—¡Ah! —Justo cuando su corazón estaba a punto de hundirse, una idea increíble pero arriesgada cruzó por su mente. ¡Era algo que podría funcionar!
Ella echó un vistazo al impresionante esperma en sus pechos y sonrió.
...
Cuando Morgan entró en la habitación, se quedó pasmado. ¡A solo unos metros de él, su encantadora esposa estaba sentada frente al espejo, casi completamente desnuda!
Se estaba aplicando lo que parecía ser crema en su rostro y cuello.
Eso no fue lo que lo sorprendió.
Más bien, fue el líquido blanco cristalino salpicado en sus pechos. A través del espejo, él podía ver cómo el líquido resplandecía contra su piel blanca, brillando como joyas preciosas.
Mientras miraba su reflejo, ella lentamente comenzó a frotar el líquido blanco en sus grandes pechos, asegurándose de que se extendiera uniformemente.
Había pasado casi un año desde que la vio así, casi sin ropa.