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Chapter 57 - 057. Tensiones familiares (1ª Parte)

El viernes por la mañana llegó con una atmósfera cargada de anticipación y tensión sutil. Los últimos días habían transcurrido con una calma relativa, como la quietud antes de una tormenta, donde cada movimiento y decisión parecía encajar perfectamente en un engranaje mayor.

Li Wei, con su entusiasmo y dedicación inquebrantable, había conseguido lo que muchos consideraban casi imposible: ganarse la confianza de la exigente Nuria Narbona. Bajo su tutela, Li Wei se había convertido en una aprendiz diligente, absorbiendo conocimientos y habilidades a un ritmo que impresionaba incluso a los más escépticos. La relación entre ellas había florecido en una camaradería basada en el respeto mutuo y la pasión compartida por la ciencia.

Mientras tanto, Mei había estado ocupada tejiendo una red de estrategias y manejos sutiles. La información sobre las manipulaciones contables de Laura, que había conseguido desentrañar con meticulosa precisión, se mantenía como un as bajo la manga. Después de una discusión con Amelia, ambas decidieron que sería más estratégico revelar esos datos en la próxima reunión de directores, al inicio del cuarto trimestre. Era un movimiento calculado, diseñado para causar el máximo impacto en el momento preciso.

Por otro lado, Mei había logrado algo aún más crucial: organizar una videoconferencia con su padre y su hermano Jong, fijada para las diez de la mañana, hora local de Hesperia. La reunión prometía ser un punto de inflexión en la dinámica familiar, con Jason en el centro de las discusiones.

En el trasfondo de todo, Laura continuaba sus intentos de socavar a Amelia, pero la astucia y la prudencia de Amelia la habían mantenido un paso adelante, esquivando las trampas que Laura intentaba tenderle. La sombra de Sandro también seguía oscureciéndose, con más clientes abandonándolo y más denuncias de mujeres saliendo a la luz, evidenciando un patrón que no auguraba nada bueno para él.

Amelia, por su parte, había logrado asegurar un par de contratos sustanciales para "Energreen Solutions", consolidando su posición y demostrando su capacidad para liderar la empresa hacia la estabilidad. Las conversaciones con Mei sobre métodos de higiene femenina habían ayudado a Amelia a adaptarse a su nueva realidad, mostrándole la fortaleza de su cuñada y la importancia de estos lazos femeninos en tiempos de cambio.

Jason, sin embargo, se mostraba más distante de lo habitual, su mente atrapada en las sombras de una larga conversación que había tenido con Inmaculada Montalbán. Las discusiones sobre detener las adquisiciones, aunque necesarias, parecían haberle afectado profundamente, y su humor reflejaba la carga de esas decisiones.

Finalmente, la hora de la videoconferencia había llegado. Mei, Amelia, y Jason se encontraban en una de las salas de reuniones, el ambiente cargado de una tensión silenciosa mientras esperaban a que la conexión se estableciera. Las luces suaves del techo iluminaban la sala, reflejándose en las pantallas preparadas para la llamada. Era un momento crucial, donde las palabras que se intercambiarían podrían definir no solo el futuro del "Grupo Xiting", sino también los delicados equilibrios familiares que pendían de un hilo.

Cuando por fin la imagen de Jong Xiting y Liang Xiting apareció en la gran pantalla de la sala, una cálida sonrisa se dibujó en los labios de Mei. La joven no podía ocultar la alegría que sentía al ver a su padre y a su hermano, dos figuras importantes en su vida, aunque el ambiente en la sala estaba cargado de una tensión palpable.

—Bà, Dàgē. Encantada de veros. ¿Cómo está Māmā? —saltó rápidamente Mei, su tono ligero y afectuoso en un intento por aliviar la tensión que había sentido desde el inicio de la llamada.

Liang Xiting, con su porte imponente y rostro serio, dejó que una pequeña sonrisa se formara en sus labios al escuchar la voz de su hija menor. —Hola, Meier. Tu madre está bien y te envía recuerdos, aunque está un poco disgustada por tu decisión de no regresar —respondió, su tono afectuoso hacia Mei suavizaba un poco la dureza habitual de su voz.

