—Alina irrumpió en la finca con cólera recorriendo su ser. No podía creer que su padre hubiera enviado una bomba al refugio privado de Damien sin informarle.
—¿Cómo pudo hacerle eso? ¿Sabía cuánto lo amaba y se atrevió a intentar matarlo?
—Ella nunca debió haberle informado sobre dónde estaba el refugio de Damián.
—¡Mierda! ¡Todo es culpa suya! ¡Debería haber sabido que su padre atacaría cuando menos lo esperasen!
—Agarró las manijas plateadas de las grandes puertas blancas y entró de golpe en la habitación.
—Sabía que tenía que desinfectar sus ojos después de ver la escena frente a ella.
—Su padre era un hombre retorcido y a veces se preguntaba cómo su madre se había enamorado de un maldito pervertido como él. Probablemente porque la perra era masoquista.
—Él estaba metido en las perversiones más asquerosas que conozco.
—Estaba ocupado lamiendo el culo de una de sus muchas putas mientras otra lo follaba por detrás.