La expresión de Kiba era de furia mientras Amir le recordaba la posibilidad de que tal vez no pudiera proteger a Ruby.
—Cálmate —Alexia intervino y se unió a la conversación.
Colocó una mano sobre su hombro y dijo:
—Lo dice por tu propio bien para que no tengas ningún arrepentimiento en el futuro. Aunque nosotros como grupo somos fuertes, los peligros de aquí no deben subestimarse.
—Lo mejor para Ruby sería unirse a su padre —dijo Amir mientras Kiba se calmaba un poco.
Todo lo que él y Alexia habían dicho hasta ahora era una apuesta; creían que o ganaban o perdían todo, no había otra posibilidad. Si fuera posible, no deseaban usar esto, pero dada la situación actual y sus planes futuros, no había otra elección.
La mirada de Byron destellaba con astucia mientras escuchaba la conversación.
—Esto podría funcionar para nosotros —pensó Byron felizmente—. Kiba se ha encariñado con Ruby, así que esta sería la oportunidad perfecta para separarlo de este Amir y su grupo.