—Bueno, ahora Harper empezaba a comprender la dificultad de mantener las manos quietas —sin dobles sentidos.
Se preguntaba si debería sentirse halagada, de que él ya estuviese completamente excitado solo con quitarle la ropa. El asunto frente a ella estaba apuntando directamente a su nivel de los ojos, y parecía estar... creciendo más grande con cada segundo mientras seguía mirándolo. ¿Quizás debería tomarlo como una prueba contundente de que en efecto la encontraba atractiva?
También se preguntaba si debería sentirse... impresionada, por el tamaño de aquello.