Amelia trabajaba frenéticamente en su oficina, con documentos y gráficos esparcidos por el escritorio. La luz natural del mediodía iluminaba intensamente la habitación, proyectando sombras nítidas a través de las ventanas. Su mente estaba centrada en encontrar la mejor distribución del trabajo y la forma de optimizar los recursos financieros para "Energreen Solutions". El tic-tac del reloj en la pared era el único sonido que acompañaba su concentración.
De repente, tres golpes firmes resonaron en la puerta. Amelia se giró justo a tiempo para ver cómo se abría y entraba Jason, acompañado de una mujer que reconoció de inmediato por las fotos vistas en internet: Nuria Narbona, la científica nominada tres veces al Premio Nobel.
—¡Jason! ¡Doctora Narbona! —dijo Amelia, levantándose rápidamente de su silla—. Por favor, pasen y tomen asiento. Me encantaría explicarles mi proyecto para "Energreen Solutions".
Jason la miró con una expresión seria, algo que Amelia no esperaba. —Lo siento, Amelia, pero no estás al mando —dijo, sus palabras clavándose en su corazón como un puñal. La mirada de Amelia reflejaba sorpresa y confusión.
—Eres la directora, pero seguirás las órdenes de Nuria. Debes cumplir con todos sus deseos y no disparar los gastos —añadió Jason, su tono firme.
Amelia sintió un nudo en el estómago, pero antes de que pudiera responder, Nuria intervino.
—Disculpa, señor Xiting. Deseo ver el enfoque de Amelia. La veo joven y a veces los jóvenes, además de ideas ingenuas, tienen ideas frescas —dijo Nuria con una sonrisa alentadora.
Amelia, aunque nerviosa por estar frente a una científica tan reconocida, se sintió ligeramente alentada por las palabras de Nuria. Respiró hondo y comenzó a exponer su plan. Jason la observaba con atención, sorprendiéndose al ver que el enfoque de Amelia era muy similar a sus propias ideas para revitalizar "Energreen Solutions". Amelia había contemplado cómo reducir los gastos en gestión y recursos materiales cambiando de proveedores, lo que permitiría afrontar con el mismo presupuesto los sueldos tanto de la Doctora Narbona como el de ella.
—Me gusta tu enfoque y algunas cosas pueden funcionar muy bien, pero veo necesario mejorar los ingresos para las cosas que voy a pedirte. No quiero tensionar más la economía de "Energreen Solutions" —dijo Nuria con una sonrisa.
—Gracias. En solo un mes me quieren someter a juicio y mi plan requiere al menos un año para empezar a salir de los números rojos —respondió Amelia, su voz mostrando una mezcla de ansiedad y determinación.
—¿Un año? No parece muy optimista de tu parte —comentó Jason, mientras analizaba los números en su mente. Aunque Amelia era realista, él sabía que generar cifras positivas en tan poco tiempo sería extremadamente difícil.
Nuria observó a Amelia con empatía mientras la joven se derrumbaba en su silla ante las palabras de Jason. Tenía claro cuál era su idea al llegar a "Energreen Solutions", pero podía posponer un poco el desarrollo de su propio proyecto para darle una oportunidad a esta joven prometedora.
—En seis meses podemos desarrollar varias patentes importantes y comenzar a sacar beneficios, pero necesito que me concedas todos los recursos, tanto personales como físicos, necesarios para ello. Pasado ese tiempo y con la empresa saneada, podríamos tener dos equipos. Uno para mi proyecto de almacenamiento de hidrógeno y otro para proyectos de menor envergadura que puedan ir produciendo patentes para generar más ingresos —propuso Nuria con un tono decidido.
—¿Patentes? Espera, he visto algo mientras estudiaba "Energreen Solutions". El Grupo Xiting está usando varias patentes nuestras sin coste alguno. Su contrato de colaboración termina en unos días. ¿Podemos negociar un cobro por ellas? No sería mayor al exigido a otras compañías —dijo Amelia, su mente trabajando rápidamente.
Jason sintió una oleada de satisfacción. Sabía que el Grupo Xiting tenía un proyecto de enorme envergadura económica que no se podría llevar a cabo sin varias de esas patentes. Aunque desconocía que el contrato de colaboración estaba a punto de caducar, la oportunidad de asestar un golpe a su padre y darle una lección era demasiado buena para dejarla pasar. —Exige un diez por ciento más y mantente firme. Di que solo estás dispuesta a ese precio por ser la empresa de mi familia —sentenció Jason, sintiendo que las cosas estaban marchando mejor de lo esperado. La lección que le daría a su padre, quien había llamado puta a Amelia, sería contundente.
