—Chelsea, ¿verdad? —Sonrió al fin, aunque sonaba como si hablara con los dientes apretados—. Un placer conocerte, de verdad —respondió, enfatizando cada palabra con un tono extraño que era aún más gruñón y sarcástico que cómo le había hablado a Eli antes.
—¿Ustedes ya se conocían o algo así? —preguntó, lanzando miradas inquisitivas entre su hermano y su mejor amiga.
—No, por supuesto que no —respondió Tyler de inmediato, y puso los labios en puchero mientras tomaba asiento.
—Creo que tu hermano solo está actuando así porque tiene demasiada hambre. O está de mal humor —Se inclinó sobre la mesa y agregó en un susurro en dirección a Harper—. Ordene mosle algo de comer rápido. La pasta siempre ayuda con el SPM en mi experiencia.
—... —Harper.
Intercambió una mirada con Eli. Su novio, viéndose igualmente desconcertado y dudoso sobre la situación actual, se encogió de hombros.