—Maestro —llamó Ruby con respeto.
Kiba bajó la cabeza y miró su figura arrodillada. Su postura era completamente sumisa, arrodillada sobre ambas rodillas en el suelo.
Ruby tomó una profunda inspiración y continuó:
—Espero que hayas disfrutado de mis antiguas compañeras.
Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Kiba y asintió en reconocimiento.
A cierta distancia, Cindy y otras sintieron un zumbido en los oídos. Sus ojos se abrieron y sus mandíbulas cayeron aún más, en completa incredulidad.
El uso de la palabra "maestro" por parte de Ruby no fue menos que el sonido de una explosión para el grupo de Polaris. Pero ahora, su siguiente declaración sobre "disfrutar" y "antiguas compañeras" fue una explosión ensordecedora que los envolvió.
—¿De qué está hablando? ¡Seguro...!