho años.
Luego de haber obtenido el Katar de grado A e intentar sacarlo, fracasando en el intento, me decidí a vaguear por otro tres años más, hasta que tuviera siete años.
Aunque cabe destacar una información relevante que descubrí en ese tiempo.
Luego de recuperarme de mi fatiga mental, seguí usando "Conocimiento Mundial" para intentar recolectar más información, no sirvió de mucho, pero al menos logre aclarar cosas que aún me tenían dudando, ejemplo, la repartición de armadura de trama en Mundos Temática.
Se supone que en los Mundos Temática existen varios protagonistas e incluso cuando la Trama se resuelva y se llegue a una conclusión, aún puede quedar Energía del Destino para sostener otra Trama.
Se resume en historias conectadas entre sí, ejemplo, un mundo de zombies con diferentes protagonistas. Aún cuando la Trama se resuelva, en el futuro puede surgir otra por cosas inconclusas en la primera.
Volviendo al tema, la armadura de trama se distribuye según los logros de cada protagonista, si hay dos protagonistas al inicio de la Trama entonces se reparte equitativamente, pero conforme avance la misma y uno u otro gane más logros, que se traduce en Energía del Destino, la armadura de trama va a aumentar en uno de los protagonistas.
Eso es lo primero que logre aclarar, lo otro me dejo muy, muy confundido.
Lo que se denomina como Mundo no es algo así como marte o la tierra, el Mundo es donde se mueven el o los protagonistas, si una Trama va de un espía qué debe fingir ser un hombre de familia destacable, entonces el Mundo es la tierra en sí. Pero si un protagonista tiene, no sé, el poder de viajar a través de diferentes planetas o galaxias, entonces ese será lo que se determina como su Mundo.
Un Mundo puede ser un país en guerra o siete universos conviviendo entre sí dependiendo de la Trama y a donde tenga la posibilidad de ir el protagonista.
[Notificación del sistema: "Conocimiento Mundial (20%>15%)"]
—Uff, ese fue un buen entrenamiento hijo, aunque no eres alguien como Mort sigues teniendo un buen nivel. Una lastima que El Juez decidiera desaparecerlo... —Si, Mort vivió hasta los diez años y luego desapareció sin dejar rastro.
—Si, a pesar de que era un imbécil seguía siendo de la familia —me levanté del suelo y le di una palmada en el hombro a mi decaído padre.
Siguiendo con el contexto, después de saber sobre los Mundos no pude seguir indagando, pues tener más conocimiento podría alertar a la Entidad antigua aun si no se lo contaba a nadie.
Ese sujeto da miedo...
En fin, me la pase mariquiando hasta los siete años, luego de eso empecé a mostrar interés en las espadas así que mi padre me dio un entrenamiento intensivo que dura hasta ahora. No es por presumir pero mi habilidad actual es capaz de vencer a un personaje secundario en un Mundo Trama.
También desbloquee una opción en el Sistema que estaba bloqueada por mi temprana edad, el Sistema lo llama Capacidades, pero es lo mismo que los datos y estadísticas de los rpg comunes.
[Abriendo Capacidades...
Nombre: Kevin Alekey
Edad: 14 años
Raza: Humano
Títulos: Reencarnado. Don nadie (vida anterior). Personaje sin registros.
Capacidades:
Estado: Sano (99%)
Fuerza: Adolescente Humano (20%) (Potenciada por: Juramento: Ser diferente)
Inteligencia: Erudito (20%) (Potenciada por: Juramento: Ser diferente)
Voluntad: Inquebrantable (20%) (Potenciada por: Juramento: Ser diferente) (Potenciada por: habilidad pasiva de habilidad "Análisis") (Potenciada por: Resistir en mayor medida los efectos secundarios del Sistema Universal)
Resistencia: Adolescente Humano (20%)
Alma: Mortal
Habilidades: "Análisis" , "Conocimiento Mundial (20%)".
Talentos: Esgrima (10%) Lectura (100%) Combate desarmado (5%) Actuación (20%) Suerte aumentada (Talento pasivo por ser Usuario de Sistema).]
