** Eli **
Dulce maldito infierno —gimió Harper mientras se vaciaba en su boca, sellando sus labios alrededor de él como si no quisiera perder ni una sola gota.
Eli siempre había sabido lo diferente que era estar con ella. Siempre había conocido la magia de su toque, la facilidad imposible con la que ella sacaba los clímax más fuertes de él cada vez. Pero mientras este lo atravesaba, tan fiero en su intensidad que le cegaba la visión y convertía el mundo entero en un destello caliente de blanco deslumbrante, se dio cuenta de que la había subestimado una vez más. Sus aventuras anteriores no eran nada en comparación con esta pura dicha... tanto en el cuerpo como en el alma.