—¿Sube, Director Arkwright? —preguntó Michael inclinando un poco la cabeza—. Si no es así, seguiré mi camino.
Los ojos de Marcus chispearon de frialdad, pero aún así entró al ascensor. No unirse a Michael sería como un cachorro herido intentando huir de una bestia. Preferiría tragarse el compartir el mismo aire con él antes que dañar su ya herido ego.
Al cerrarse la puerta, un denso silencio envolvió instantáneamente el elevador.
Deslizando sus ojos hacia un rincón, Marcus hizo clic mentalmente con su lengua.
Hace unos meses, la Corporación Arkwright enfrentó una crisis que podía hacer que toda la empresa se desmoronara. Esto sucedió semanas después de que Marcus enfrentó críticas públicas por el clip filtrado de él y Vicente peleando.