Amelia asintió, sintiendo una renovada confianza. —Entendido. Haré todo lo posible para asegurar ese acuerdo.
Nuria la miró con aprobación. —Parece que tienes mucho potencial, Amelia. Estoy deseando trabajar contigo y ver cómo podemos llevar "Energreen Solutions" al siguiente nivel.
Jason observó la interacción entre Amelia y Nuria con satisfacción. A pesar de los desafíos que enfrentaban, había una sensación de esperanza y posibilidad en el aire. Sabía que con Amelia y Nuria trabajando juntas, podrían transformar "Energreen Solutions" en una empresa exitosa y rentable.
—Creo que es momento de presentarles a sus nuevos subordinados —sugirió Jason, con una sonrisa—. El equipo de "Energreen Solutions" está unas plantas más abajo. Será bueno que los conozcan y establezcan sus roles.
Amelia asintió, recuperando la compostura. Se levantó de su silla, alisando su vestido, mientras Jason abría la puerta para ellos.
—Vamos —dijo Nuria con un tono animado—. Estoy deseando conocer al equipo y ver cómo podemos empezar a trabajar juntos.
El trío salió de la oficina y se dirigió al ascensor. La caminata hasta el ascensor fue silenciosa, pero cargada de una sensación de anticipación. Jason presionó el botón para bajar y las puertas del ascensor se abrieron con un suave zumbido. Bajaron unas plantas hasta llegar al piso donde estaba ubicada "Energreen Solutions".
Al salir del ascensor, se encontraron en un pasillo amplio y luminoso. Las paredes estaban adornadas con fotografías de proyectos pasados y logros de la empresa. Jason los guió hasta una gran puerta de vidrio con el logo de "Energreen Solutions" grabado en ella. La abrió y entraron en un espacioso y moderno centro de trabajo, donde varios empleados trabajaban en sus estaciones.
—Atención, por favor —anunció Jason, llamando la atención de todos los presentes—. Quiero presentarles a sus nuevas líderes. Esta es Amelia Antúnez, su nueva directora, y la Dra. Nuria Narbona, quien se unirá a nosotros para liderar los proyectos de investigación y desarrollo.
Los empleados levantaron la vista de sus pantallas, y en un instante, el ambiente cambió drásticamente. El murmullo de voces se convirtió en un silencio expectante y luego en un bullicio de excitación. Algunos empleados intercambiaron miradas de asombro y admiración. Nuria Narbona era una figura legendaria en su campo, y tenerla allí era un honor inesperado.
De inmediato, varios trabajadores comenzaron a acercarse, formando un pequeño grupo alrededor de Nuria. Algunos intentaban presentarse, otros simplemente querían estrechar su mano. Amelia, por otro lado, quedó un poco al margen, observando cómo la atención se centraba en la renombrada científica. Sentía una mezcla de orgullo por tener a alguien tan brillante en su equipo y una leve punzada de inseguridad al notar la diferencia en la recepción.
—Es un placer conocerlos a todos —dijo Amelia, sonriendo—. Estoy emocionada por trabajar con ustedes y sé que juntos podemos lograr grandes cosas.
Nuria, rodeada por el grupo de empleados, levantó una mano para calmar la excitación. —Estoy aquí para apoyar a Amelia y a cada uno de ustedes. Traigo conmigo una serie de proyectos y espero que, trabajando juntos, podamos no solo mejorar la eficiencia de "Energreen Solutions", sino también llevarla a nuevas alturas.
El murmullo de aprobación creció, y algunos empleados aplaudieron. Jason observó la escena con satisfacción, viendo cómo Amelia y Nuria empezaban a ganarse al equipo.
—Trabajaremos codo a codo con todos ustedes para asegurarnos de que "Energreen Solutions" no solo salga de los números rojos, sino que se convierta en un referente en el sector —añadió Jason, reforzando el mensaje de apoyo y determinación.
Después de las presentaciones iniciales, Jason comenzó a presentar a algunos de los empleados clave del equipo.
—Este es Miguel, nuestro ingeniero jefe, y Ana, nuestra especialista en energías renovables —dijo, señalando a un hombre de mediana edad y una mujer joven que se acercaron para saludar a Amelia y Nuria.
