Beatriz podía sentir la ira hirviendo dentro de ella. Siempre supo que su compromiso con Damien era solo porque su padre estaba siendo chantajeado y todos nunca quisieron esta unión, pero nunca pensó que su padre se rebajaría tanto como para llevarla a la fuerza una vez que ya no le beneficiaba.
Tomó una respiración profunda y trató de calmarse.
—Papá, no puedes simplemente irrumpir aquí y llevarme sin mi consentimiento. Tengo una vida aquí con Damien, y no la dejaré atrás solo porque tienes miedo por mi seguridad —dijo Beatriz firmemente.
La expresión de su padre se endureció. —Esto no es para discusión, Beatriz. Vendrás con nosotros, y eso es definitivo.
Ares intervino, tratando de aliviar la tensión. —Papá, entiendo tus preocupaciones, pero estoy seguro de que Damien está haciendo todo lo posible por mantener a Beatriz segura. Tiene un equipo de guardaespaldas altamente cualificados que la vigilan constantemente, y nunca está sola.