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Chapter 42 - La Hermana única

Me tomo bastante tiempo recuperarme de mis costillas, normalmente se demora 2 meses, pero a mi me tomo casi 4, aun así, el Duke a hecho bastante por entretenerme en el castillo, aunque últimamente me siento como una prisionera, ya que, tanto como Argus y Arisa me prohíben salir de estos terrenos con las escusa que es muy peligrosa que alguien con mi aspecto salga sola, para mi hay algo más, así que estoy pensando en fugarme, llevo la ultima semana estudiando el castillo, pero debo admitir que tienen todo muy bien vigilado, el único punto ciego es la parte que da al mar, pero tendría que lanzarme de un muro de unos 7 metros de alto, sin contar la distancia que hay desde el barranco al mar, y lo peor es que justo donde caería es un desfiladeros de rocas, la muerte es casi segura si me lanzara desde ahí.

Así que lo único que se me ocurre por ahora es engañar a los guardias, pero casi ninguno me habla... no se si es por mi aspecto de extranjera o mis ojos... rayos hace tiempo no me sentía así por mi aspecto, Gran siempre estaba para subirme el animo.

Una de las cosas que sucedió hace 1 mes, es que el hijo del Duke volvio de visita, por lo que me entere, Argus lo exilio por un tiempo a una casa de campo que tenia más al sur, me pregunto que habrá pasado entre ellos dos, porque no me convence que su relación se haya roto por que haya intentado abusar de mi... por desgracia en este tiempo estas cosas suelen pasar, no esta nada bien, pero no es algo que pueda cambiar, supongo. El asunto es que el barón se acerco a mi, esta vez apenas me toco el hombro le apuñale en la pierna, dejándolo chillando, Arisa recordó que estuvo furiosa conmigo, por lo visto ese remedo de persona es el único heredero de Argus que queda con vida, pero cuando le dije lo que sucedió a Argus el simplemente se rio, por mucho rato, hasta se burlo en la cara de su hijo, lo que me causo gracia.

Era un día precioso y por mas que siguiera pensando en salir, por ahora no lo conseguiría sin un plan.

Argus estaba enfrentando a su capitán Fisto O´conell, solía hacerlo al menos unas 3 veces por semana, siempre iba a verlos entrenar mientras me ponía a leer algún libro de la biblioteca del Duke... por lo visto se sorprendieron mucho de que supiera leer y escribir, actualmente al enterarse eso y que se me dan bien las matemáticas aunque las odios me pidió ayuda para que manejara la contabilidad de su casa, lo que era un puto desastre, obviamente Arisa siempre revisaba lo que hacia dos veces por si es que me atrevía a engañarlos, cosa que nunca se me a pasado por la cabeza.

Mientras Argus luchaba con su capitán, leía un libro de medicina que me encontré entre los libros del Duke... con razón casi todos se mueren cuando enferman, pero que idioteces llegaban a creer...

Ahí va de nuevo el capitán Fisto, siempre bajaba la velocidad cuando enfrentaba al viejo Argus, básicamente Fisto nunca peleaba enserio y se dejaba ganar, aunque debía admitir que para la edad avanzada de Argus se movía bastante bien, solo 6 movimientos le tomo a Argus derrotar a Fisto con su... creo que era una espada bastarda... aunque no conozco mucho de armas, solo se que es muy larga para ser una espada normal y se puede agarrar con ambas manos, a mi me bastaba con mi pequeño Granet, ese era el nombre que tenia grabada mi daga. Verlos me hace recordar cuando entrenábamos con Gran... siempre deteste ese entrenamiento, Gran la pasaba muy mal, recuerdo que un día por miedo nuestro entrenador se asusto de Gran, lo ataco de un ángulo imposible y el muy idiota saco su cuchillo de verdad, y le pego con la empuñadura fracturándole la mandíbula , recuerdo que ese fue nuestro ultimo día, ya que yo le corte los tendones del brazo a nuestro entrenador para que nunca más pudiera levantar un cuchillo.

-Esa si es la mirada de una asesina querida.

-Que palabras tan cariñosa de tú parte Argus. -dije suavizando mi mirada.

El simplemente se reía y se vanagloriaba de su victoria.

-Al menos podrías prestar un poco de atención a nuestro duelo con mi capitán.

Estire mi cuello para relajarme un poco, estaba segura que mi mirada estaba siendo más penetrante de lo normal por el recuerdo amorgo.

-Yo que tú no me darías tantos aires Argus.

El capitán Fisto me chisto por lo que dije.

-¿Que sucede capitán?, no le vas a decir a tú duke que te dejas vencer apropósito.

-Yume que mierdas acaba de decir. - Dijo Argus muy enfadado, era la primera vez que lo veía así.

-La verdad, el capitán Fisto, cambia de velocidad contestemente para que pareciera que esta peleando enserio, pero siempre se vuelve lento antes de atacarte, aunque he de admitir que debe ser bueno si es capaz de lograrlo sin que apenas se note.

-Duke Argus, mi señor no crea lo que dice esta extranjera, esta mintiendo yo nunca...

