Fil y Elijah disfrutaban de sus bocadillos en la sala de estar. Jackson los observaba desde la cocina, sonriendo sutilmente. Sin embargo, su sonrisa duró poco al pensar en lo que tenía en mente.
—Toma. Jackson regresó al área de estar, dejando un tazón de palomitas en la mesa. —Ustedes empiecen la película. Olvidé que necesitaba hacer una llamada telefónica.
Fil y Elijah lo miraron con curiosidad.
—Claro. —Fil sonrió, sin preguntar nada ya que sabía que él tenía muchas cosas que hacer. —Pero te esperaremos.
—No es una noche de cine si no esperamos por ti —agregó Elijah—. Tómate tu tiempo, hermano. No te preocupes por nosotros.
Jackson sonrió levemente y asintió entendiendo.
Cuando él se fue, Elijah se volvió hacia su hermana.
—Hermana, ¿está bien? —preguntó—. Mi hermano parece un poco raro desde que ustedes llegaron a casa.
—Bueno, creo que es mi culpa.
—¿Eh?