—Es un honor tenerlas con nosotros —dijo Miguel, estrechando la mano de Amelia y luego de Nuria—. Estoy seguro de que juntos podremos superar los desafíos que tenemos por delante.
Ana asintió, con una sonrisa entusiasta. —Sí, he escuchado mucho sobre sus trabajos, Dra. Narbona. Estoy ansiosa por aprender de usted y colaborar en estos nuevos proyectos.
La visita continuó con un recorrido por las instalaciones. Mientras caminaban, Jason notó la tensión y la excitación en el ambiente. Algunos empleados seguían a Nuria con la mirada, como si estuvieran en presencia de una celebridad, lo que añadía una capa de presión sobre Amelia.
Finalmente, Jason los llevó a una sala de reuniones donde podrían discutir los próximos pasos en un ambiente más privado.
—Bien, creo que con esto concluimos la presentación —dijo Jason—. Amelia, Nuria, les dejo este espacio para que puedan empezar a planificar sus estrategias y coordinar con el equipo.
Amelia y Nuria se sentaron en la sala de reuniones, listas para comenzar su trabajo conjunto. Jason las observó por un momento, sintiendo una renovada confianza en el futuro de "Energreen Solutions".
—Estaba pensando —dijo Jason, mirando su reloj—, son las 12:45. ¿Qué les parece si nos tomamos un descanso y vamos a comer juntos a las 14:00? Me encargaré de reservar el restaurante. Quiero conocer sus opiniones después de esta primera toma de contacto en un ambiente más relajado.
Amelia y Nuria intercambiaron miradas y luego asintieron.
—Me parece una excelente idea —respondió Nuria con una sonrisa.
—Sí, creo que nos vendrá bien —añadió Amelia, agradecida por la oportunidad de discutir las cosas de manera más informal.
—Perfecto, entonces. Reservaré una mesa y nos encontraremos en el vestíbulo a las 14:00 —dijo Jason, despidiéndose de ambas con una sonrisa antes de salir de la sala.
Mientras se dirigía a su despacho para hacer la reserva, Jason sentía una renovada esperanza. La incorporación de Nuria y la determinación de Amelia le daban la confianza de que "Energreen Solutions" tenía un futuro prometedor.
Al llegar a su despacho, Jason hizo rápidamente la reserva para el almuerzo y se dispuso a trabajar en otros asuntos cuando su teléfono sonó.
—Hola, Inmaculada.
—¿Tu padre ha perdido la cabeza? ¿Cómo se le ocurre reemplazarte por ese inútil de tu primo? —La voz de Inmaculada sonaba sinceramente indignada—. Por supuesto, vamos a darle una lección a ese engreído de tu padre. Desafortunadamente, mañana parto hacia Suryavanti para disculparme con el maestro. Ya sabes cómo está nuestra relación.
Jason descargó un puñetazo sobre la mesa. Él había transmitido la urgencia de su maestro a Inmaculada, pero ahora esto era una molestia en sus planes.
—Quizás sea hasta bueno. El maestro quizás quiera involucrarse. Seguramente tiene un cinco por ciento del Grupo Xiting, como de otras empresas, y le encanta tener el control sobre todo en Suryavanti.
—Las sucursales de Suryavanti siempre me causan dolores de cabeza por sus maniobras. Aunque esté enfadado conmigo, como una de sus discípulas, debería ser más indulgente. En definitiva, cuando resuelva todo con el maestro, me pondré en contacto contigo para pulir los detalles de lo que deseas hacer. Pero quería expresarte directamente mi apoyo. Por cierto, cuida de mi ahijada. Si le haces algo a Amelia, podría reconsiderar mi apoyo. Nos hablamos en unos días.
—Nos oímos —respondió Jason, colgando el teléfono con una mezcla de frustración y determinación.
Mientras esto sucedía unas plantas más abajo, Amelia y Nuria habían llamado a la sala de reuniones a Ana y Miguel. El ambiente de la sala era profesional y acogedor, diseñado para fomentar la colaboración y la innovación, equipada con una gran mesa redonda y una pantalla para presentaciones.
—Bien, ahora que estamos todos aquí, me gustaría que nos pusieran al día sobre los desarrollos actuales y los desafíos que enfrentamos en "Energreen Solutions" —dijo Amelia, tomando asiento junto a Nuria.
Miguel se levantó y caminó hacia la pantalla. Conectó su portátil y comenzó a proyectar una serie de gráficos y datos.