La calidez en las palabras de Liang hacia Mei contrastó abruptamente con el cambio en su mirada cuando sus ojos se dirigieron hacia su hijo mayor, Jason, y la mujer sentada a su lado. La atmósfera en la sala se volvió tensa, casi opresiva, cuando el enfoque de Liang cambió de la ternura paterna a una fría evaluación.

—Hola, Jason. —Las palabras de Liang eran cortantes, su tono lleno de desaprobación—. ¿Esa es la mujer por la cual traicionas a tu familia?

El comentario cayó como un jarro de agua fría sobre Jason y Amelia. La calidez mostrada hacia Mei se desvaneció en un instante, dejando solo una frialdad gélida que atravesó a Jason. Amelia, sintiendo la tensión que emanaba de la interacción, apretó los labios, tratando de mantenerse serena a pesar de la dureza de las palabras de Liang. Bajo la mesa, Jason apretó fuertemente la mano de Amelia, como si buscara infundirle el coraje que él mismo intentaba reunir.

Jason, con la mandíbula tensa y los ojos fijos en su padre, respondió con una frialdad medida, pero la furia contenida brillaba en sus ojos. —Hola, padre. —Las palabras fueron pronunciadas con una distancia que solo aumentaba la tensión—. Ella es Amelia Antúnez, mi actual prometida, y no he traicionado a la familia. Fuiste tú quien me despediste del "Grupo Xiting" por habladurías de internet.

El silencio que siguió fue denso, cargado de emociones no dichas y heridas que aún supuraban. Amelia, aunque nerviosa, mantuvo su postura firme, sabiendo que cualquier señal de debilidad sería un triunfo para quienes los miraban con juicio desde la pantalla. Jason, por su parte, no soltó la mano de Amelia, su agarre firme era tanto un ancla para él como un escudo para ella.

Liang Xiting observó a su hijo con una mezcla de desilusión y desdén, pero detrás de esa fachada severa, Mei podía percibir un atisbo de preocupación y quizá un vestigio de la conexión que alguna vez existió entre padre e hijo. Por un breve momento, los ojos de Liang se suavizaron al mirar a Jason, como si estuviera buscando al joven que alguna vez admiró.

Jong, que había permanecido en silencio hasta ese momento, observaba con atención, su expresión neutra y calculadora, como siempre. Sabía que su papel en esta reunión era crucial, y aunque su relación con Jason era tensa, entendía que la familia debía encontrar una manera de resolver sus diferencias para avanzar.

Mei, sintiendo la creciente tensión, se inclinó ligeramente hacia adelante, tratando de mediar antes de que las cosas se intensificaran más. Sabía que debía actuar con rapidez para evitar que la situación se deteriorara aún más. —Bà, Dàgē, —dijo con voz suave pero firme—, estamos aquí para encontrar soluciones, no para reavivar viejas heridas. Todos queremos lo mejor para la familia, ¿no es así?

Las palabras de Mei, aunque delicadas, llevaban consigo una verdad que ninguno de los presentes podía ignorar. Liang desvió la mirada por un momento, su rostro aún rígido, mientras Jong asentía ligeramente, indicando su disposición a continuar la conversación en términos más diplomáticos.

Jason permaneció en silencio, su mano todavía entrelazada con la de Amelia, mientras observaba a su padre y a su hermano, esperando el siguiente movimiento. Sabía que, a pesar de las tensiones y los resentimientos, esta reunión podría ser una oportunidad para encontrar un camino hacia la reconciliación, si es que aún era posible.

El ambiente en la sala seguía siendo tenso, pero la intervención de Mei había conseguido, al menos por el momento, que todos bajaran un poco la guardia. La reunión aún estaba lejos de terminar, pero Mei, con su intervención oportuna, había logrado que el primer paso hacia una posible solución fuera dado.

