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De camino a casa, Xue Ling y Huanhuan pasaron por varias tribus de bestias grandes y pequeñas. Las dos primeras tribus que encontraron habían muerto de enfermedad de la sangre muerta y ninguna de ellas sobrevivió.
Xue Ling las quemó a todas.
Las tribus que seguían estaban bien. No había señal de enfermedad de la sangre muerta por el momento, pero Xue Ling y Huanhuan aun así encontraron a los líderes de esas tribus y les contaron las noticias de la enfermedad de la sangre muerta.
De estos líderes, solo el líder de las bestias yak creyó las palabras de Xue Ling y Huanhuan.
Él inmediatamente reunió a los hombres de la tribu yak. No se les permitía salir solos nuevamente. Al mismo tiempo, se prohibió la entrada a la tribu a bestias desconocidas.
En cuanto a los líderes de las otras tribus, no tomaron en serio las palabras de Xue Ling y Huanhuan en absoluto.