—Actualmente, estamos trabajando en varios proyectos clave. El primero es la optimización de nuestros paneles solares. Hemos logrado aumentar la eficiencia en un 5% en los últimos seis meses, pero todavía estamos por detrás de algunos de nuestros competidores —explicó Miguel, señalando un gráfico de rendimiento comparativo.
—Además, estamos desarrollando un nuevo prototipo de aerogenerador que promete ser más eficiente en entornos urbanos. Sin embargo, estamos enfrentando problemas con la estabilidad y el ruido —añadió Ana, tomando la palabra—. También estamos trabajando en mejorar nuestras baterías de almacenamiento de energía. La capacidad ha aumentado, pero la durabilidad sigue siendo un desafío.
Nuria asentía y tomaba notas mientras Miguel y Ana conversaban. Amelia, por su parte, seguía la discusión con interés, reflexionando sobre posibles soluciones a los problemas planteados, consciente de que su especialidad eran los números y que su capacidad para contribuir en ese aspecto era limitada.
—Gracias por el resumen. Está claro que tenemos muchos desafíos por delante, pero también muchas oportunidades. Miguel, Ana, ¿podrían hablarnos un poco más sobre los miembros clave del equipo y sus roles? —preguntó Amelia.
Miguel asintió y empezó a explicar las responsabilidades y habilidades de cada miembro del equipo, al mismo tiempo que temía una nueva reducción de personal.
—Tenemos a Laura en el departamento de investigación, especializada en materiales avanzados. Es una de nuestras mejores científicas y ha estado trabajando en el desarrollo de nuevos materiales para nuestros paneles solares. Luego está Roberto, nuestro ingeniero principal en el proyecto de aerogeneradores. Ha estado con nosotros durante tres años y tiene mucha experiencia en el campo —explicó Miguel.
Ana continuó la presentación, hablando de otros miembros del equipo y sus respectivas áreas de especialización. Amelia y Nuria escuchaban atentamente, tomando notas y haciendo preguntas cuando era necesario.
—Parece que tenemos un equipo muy competente y con mucho potencial. Me gustaría conocer a todos en persona y escuchar sus opiniones sobre los proyectos en curso —dijo Nuria con una sonrisa.
—Eso sería excelente. Podemos organizar una reunión con todo el equipo para mañana por la mañana. Será una buena oportunidad para que todos se presenten y compartan sus ideas —sugirió Ana.
—Me parece adecuado; no obstante, iniciaremos las actividades esta tarde tras la comida. — Nuria replanteó la situación, — deseo evaluar las habilidades de manera individual. Laura y Roberto serán los primeros en ser evaluados.
—De acuerdo. Prepararemos una lista de los mas capacitados a los menos. — Contestó Miguel temeroso. —¿Serán muchos los despedidos?
—No, ¿Por qué? Mi planteamiento y espero el de Nuria es potenciar con el tiempo la plantilla. Ya estoy viendo de donde sacar el dinero para no repercutir en la plantilla.
—Casi todos los anteriores directores han despedido entre un diez y un veinticinco por ciento de la plantilla cuando han entrado. — Se lamentó Ana.
Nuria y Amelia se miraron. —Amelia no tocará ni un empleado siempre y cuando me resulte valido. Si se le ocurre despedir a alguien sin mi autorización pediré su cabeza. — Bromeó Nuria, pues había visto el proyecto de Amelia y sabía lo alejado de despedir de este.
Amelia asintió, sintiéndose más confiada con cada momento que pasaba. Sabía que, con el apoyo de Nuria y un equipo tan talentoso, podrían superar los desafíos que enfrentaban y llevar "Energreen Solutions" al éxito.
—Perfecto, entonces quedamos para después de comer. Mientras tanto, Miguel y Ana, por favor, envíennos un resumen detallado de cada proyecto, incluyendo los hitos alcanzados y los obstáculos que enfrentamos, así como el personal asignado a cada proyecto junto con sus capacidades. Quiero estar completamente al tanto de todo —dijo Amelia, tomando el control de la reunión con firmeza.
—Claro, Amelia. Tendréis los informes en vuestros correos antes del final del día —respondió Miguel.
Cuando la reunión finalmente concluyó, Amelia miró su reloj y vio que era casi las dos de la tarde. Se levantó de su silla y sonrió a todos. —Creo que debemos ir a comer. Esta tarde seguimos.