La aparición de mutantes y habilidades sobrenaturales no llevó al caos global gracias al todopoderoso Gobierno Mundial. Más del 60% de la población mutante tiene que seguir las leyes al igual que el resto de la población, que consistía en humanos ordinarios; resultando en un mundo estable y un desarrollo que dio lugar a avances tecnológicos. La única excepción eran las regiones prohibidas y Lizinia, donde el gobierno no tenía control.
En la sociedad civil, sin embargo, había reglas estrictas sobre qué tipo de mutante podía usar sus habilidades en qué lugar y situación; con ciertas excepciones como defenderse y demás. Las reglas no eran demasiado estrictas ni había demasiadas restricciones que aseguraran que los mutantes no se frustraran y surgieran pensamientos de rebelión.
Así que, en resumen, la situación de ley y orden blindada aseguraba que los mutantes no usaran sus habilidades como quisieran y así, salvar a la sociedad civil del caos.