—Señor Xiting, quiero mucho a su hijo —dijo Amelia, su voz firme pero teñida de preocupación. Sentía el peso de cada palabra, consciente de la tensión que suscitaba su relación con Jason—. No deseo ser un problema entre él y su familia. Sé que dejar a Jason no es una opción para ninguno de los dos, pero tal vez podamos encontrar una manera de limar nuestras diferencias.

Mientras hablaba, el rostro de Amelia reflejaba la incertidumbre que la asaltaba. No comprendía completamente por qué su presencia era vista como una amenaza, pero estaba dispuesta a hacer lo necesario para reconciliarse con la familia Xiting. Liang Xiting la observó detenidamente, su expresión impenetrable. Aunque reconocía que su hijo tenía buen gusto, no podía ignorar la diferencia social que separaba a Amelia de la familia Xiting.

Liang mantuvo su mirada fija en Amelia por un momento más, luego habló, su tono distante y frío. —Señorita Antúnez, más allá de lo que se diga sobre su comportamiento, espero que comprenda que no es digna de casarse con mi hijo. Ni siquiera si fuera la heredera de la Señora Montalbán, y no solo su protegida, lo sería. Un Xiting necesita más que eso.

Las palabras del Señor Xiting cayeron como un golpe en Amelia. Sintió que todo su esfuerzo por mantenerse firme se desmoronaba un poco. La neutralidad cortante del tono de Liang dejaba claro su desdén por su posición. Jong, quien hasta ese momento había guardado silencio, observó la expresión abatida de Amelia, su rostro reflejaba una leve sonrisa de satisfacción, aunque dudaba si intervenir o no.

Finalmente, Jong decidió romper el silencio, su voz tranquila pero firme. —Bà, no quiero parecer el abogado del diablo, pero la señorita Antúnez no es solo la protegida de la Señora Montalbán ni solo la mujer amada de Jason. En pocos días, ha conseguido ganarse la confianza de Meier, quien llegó aquí con la intención de separar a la pareja y emparejar a Jason con la señorita Tan. Además, ha sacado a "Energreen Solutions" de la quiebra, una empresa que llevaba en pérdidas desde que tú la vendiste. Y no olvides que posee un cinco por ciento del "Grupo Xiting".

Al escuchar las palabras de Jong, la expresión de Liang Xiting cambió drásticamente. Un destello de sorpresa y preocupación cruzó por su rostro. No podía entender cómo esa mujer, en tan poco tiempo, había logrado desestabilizar aspectos tan importantes de su mundo. La posibilidad de que Amelia fuera más influyente de lo que había supuesto comenzaba a hacerse evidente, y eso lo inquietaba profundamente.

Jason, observando la reacción de su padre, sintió una mezcla de satisfacción y aprehensión. Sabía que esto no resolvería todos los problemas, pero era un paso hacia una confrontación inevitable. Mientras tanto, Amelia, aunque herida por las palabras de Liang, sintió una pequeña chispa de esperanza al ver que, al menos, había logrado captar la atención de la poderosa figura paterna.

—Jong, no recuerdo haber visto a la señorita Antúnez en el accionariado del "Grupo Xiting" —intervino Liang Xiting, mientras revisaba rápidamente su tablet con una ceja levantada en señal de duda.

El ambiente en la sala se tensó, y las miradas se centraron en Jong, quien, lejos de mostrarse nervioso, esbozó una sonrisa que irradiaba confianza.

—¿Conoces quién es la dueña del nuevo grupo empresarial "Luminis Luxuria Group"? —preguntó Jong, dejando que sus palabras se deslizaran con calculada lentitud. Las caras de sorpresa de todos los presentes, excepto la de Jason, eran evidentes. —Es la señorita Amelia Antúnez —continuó, disfrutando del impacto que sus palabras causaban—. Si revisas bien, verás que figura con un cinco por ciento de las acciones de "Grupo Xiting", al igual que Inmaculada, Jason y Mei. Aunque en realidad, Jason e Inmaculada controlan otro cinco y veinticinco por ciento respectivamente, solo que bajo empresas controladas por sus propias compañías.