¿Eh? ¿Efectos secundarios del Sistema Universal? ¿Personaje sin registros? Que mierda...
Tengo que investigar esa estupidez...
—¡Albert, Kevin, entren a comer! —la suave voz de mi madre nos llamó desde nuestra casa.
Decidí aplazar mi investigación hasta la noche, en este momento deberían ser alrededor de las seis de la tarde así que no debería de llevarme demasiado tiempo cenar y sacar una excusa para ir a un lugar solitario en donde revisar el Sistema.
Mi casa era de madera un poco roida, se notaba el paso del tiempo y no me quejaba, mi padre me contó que esta casa se ha heredado durante dos generaciones así que era normal que se viera un poco maltrecha. Fuera de los detalles menores, era una casa normal de dos pisos, comedor, cocina, una habitación llena de libros que, por cierto, ya leí en su totalidad y una sala de reuniones, en el segundo piso están dos habitaciones, una para mis padres y una para mí, además de un patio que usábamos normalmente para entrenar.
Entramos y nos dirigimos directo al comedor en el que nos esperaba una hermosa mujer de cabello castaño hasta los hombros con un mechón cubriendo el lado derecho de su cara, en el lado izquierdo tenía unas pequeñas trenzas que llegaban hasta el lado de su ojo redondo con iris color morado, una expresión amable se cernia en su adorable rostro.
Mi madre es realmente hermosa, aunque durante mis primeros años estuve apegado a ella, después de escuchar la historia sobre "El Juez" y las sugerencias para evitar la muerte prematura de los hijos vigilados por este, decidí desechar los pensamientos lujuriosos qué nacian en mi al verla.
Si "El Juez" es capaz de ignorar la armadura de trama de los protagonistas estúpidos y suertudos o inteligentes y pervertidos, entonces alguien como yo, un don nadie que adquirió un Sistema, debería andarse con más cuidado.
Eso último lo acepte rápidamente, pues mirando un poco el sistema y usando "Análisis" en mi difunto primo, note que mi Sistema podía notar la armadura de trama que tenia una persona, mi estúpido primo tenía un pequeño porcentaje de la armadura de trama de este Mundo y aun así pudo reencarnar en una familia privilegiada, obtener una apariencia destacable y habilidades sobresalientes qué lo pondrían fácilmente por encima de un Usuario de sistema común como yo. Por mi parte, yo no tengo ni una pizca de armadura de trama, si me lanzarán un cuchillo en este momento, no habría un bostezo involuntario o un estiramiento post entrenamiento que me salvará, simplemente terminaría muerto.
Así que teniendo conocimiento sobre todo eso, también decidí ponerme a entrenar en secreto. Por supuesto eso fue después de los trece años, cuando una de las restricciones de mi Juramento se activo. Lagartijas, flexiones, abdominales, cortes al aire con una espada y, algo menos discreto, pedirle a mi padre que lanzará objetos aleatorios en momentos aleatorios del día para afilar mi instinto, tome precauciones para evitar sorpresas y mantenerme con vida.
—¿No te vas a sentar, Kevin? —mi madre preguntó preocupada, a veces olvido que mis monólogos internos no ocurren en milésimas de segundos o detienen mágicamente el tiempo.
—Si, es que mis piernas están un poco rígidas por el entrenamiento —respondí y tome asiento enfrente de un plato de madera lleno de estofado de cerdo.
Según leí en los libros de la biblioteca de mi casa, los animales comunes de la tierra también existen aquí aunque pueden haber variaciones qué se adaptan al ambiente en el que viven. Un ejemplo son los cerdos de montaña, desarrollan un pelaje extenso para resistir las bajas temperaturas o los conase, conejos evolucionados para luchar contra sus depredadores. La fauna de este Mundo está hecha para evolucionar rápidamente ante situaciones adversas y evitar la extinción, curioso cuanto menos.
Tomé la cuchara y bati brevemente el estofado, había trozos de carne de cerdo, zanahoria picada, papas peladas y algunas especias. Estaba humeando, así que cuando tome un trozo de carne junto a un poco de caldo tuve que soplar para evitar quemarme.
