Rhys estaba inquieto en el lugar de encuentro designado, su corazón latiendo fuertemente en el pecho. Había estado esperando esta cita con Beatriz durante semanas y ahora que el momento finalmente había llegado, se sentía más nervioso que nunca.
Revisaba su reloj por enésima vez, preguntándose si Matteo llegaría a tiempo. Rhys había acordado con el hermano de Beatriz que la dejara en el lugar, y se le habían dado instrucciones específicas de esperarla allí.
Mientras esperaba, no podía dejar de pensar en todo lo que podría salir mal. ¿Y si Matteo olvidaba y no aparecía?
¿Y si Beatriz había cambiado de opinión y decidido no venir? ¿Y si él metía la pata y se hacía el ridículo delante de ella?
Justo cuando empezaba a sentir que ya no podía más, vio un coche acercarse a lo lejos.
El corazón de Rhys dio un brinco de emoción al ver a Matteo salir del coche y abrir la puerta trasera para Beatriz.