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Chapter 10 - Capitulo IX. Un cuerpo en la fabrica de textiles

A pesar de los recientes eventos, la ciudad parece estar volviendo lentamente a la normalidad. Sophia se despierta temprano esa mañana, como siempre, preparada para enfrentar otro día de intensa labor en la fábrica de textiles. Sigue su rutina habitual, vistiendo su uniforme laboral y asegurándose de que cada botón esté en su lugar y su cabello esté correctamente recogido. Se despide de su madre con un rápido beso en la mejilla y sale a la gélida mañana de Łódź.

Caminando por las calles familiares de su vecindario, saluda a los vecinos que pasan y respira el aire fresco del amanecer. Con cada paso, su mente se llena de pensamientos sobre las tareas que la esperan en la fábrica. Sin embargo, algo en el aire le parece inusual, una tensión palpable que no puede ignorar.

Al llegar a las puertas de la fábrica, Sophia se detiene en seco al ver una multitud reunida afuera, rodeada por un cordón policial que impide el acceso. El murmullo de voces y el rumor de la actividad policial llenan el aire, creando una atmósfera de intriga y preocupación. Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, Sophia se acerca a uno de los oficiales de policía que custodian la entrada, con la esperanza de obtener respuestas sobre lo que está sucediendo.

"¿Qué está pasando aquí?", pregunta Sophia, su voz temblorosa con la incertidumbre.

El oficial la mira con seriedad antes de responder: "Se ha encontrado un cuerpo en las instalaciones de la fábrica. Por orden del inspector, todas las operaciones han sido suspendidas hasta nuevo aviso".

El corazón de Sophia da un vuelco ante las impactantes palabras del oficial. Un escalofrío recorre su espalda mientras absorbe la gravedad de la situación. ¿Cómo podía haber ocurrido algo así en su lugar de trabajo? ¿Quién era la persona que yacía sin vida dentro de la fábrica? Mientras las preguntas inundan su mente, una determinación silenciosa se apodera de ella.

Con su uniforme distintivo, Tomasz Nowak, de 1.75 metros de estatura, ingresa al edificio. Sus ojos azules intensos, parecidos a un día soleado, contrastan con su expresión seria. Su pelo, de un marrón profundo, se mantiene corto y peinado, reflejando un aire de pulcritud y disciplina. Su piel, levemente tostada por el sol, señala su afinidad por las actividades al aire libre. Posee una constitución física fuerte y atlética, producto de años de riguroso entrenamiento militar y esfuerzo físico. El bullicio de la muchedumbre se desdibuja mientras se enfoca en el lúgubre hallazgo que le aguarda en el interior.

La fábrica es un lugar enorme, con techos altos y espacios abiertos que se extienden hasta el horizonte. La iluminación es escasa, solo algunas luces debilitadas que iluminan parcialmente el lugar. La maquinaria que rodea a Tomasz es imponente, con telares y hilanderas que vibran en un ritmo frenético. El ruido de las máquinas es constante, una especie de sinfonía industrial que llena el aire con una melodía monótona.

Hay varias entradas y salidas dispersas por todo el lugar, cada una con una puerta grande y robusta que permite el paso de los trabajadores y la maquinaria. Algunas de ellas están cerradas, mientras que otras están abiertas, permitiendo ver la oscuridad y el caos que se oculta allí dentro.

Tomasz se adelanta hacia una de las puertas abiertas, sintiendo la tensión aumentar en su pecho. Al pasar por la puerta, se encuentra con una escena macabra: el cuerpo de una mujer joven, yacía en el suelo entre las máquinas. Su cabello está desordenado y su rostro blanco y pálido, como si hubiera muerto de repente.

Tomasz se acerca con cautela al cuerpo, cada uno de sus pasos llenos de una mezcla de precaución y curiosidad. Su mirada, aguda y analítica, comienza a escrutar los detalles con la atención profesional que solo un hombre de su experiencia podía tener. Observa cuidadosamente el cabello desordenado de la mujer, su rostro blanco y pálido, y el uniforme que viste, idéntico al de Sophia. Entiende que cada detalle, por pequeño que sea, podría ser una pista valiosa en este enigmático rompecabezas. Mientras su mente trabaja arduamente para procesar la información, un escalofrío recorre su espalda al identificar el asesinato como un acto de tipo ritual pagano, un elemento que añade una capa más de complejidad y misterio a la investigación.

El cuerpo presenta múltiples heridas que sugieren un acto ritualístico meticulosamente planificado. Se observan incisiones profundas en la piel, realizadas con precisión quirúrgica, que forman patrones simbólicos o geométricos. Estas incisiones probablemente hayan sido realizadas con un instrumento afilado y puntiagudo, lo que sugiere un control y destreza por parte del perpetrador.