Repetí el proceso varias veces hasta que solo quedo un poco de caldo al fondo del plato opté por tomarlo entre mis manos y beber lo directamente.
—Delicioso... —no oculte mi suspiro de satisfacción al terminar de tragar, pude ver por un momento una sonrisa de alegría en la cara de mi madre y un asentimiento por parte de mi padre.
No está tan mal volver a sentir que es estar en una familia. Durante mis primeros años me fue complicado sentir eso debido a mi extraña lujuria, pero el miedo que sentía hacia "El Juez" me motivó a dejar de lado todo eso y ver a mi madre como lo que es, una ama de casa cariñosa y amable, admito que es hermosa y que podría competir contra modelos de talla mundial, pero en este momento la sensación que aflora en mi pecho al ver la sonrisa adorable de mi madre mirando mi satisfacción al comer superaba con creces la lujuria que podría sentir por su cuerpo.
Era una sensación relajante tener de nuevo una familia, y esta vez no echaría por la borda eso por un capricho estúpido. En fin, es momento de sacar una excusa para revisar eso de los efectos secundarios del Sistema...
*Toc Toc Toc*
Unos golpes en la puerta hicieron que detuviera mi accionar, estaba a punto de levantarme de la silla e irme a mi habitación pero quede a medio camino por algo que apareció frente a mí.
[Notificación del sistema: Se ha detectado una similitud entre la Entidad antigua y la persona a siete metros del Usuario. Se recomienda discreción.]
Asi qué decidiste aparecer, eh "Juez".
—¿Esperan visitas? —pregunté mirando a mi padre, sacudió su cabeza en negación, mire a mi madre, lo mismo...
Espero no sea nada malo, odiaría que algo le pase a mis padres...
—Vamos a ver —fue mi padre el que habló esta vez, los tres nos levantamos y caminamos juntos hacia la puerta, solo ahora es que note la diferencia de estaturas entre nosotros.
Mi madre media poco más de metro sesenta y seis, mi padre uno setenta y cuatro, mientras que yo uno setenta y dos.
La puerta de la entrada era un poco más alta del metro ochenta, quizá un metro ochenta y cinco. Esto no lo digo por gusto, sino por lo que vimos en cuanto mi padre abrió la puerta.
Un hombre más alto que la propia puerta estaba ahí parado, lo único que se veía era su ropa que consistía en una camisa blanca, unos pantalones marrones oscuros, botas negras hasta sus pantorrillas y una gabardina negra hasta sus rodillas con pelaje oscuro alrededor de las puntas inferiores.
M-mierda, este tipo es intimidante, no solo por su estatura sino porque también se veía fornido, además de llevar dos fundas en su cintura, una más corta que la otra con grabados extraños en ambas y contener lo que parecía una espada corta y una daga.
Estoy seguro de que tenía más armas, pero no podía verlas si no lo veía a cuerpo completo.
—Buenas tardes, ¿rangos inferiores de la familia Alekey? —mis padres habían sido aceptados por la familia Alekey, por parte de mi madre, pero algo así como si fueran bastardos.
—Uh, si, Alicia, Albert y Kevin Alekey, un gusto. ¿Qué necesita? —mi madre fue la que nos presentó, el imponente hombre se agachó un poco y entró en la casa, la madera rechino un poco pero no tuvo mayor dificultad en su tarea.
Cabello rubio cenizo, ojos afilados de color verde esmeralda y una pequeña cicatriz atravesando su ojo derecho.
Nos miró a los tres rápidamente y soltó una sonrisa divertida, mostrando que sus caninos son más grandes que los del humano común.
—Natch Astur, un gusto —mi mente se congeló durante un instante al ver como enfrente de mi aparecía una pequeña pantalla y una voz robótica hablaba en mi mente.
[Notificación del sistema: Se ha determinado que la Entidad antigua y el sujeto "Natch Astur" tienen una compatibilidad del 98%]
La sonrisa de Natch se ensancho aún más cuando giró su mirada hacia mí.
Mierda...