—¿¡Cómo que está desaparecida?! —Damien bramó, haciendo que Rhys se estremeciera ligeramente. Podía escuchar la ira irradiando de su voz.
—Fui a comprarle compresas sanitarias y cuando volví ya no estaba por ninguna parte —explicó con calma, pasando sus dedos por su cabello mientras tiraba de las raíces.
—¡Encuéntrala! Llama a Xavier, revisa las cámaras de seguridad, busca alguna pista. Yo voy para allá.
—No. Todavía estás recuperándote, Damien. Yo la encontraré, no te preocupes. Llamaré a Xavier y entonces sabremos qué hacer.
—Pero no puedo simplemente sentarme
—El doctor dijo que no estás para conducir y no quieres que se filtre nuestra ubicación, ¿verdad? No podemos arriesgarnos a nada. Te informaré cuando finalmente tengamos alguna pista de dónde podría estar. No te estreses demasiado. Tu cuerpo no puede manejar el estrés —Damien suspiró—. Por favor…encuéntrala.
—La encontraré —Rhys dijo y colgó el teléfono.