—Es una lástima que no vaya a ser testigo de eso en primera persona.
Justo en ese momento, un golpe en la puerta robó la atención de Fil. Alzó la vista hacia la puerta, solo para ver a Elise asomando su cabeza.
—¡Fil! —exclamó Elise, haciendo que Fil frunciera el ceño ante el pánico que dominaba el rostro de Elise—. El señor Sisson está aquí para revisar el progreso. Te está buscando. ¿Estás bien ahora?
—¿Jack está aquí? —Fil estaba confundida, solo para recordar que Jack había programado otra reunión hoy—. Cierto. Me dijo esta mañana que me vería en el trabajo.
—Oh, Dios mío —Fil soltó un grito de horror, revisando su cara en el espejo. Al ver que la hinchazón en su mejilla apenas había disminuido, Fil miró a Elise con desesperación—. ¿Puedes decirle que estoy enferma?
—Liv ya le dijo que tuviste un pequeño accidente y no puedes asistir a la reunión, pero él insistió —respondió Elise con desamparo—. Dijo que no te rompiste una pierna ni el cráneo, así que deberías estar bien.