El rostro de Liang Xiting se endureció al escuchar esta revelación. Su expresión, antes controlada, ahora reflejaba una mezcla de incredulidad y preocupación. Si lo que Jong decía era cierto, con la ayuda de Inmaculada y Jason, Amelia podría, en efecto, llegar a tener una influencia considerable en el "Grupo Xiting". Juntos, controlaban el cuarenta y cinco por ciento de la empresa, mientras que él, junto con Jong y Mei, se quedaban con un escaso cuarenta y tres por ciento. La gravedad de la situación comenzó a asentarse en su mente, y de repente, comprendió la insistencia de Jong y Mei en negociar una tregua con Jason y su prometida.

Mientras tanto, Amelia y Mei intercambiaron miradas de desconcierto. Ninguna de las dos había oído hablar antes de "Luminis Luxuria Group". Ayer, Amelia poseía seis empresas individuales, pero hoy, esas mismas empresas habían sido fusionadas bajo un grupo, y ella figuraba como la propietaria. Justo unas horas antes, el asistente de Jason en Suryavanti había registrado la fusión de las seis empresas bajo ese grupo, consolidando la posición de Amelia.

Esta maniobra, ideada por Jason e Inmaculada, era el movimiento final para asegurar que Amelia tuviera una posición de poder significativa dentro del "Grupo Xiting" antes de la reunión con Liang Xiting. Amelia, aunque sorprendida, comenzó a entender la magnitud de lo que Jason e Inmaculada habían hecho para protegerla y fortalecer su posición.

Liang Xiting, todavía procesando esta nueva información, miró a su hijo menor con una mezcla de respeto y resentimiento. Sabía que tenía que abordar la situación con cuidado; el equilibrio de poder en el grupo se había vuelto más precario de lo que había anticipado.

—Padre —intervino Jason, su voz calmada pero cargada de sinceridad—, Amelia no desea una confrontación. De hecho, ella y Mei me convencieron para reunirme con vosotros con el objetivo de hacer las paces.

Jason hizo una pausa, su mirada pasando de su padre a su hermano, y finalmente posándose en Amelia, quien le devolvió una mirada de apoyo y confianza.

—Solo pedimos tu respeto, Bà —continuó Jason, sus palabras saliendo con la calma de alguien que ha meditado profundamente sobre la situación—. Tanto Amelia como yo tenemos nuestras propias empresas. No necesitamos el "Grupo Xiting". Con nuestro apoyo, el de Jong y Mei, controlas el cincuenta y ocho por ciento. No corres peligro como presidente.

Las palabras de Jason resonaron en la sala, y Liang Xiting se quedó en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. Sabía que la confrontación no era el camino, pero aceptar la situación significaba reconocer la independencia y la fortaleza que Jason y Amelia habían logrado por su cuenta. Aunque la lucha interna lo había agotado, también comprendía que la unión de la familia era crucial para enfrentar los desafíos externos que pudieran surgir.

El silencio que siguió a las palabras de Jason fue denso, casi palpable, mientras todos esperaban la reacción de Liang Xiting. Amelia, con la mano de Jason cálidamente entrelazada con la suya, sentía cómo su corazón latía con fuerza. Sabía que, aunque habían logrado exponer sus puntos con claridad, el verdadero desafío aún estaba por llegar. La respuesta de Liang Xiting podría definir no solo su relación con Jason, sino también el futuro de sus empresas y de la familia Xiting.

Liang Xiting frunció ligeramente el ceño, su mirada dura pero analítica. Durante unos segundos, su mente pareció estar procesando toda la información con la precisión de un estratega veterano. Finalmente, sus ojos se entrecerraron levemente mientras consideraba las implicaciones de lo que acababa de escuchar.

—"Luminis Luxuria Group" tiene su sede aquí, mientras tus empresas están en Hesperia —reflexionó en voz alta, su tono medido, como si estuviera evaluando una pieza clave en un tablero de ajedrez—. ¿Cómo pensáis mantener la relación? En algún momento, la señorita Antúnez deberá venir a Suryavanti para hacerse con el control de la empresa.