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Masacre Celestial

Mikoto_Ryoga
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Chapter 1 - Capitulo 1: Llegada del Averno

## **Temblores y Descubrimiento**

El amanecer apenas despuntaba cuando salí a correr. Eran las 5:00 a.m., y como cada mañana, mi rutina me daba un sentido de propósito. Mientras corría, el aire fresco despejaba mi mente, y pensé en Harry Godmin, el hombre que me había adoptado. Sabía que ya estaría trabajando en la gasolinera cercana, así que decidí pasar por allí.

Cuando llegué, vi a Harry detrás del mostrador. Me saludó con su típica sonrisa cálida. "¡Kamil! Justo a tiempo para un café. ¿Quieres uno?"

"Claro, café negro, como siempre," respondí, viendo cómo todo parecía tan normal. La calma antes de la tormenta.

Harry se rió mientras servía el café. "Sabes, podrías probar algo diferente algún día. ¿Qué tal un capuchino con un poco de canela? Es bueno cambiar de vez en cuando."

"Sabes que no soy de cambios, Harry," dije con una ligera sonrisa. "La rutina me da estabilidad."

Harry se recargó en el mostrador, mirándome con esa expresión amistosa que siempre tenía. "Tienes razón, chico. Pero recuerda, a veces la vida te da sorpresas. Es bueno estar preparado."

"Lo estoy," le aseguré, aunque mi tono era sereno y calmado, como siempre.

De repente, el suelo comenzó a temblar. Los estantes vibraron y los productos cayeron al suelo. Sentí que mi corazón latía más rápido, no solo por el miedo, sino por algo más. Una sensación extraña recorría mi cuerpo, como si mi sangre se hubiera convertido en electricidad. Tosí, como si el aire se hubiera vuelto más denso, más difícil de respirar.

"¿Qué diablos es esto?" preguntó Harry, visiblemente preocupado.

"No lo sé," respondí, tratando de entender qué estaba sucediendo. "Pero parece que algo está alterando la realidad."

### **El Primer Encuentro con lo Desconocido**

Cuando el temblor finalmente se detuvo, empezamos a limpiar el desastre en la tienda. Fue entonces cuando aparecieron fisuras en el aire, emitiendo destellos oscuros y un zumbido eléctrico. Me quedé congelado, observando lo imposible desplegarse ante mis ojos.

"¡Mira eso!" exclamó Harry, señalando las fisuras de las que ahora emergían docenas de criaturas demoníacas. Los demonios eran torpes y parecían desorientados al principio, como si la energía de la Tierra no los sustentara completamente. Pero a pesar de su debilidad inicial, su oscura armadura y sus extrañas armas eran aterradoras.

Mientras lidiábamos con el horror de lo que veíamos, tres clientes salieron del baño. Eran dos mujeres y un hombre, con la actitud despreocupada de alguien que no entiende la gravedad de la situación.

"¿Es esto algún tipo de espectáculo?" preguntó uno de ellos, sonriendo como si estuvieran en un juego.

"¡Sí, debe ser un reality show!" añadió otro, acercándose imprudentemente a los demonios.

Observé con horror cómo los demonios reaccionaron violentamente a su provocación. Incapaces de entender nuestro idioma debido a la extraña energía que los envolvía, los demonios atacaron, acabando con sus vidas al instante. Con cada muerte, la barrera invisible que los contenía se desvaneció.

### **La Huida**

No podía creer lo que estaba viendo. Todo lo que sabía, todo en lo que creía, se estaba desmoronando ante mis ojos. "Esto no puede ser real... no puede ser."

Harry, mucho más rápido para reaccionar que yo, me agarró del brazo. "¡Kamil, tenemos que irnos! ¡Ahora!"

Mientras corríamos hacia el coche de Harry, un demonio bloqueó nuestro camino, blandiendo su espada. Aunque mi mente estaba nublada por el shock, mi cuerpo actuó por instinto. Esquivando la hoja con un giro rápido, le di una patada en la cabeza, dejándolo aturdido temporalmente.

"¡Bien hecho!" exclamó Harry mientras corríamos hacia el coche.

Nos subimos al coche, y el sonido del motor arrancando fue un alivio momentáneo. Mientras conducía, noté que mis manos temblaban. Harry me miró. "Kamil, escúchame. Respira hondo. Mantén la calma. Lo resolveremos, ¿vale?"

Asentí, aunque apenas podía pensar. Saqué mi teléfono y llamé a la policía. "Por favor, necesitamos ayuda inmediata. ¡Hay… hay demonios… mi amigo está herido!"

La operadora al otro lado sonaba incrédula. "¿Demonios? ¿Es una broma?"

"No, no es una broma. ¡Por favor, envíen a alguien!" insistí, desesperado porque alguien me creyera.

En ese momento, una flecha atravesó el coche, hiriendo a Harry en el abdomen. Un demonio nos había alcanzado.

### **El Ataque y el Accidente**

Harry soltó un grito de dolor, y el coche perdió el control, chocando contra un poste de luz. La colisión agravó sus heridas, y sentí cómo el pánico se apoderaba de mí.

"Harry, ¡no! ¡Aguanta!" grité, tratando de ayudarlo lo mejor que podía.

Harry me miró con dolor en los ojos, respirando con dificultad. "No… no me queda mucho tiempo. Tienes que vivir… buscar ayuda."

Salí del coche tambaleándome. Mis piernas no respondían, y caí de rodillas en la carretera. Miré a Harry, todavía en el coche, cuando otro demonio apuntó hacia mí. Justo cuando estaba a punto de disparar, Harry, con sus últimas fuerzas, se interpuso en el camino de la flecha.

### **El Sacrificio Final**

La flecha atravesó su cuerpo. Con su último aliento, Harry me miró y dijo: "Kamil, tienes que vivir."

Se desplomó, inerte, dejando atrás un vacío que me destrozó por dentro. Grité su nombre, mientras las lágrimas caían y maldecía a los cielos y la tierra por su pérdida.

### **La Confrontación Final**

Finalmente, una patrulla de policía llegó, alertada por mi llamada desesperada. Observé cómo se bajaban, con las armas desenfundadas, sin ser conscientes de la pesadilla a la que se enfrentaban. A pesar de sus armas y chalecos antibalas, no estaban preparados para los demonios que se lanzaron sobre ellos.

"¡Policía! ¡Deténganse!" gritaron los oficiales, pero sus órdenes se perdieron en el caos. Las balas apenas afectaban a los demonios, y en pocos minutos, los agentes fueron superados y asesinados.

Me quedé allí, de rodillas, observando con horror cómo incluso aquellos que se suponía debían protegernos caían ante el poder de los demonios. La desesperación me envolvía mientras el mundo que conocía se desintegraba ante mis ojos.

Con lágrimas en los ojos y el corazón roto, supe que tenía que vivir. Aunque no entendía cómo ni por qué, tenía que encontrar una manera de sobrevivir en este nuevo y aterrador mundo.

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