—Hermano mayor, eso es genial —Elijah expresó asombrado por teléfono—. Nunca he montado en un helicóptero antes. Es una experiencia increíble.
—No te olvides de presumirlo con tus compañeros de clase —Jackson rió, sosteniendo el teléfono frente a su oído—. ¿Ya llegaste a casa?
—Sí. Acabo de llegar —Elijah sonrió, echando un vistazo a sus padres que estaban con él en la sala—. Dijeron que te den las gracias por todo. Se divirtieron.
—Dile que pase cuando quiera —añadió Irene, alzando la voz para que Jackson la oyera desde el teléfono—. Le haré su pastel de manzana favorito.
—¿Escuchaste eso? —Elijah sonrió—. Deberías venir más seguido y traer a mi hermana contigo.
—A este paso, parece que Fil es quien se está casando con nuestra familia —Simón rió, ganándose un golpecito en el hombro—. ¿Qué pasa, cariño? Normalmente le pedimos a Fil que invite a sus amigos a casa, pero ahora, es al revés.
La ironía.