Se pueden identificar patrones en las lesiones que sugieren un propósito ritual o ceremonial, como la disposición de las incisiones alrededor de ciertas partes del cuerpo, la presencia de objetos ceremoniales colocados sobre el cadáver, o la utilización de materiales específicos en el acto.

Además de las heridas evidentes, es importante notar que no hay signos de lucha o resistencia por parte de la víctima. Esto indica el grado de coacción o violencia empleada durante el acto. Se puede ver que si se han extraído órganos o tejidos corporales, el cuerpo no tiene ni ojos ni corazón, lo cual puede ser parte de simbolismo ritual o prácticas de magia negra.

Reflexiona Tomasz sobre las posibles consecuencias de este descubrimiento: ¿quién podría ser esa joven sin identificar? Mientras tanto, los forenses se dedican a sus tareas, por lo que se procede al traslado del cuerpo hacia la morgue.

Los símbolos ritualísticos están más claramente definidos ahora que antes. Las incisiones forman una estrella de cuatro puntas, con los brazos extendiéndose hacia las extremidades del cuerpo y los puntos terminando en la parte superior de la cabeza, el pecho y los muslos. Entre el cuerpo, las telas y los objetos, los símbolos parecen iluminados por una luz misteriosa, como si estuvieran conectados a algún poder oculto.

Tomasz se siente un poco más seguro al descubrir que la víctima no es una mujer conocida por las trabajadoras de la fábrica, ya que esto significa que no fue un asesinato casual. Sin embargo, la forma en que se ha dispuesto de la víctima aumenta su curiosidad y su deseo de descubrir la verdad detrás de este asesinato ritual.

El oficial de policía examina más de cerca los objetos colocados sobre el cuerpo. Hay una serie de herramientas antiguas y objetos de bronce, algunos con inscripciones en un idioma ruso. Algunos de estos objetos parecen ser amuletos o amuletos de protección gitana, lo que sugiere que el asesino podría tener conexiones con la antigua religión pagana.

Tomasz siente una sensación de misterio y peligro en el aire. Está claro que este asesinato no es simplemente una acción de violencia, sino algo mucho más profundo y sin sentido. La forma en que se ha asesinado a la víctima y los objetos ritualísticos encontrados en el lugar indican que se trata de un acto de magia negra o un sacrificio a algún dios antiguo.

Con una nueva determinación, Tomasz se retira de la fábrica, llevando consigo el cuerpo y los objetos encontrados en el lugar. Sabe que esta investigación no será fácil, pero está decidido a descubrir la verdad y a traer a la justicia al responsable de este asesinato ritual.

Sophia camina por las calles de Łódź con pasos apresurados, su mente aún aturdida por el descubrimiento macabro en la fábrica textil. El aire está cargado de tensión y el bullicio de la ciudad parece amortiguado por el peso de lo sucedido. Al doblar la esquina, se encuentra de frente con Alexander, quien también parece sumido en sus pensamientos.

"Alexander", lo llama Sophia, su voz apenas un susurro en el aire frío de la tarde.

Él levanta la mirada y la ve acercarse, sus ojos reflejando la turbación que también alberga en su interior. "Sophia", responde, su tono sombrío.

Se detienen uno frente al otro, compartiendo un silencio cargado de significado. Hay algo en la atmósfera que los rodea, una sensación de inquietud que parece envolverlos a ambos en su abrazo implacable.

"¿Has oído hablar del asesinato en la fábrica?", pregunta Sophia, rompiendo el silencio con un susurro tenso.

Alexander asiente sombríamente. "Sí, acabo de enterarme. Es terrible".

Ambos comparten una mirada cargada de preocupación, conscientes del peligro latente que acecha en las sombras de la ciudad. Sophia recuerda las palabras de Kamil, y resonaban en su mente como si fueran un presagio de lo que está sucediendo.

Respira profundamente antes de hablar, su voz apenas un susurro en el aire tenso que los rodea. "Kamil mencionó algo... dijo que veía la muerte en mi mano. Y ahora, con lo que ha sucedido en la fábrica, siento que hay algo relacionado o solo estaré alucinando".

Alexander frunce el ceño, procesando la información mientras observa a Sophia con preocupación. "Muerte en tu mano... eso no tiene sentido", murmura. "Parece que estamos en momentos difíciles, el ejército alemán en la ciudad, lo sucedido en la fábrica, no saber qué está pasando en la guerra, etc."

"Y tú, ¿qué piensas sobre todo esto?", pregunta Sophia, tratando de regresar la conversación hacia Alexander y sus propios pensamientos.

