—Aún no es tiempo de que te tome, pero te ayudaré a correr. Eso te calmará. Tengo un plan sobre cuándo y dónde lo haré. No te preocupes, disfrutarás en ese momento —Cedric se acercó a Yuki y se lamió los labios. Besó sus labios y lentamente exploró su boca con una mano alrededor de su cintura y la otra masajeando su pecho por encima del vestido y el sujetador.
—Ahhhh, más por favor Cedric —ella dejó escapar esas palabras entre besos. Yuki miró a Cedric y se apoyó más en su cuerpo.
—¿Más dices? Hmmmm —Cedric dejó de masajear su pecho y deslizó su mano hacia el dobladillo de su falda y luego subió lentamente su mano por su muslo—. Parece que estás disfrutando esto ahora mismo. Creo que debería excitarte tanto la próxima vez que me supliques pidiéndolo con cada pequeña provocación, mi Pequeño Esclavo.
—Amo... —Yuki tiembla al sentir la suave caricia y su respiración se acelera cuando la mano de él se acerca a sus bragas.