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Bai Qingqing trató de soportar el intenso dolor, pero finalmente sucumbió ante él. Cuando Curtis se introdujo un poco más, ella comenzó a retorcerse y a empujarlo para alejarlo.
—Espera un minuto...
—Sss~ —Curtis movió la lengua impacientemente. Luego sujetó el hombro izquierdo de Bai Qingqing con una mano para impedirle moverse.
—No te muevas —La voz de Curtis era aterradora y ronca. Cuanto más luchaba Bai Qingqing, más quería él tomarla fierce y bruscamente. No quería actuar por impulso, pues no deseaba lastimarla.
Lágrimas escaparon de los ojos de Bai Qingqing. Ella estaba equivocada, tan equivocada. Si querían hacer ese tipo de cosa, tenía que introducirlo hasta ese punto. Lo que pasó la última vez no fue nada.
Era tan tonta.
Los ojos de Curtis se volvieron más rojos ante las negativas de Bai Qingqing. Sus piernas se fusionaron gradualmente formando una larga y gruesa cola de serpiente. Sus genitales también cambiaron significativamente.
