—El propósito de la moralidad es enseñarte, no a sufrir y morir, sino a disfrutar de ti mismo y vivir. En cuanto a las reglas que uno debe seguir en la vida... bueno, ¡si obedeces todas las reglas, te perderás toda la diversión!
Tanto Pítia como Ashlyn quedaron asombradas por las opiniones de Kiba. Su actitud hacia la vida era muy diferente de lo que se aceptaba en la sociedad.
—Lo más importante es disfrutar de tu vida, ser feliz, es todo lo que importa —Kiba miró los pétalos brillantes de las rosas en el jarrón—. Aunque solo he vivido por un corto tiempo, sé dónde reside mi felicidad y dónde no.
Arrancó un pétalo y lo colocó entre sus dedos. El suave y húmedo pétalo era reconfortante al tacto y su aroma era deliciosamente encantador.
—No quiero simplemente existir para siempre, no, quiero vivir —los ojos de Kiba seguían fijos en las rosas.