-Cállate Fisto, te orden que vengas a mi sin contenerte, te voy a dar una lección, niña dime si el inútil de Fisto se deja ganar nuevamente, si eso sucede Fisto te condenare a la horca, ¿me escuchaste?

-Como ordene mi Lord.

-Como quieras Argus. - le dije en tono aburrida.

Ambos dos se tomaron un pequeño momento para prepararse.

-¿Señorita Yume entiendes lo que acabas de hacer?

-Decir la verdad a Argus, Arisa, creo que se merece saberla, además creo que es mejor que Argus entienda que ya no esta para estos trotes.

-Te equivocas señorita Yume, acabas de poner en peligro la vida de Fisto.

Me dejo algo confundida lo que me dijo Arisa, supongo que hablaba por el amor que le tiene a Argus, creo que yo también apoyaría a Gran a ciegas, pero Argus no era él, y por bueno que sea, el carga con sus años, aun así lo que me dijo Arisa hizo que me diera curiosidad por lo que iba suceder.

Sin ninguna señal el duelo comenzó, Fisto muy ordenadamente se lanzo al ataque, aunque Arugus no hizo ningún movimiento, espero hasta el ultimo segundo el ataque de Fisto, en ese momento, sin desperdiciar ningún movimiento Argus dio un paso al lado esquivando el ataque, rápidamente Fisto contraataco girando sus caderas, pero ya era demasiado tarde, cuando Fisto miro a Argus el queo cegado por el sol, de manera apropósito Argus se alineo con la dirección del sol para cegar a Fisto, una sonrisa se dibujo en el rostro cicatrizado del Duke, era el rostro de un loco... Argus lo va a matar.

Sin perder el tiempo me lance para darle una patada a Fisto para salvarle la vida, apenas lo logre, incluso con todo eso Argus logro hacerle un corte en el brazo a Fisto, la herida que le hizo, dejo el hueso del brazo al descubierto.

Argus arremetió contra mi disfrutando lo que sucedía, me vi obligado a sacar a Granet (Daga) rápidamente para bloquear su ataque.

-Eso Yume, porque no peleas con este viejo, creo que tú si podrás entretenerme.

-No deseo luchar con alguien que me a tratado muy bien viejo.

-No seas aguafiestas, te aseguro que este viejo se contendrá, para non herirte, mira hagamos esto, ganes o pierdas, te concederé lo que tú desees.

-Ya buscas a Gran por mi... espera si peleo contra ti, déjame entonces visitar el pueblo que tanto me prohíbes ir.

Argus se puso pensativo...

-Concedido, pero no podrás ir sola, e iras cubierta para que no puedan ver tu cara, ¿Qué te parece?

Arisa se había acercado a atender a Fisto, que intentaba no gritar de dolor.

-Argus, idiota, no puedes prometerle eso, sabes que le harían si la ven en las calles en ese nido de ratas.

Era raro que Arisa insultara al duke, pero se notaba molesta.

-Arisa dejemos que este pequeño cardenal habrá sus alas, además como dije ira acompañada, no mejor tú la acompañaras.

-Yo no tengo problemas con eso, mientras me dejen salir del castillo puedo darte una que otra lección Argus.

Argus comenzó a reír.

-Sabia que había algo especial en esa mirada el día que te vi indefensa ante mi, perdona a este viejo, vivo por una buena pelea Yume, ¿tal vez podrás dármela?

Esta vez Argus agarro su su espada bastarda con ambas manos, por alguna razón su pose me daba mala espina.

-¿Comenzamos Argus?

-Adelante niña.

Cori directamente hacia el con mi daga, le hice una finta haciendo como que lo iba atacar por la derecha, pero finalmente fui a la izquierda, pero el ni siquiera cayo en ella, mis movimientos fueron bastante torpes, me era muy incomodo moverme con este vestido.

Argus decepcionado, vino directamente a por mi atacándome con el plano de su espada.

-Detente Argus.

Argus se detuvo en pleno ataque con la espada a medio camino de mi.

-¿Ahora que niña?

-Sabes podría haberte atacado ahora que te detuviste.

Argus volvio a sonreír.

-Aprovecha entonces, soy alguien que disfruta de los trucos en combate.

-Solo bromeaba, dame un segundo Argus... Arisa te pido disculpa adelantadas por tu vestido.

Rasgue el vestido hasta la altura de mis rodillas para moverme mejor, también estire mi espalda, para que se abrieran las junturas del vestido para que no me apretaran cuando me moviera para atacar.

-Mucho mejor ahora sí Argus, ya no tengo más escusas.

-Acaso estas haciendo exhibicionismo... buenas piernas por cierto.

Eso me dio escalofríos.

-Mira viejo verde, cuantas veces te tengo que decir que no me gusta que alguien como tú me piropee... aunque gracias, estoy orgullosa de mis muslos, Gran siempre se quedaba viéndolos.

No sabia que esta chica pudiera poner un rostro de adolescente enamorada.

-Bien continuamos o tengo que quedarme a ver este acto romántico de obra de teatro barata Yume.

-No comencemos a bailar entonces.