Jackson estaba en la ducha cuando escuchó el chillido de Fil. Rápidamente agarró la bata de baño, envolviéndosela mientras corría fuera del baño.
Cuando salió, vio a Fil en el suelo. Su rostro lleno de horror, lo que lo impulsó a apresurarse hacia ella.
—¡Fil! —se agachó a su lado, viendo su tez pálida de cerca. Su cuerpo entero temblaba—. ¿Qué pasa?
—Eso... Jack, hay... Kim... —Fil señaló su teléfono a tres metros de ella. Su dedo temblaba, sus ojos desorbitados.
¿Kim?
Jackson frunció el ceño, a punto de levantarse y coger el teléfono. Pero Fil sujetó su muñeca, mirándolo con conflicto.
—Está bien, cariño —la tranquilizó—. Lo verificaré.
Fil le dejó ir a regañadientes, viéndolo recoger el teléfono.
El teléfono estaba boca abajo, pero cuando Jackson lo volteó, entendió lo que la había asustado.
—¿Es... Kim? —preguntó ella con voz temblorosa—. ¿Es ella?