Sería una mentira si Fil dijera que no estuvo tentada de seguir a Michael. Pero como mencionó, había una razón por la que la gente decía que duraría mucho en un apocalipsis zombi. Ella rara vez se excedía. Por tanto, en lugar de seguir a Michael y arriesgarlo todo, eligió seguir con la decisión que había tomado.
Una decisión que debería haber tomado hace mucho tiempo.
—Fil. —Mariana sonrió aliviada cuando abrió la puerta y vio a Fil fuera de su suite—. Regresaste.
—Por supuesto —Fil sonrió brillantemente, levantando una caja de pasteles para mostrársela—. Te traje algo.
Mariana abrió más la puerta —Estoy a dieta, pero un cupcake bastará.
—¿Cómo te sientes ahora? —preguntó Fil mientras entraba casualmente en la suite.
—Mucho mejor, gracias —Mariana se sentó en el sofá y chequeó la caja de cupcakes que Fil traía consigo—. Guau. Esto se ve bien.
—Por eso lo compré, incluso cuando sé que estás a dieta —Fil se encogió de hombros—. Por cierto, fui a visitar a Valerie.