El viaje al hotel estuvo envuelto en un silencio inquietante, sumiendo a Stella en una ola de ansiedad que nunca había experimentado antes. Una peculiar sensación de nostalgia la inundó, recordándole su pasado con Nolan. Había momentos en los que salían juntos, muy parecido a su salida con Matteo. Sin embargo, esas ocasiones terminaban abruptamente, con Nolan acercándose demasiado, insistiendo en que tenían que irse ya.
Al volver a casa, él la sometía a una andanada de acusaciones, convencido de que ella había estado coqueteando con otros hombres cuando en realidad, ella solo anhelaba su protección como su novio. La situación de esta noche tenía similitudes, aunque Stella era muy consciente de que esta vez la culpa era suya. Aun así, no podía sacudirse la seguridad de sentirse a salvo. A pesar de todo, sabía que estaba en buenas manos.