[Advertencia de desencadenante: el capítulo contiene detalles que pueden causar malestar. No es recomendable para menores de 17 años.]
En el sueño de Fil había una mujer y un hombre, vistiendo ropa elegante al estilo de la realeza. No podía ver sus caras claramente, pero la forma en que hablaban y su constitución era suficiente para que asumiera que eran de la realeza.
—Respóndeme, Princesa Heredera —la voz del hombre era baja y dura, capaz de despertar una sensación de temor.
Sin embargo, la calma de Latrice permanecía. —¿Qué pregunta requiere una respuesta, Su Alteza?
Quentin apretó las manos mientras la amargura brillaba en sus ojos. Había venido a confrontar a Latrice después de pasar un día negando lo que había notado durante la visita entera del Duque del Sur. Lo que ella le devolvía, sin embargo, era el mismo trato neutral que daba a todos los demás excepto a Jackson.