Él suspira, una expresión de determinación cruzando su semblante. "Considero que debemos irnos de aquí, todo es demasiado peligroso. No solo en la fábrica, sino en toda Łódź". Sophia asiente, una chispa de admiración destellando en sus ojos oscuros.

Juntos, se mantienen en la calle vacía, envueltos por la soledad que los rodea. Pero en medio de la incertidumbre y el peligro, hallan una conexión, una resolución compartida de desentrañar la verdad tras los horrores que acechan en las sombras de su ciudad natal.

La noticia se extiende velozmente por la urbe, pues en el ámbito de una pequeña ciudad, cada homicidio suscita un estremecimiento que trasciende sus límites exiguos. La intempestiva defunción de un extranjero, un migrante cuya identidad se oculta en la penumbra, añade un enigma adicional a un crimen ya intrincado. En sitios donde todos se conocen, la irrupción de un forastero, sobre todo uno cuya presencia culmina en un desenlace trágico, perturba la aparente concordia de la colectividad.

Los rumores y las suposiciones se extienden rápidamente como el fuego en un campo seco. Las preguntas flotan en el aire, alimentadas por la incertidumbre y el temor: ¿Quién era este individuo sin nombre que encontró un destino tan sombrío? ¿Qué lo llevó a este lugar tranquilo y qué secretos ocultaba su pasado?

Los residentes, acostumbrados a una vida tranquila y predecible, ahora se ven obligados a enfrentarse a una realidad inquietante: que incluso en su propia puerta, el peligro puede acechar en las sombras.

Mientras el sol se posa sobre los tejados de Łódź, Alexander y Sophia se dirigen a la modesta morada de los Nowak en busca de un respiro del inquietante peso de la información que han recibido.

La madre de Alexander y Tomasz, Helena, los recibe con los brazos abiertos y un gesto acogedor. La pequeña cocina está impregnada del aroma reconfortante de la comida casera, y el sonido de los platos chocando y las voces familiares llena el aire. Helena, con su delantal manchado y una sonrisa amable en el rostro, los invita a sentarse a la mesa mientras sirve generosas porciones de sopa caliente y pan recién horneado.

Entre bocados de comida reconfortante, Sophia comparte con Alexander lo que Kamil le había revelado. La mirada de Alexander se oscurece con preocupación mientras escucha atentamente, su mente trabajando para comprender el alcance de las palabras de Kamil y las implicaciones para su futuro incierto.

"Sophia, ¿por qué andas preguntando esas cosas?", murmura Alexander, una arruga de preocupación cruzando su frente. "¿No puedes confiar en lo que dijo un gitano?".

Sophia asiente solemnemente, su mirada fija en la sopa frente a ella. "No lo sé, pero algo en sus palabras... algo me dice que hay algo de verdad en lo que dijo".

Los Nowak, observando la conversación con curiosidad desde la cabeza de la mesa, intercambian miradas preocupadas.

Tomasz entra a la modesta casa de los Nowak con pasos pesados, su rostro marcado por una expresión de profunda preocupación. Al ver a Alexander y Sophia sentados a la mesa, se acerca a ellos con urgencia, sin siquiera saludar a su madre.

"Presten atención, acabo de presenciar algo horrible en la fábrica", expresa Tomasz, con un tono serio y lleno de angustia. "Hallaron el cadáver de una mujer, víctima de un cruel homicidio. Daba la impresión de un espeluznante rito".

Alexander y Sophia lo miran con ojos abiertos, la sopa olvidada frente a ellos. Helena se acerca, con una expresión de preocupación en su rostro.

"¿Qué has visto, hijo?", pregunta, su voz suave pero firme.

Tomasz toma una profunda respiración antes de continuar. "El cuerpo estaba dispuesto de una manera extraña, con incisiones y patrones en la piel. Parecía haber sido mutilado de una manera ritual". Hace una pausa, su mirada oscura y seria. "Y lo peor es que no tenía ni ojos ni corazón".

Alexander y Sophia intercambian una mirada cargada de significado, recordando las palabras de Kamil. Helena los observa con inquietud, su preocupación materna reflejada en sus ojos.

"¿Crees que puede haber alguna conexión con lo que Kamil le dijo a Sophia?", pregunta Alexander.

Tomasz sacude la cabeza con firmeza, su ceño fruncido en un gesto de escepticismo.

"No creo que haya relación con lo que ese gitano le haya podido decir a Sophia", declara, su voz firme y decidida. "Esto parece ser un crimen atroz, probablemente cometido por algún lunático. No debemos darle más vueltas a las supersticiones y los rumores".

Helena se acerca a Tomasz, posando una mano reconfortante sobre su hombro.

"Tienes razón, hijo. En estos tiempos de incertidumbre, es importante mantenernos firmes y no dejarnos llevar por los chismes y las especulaciones". Mira a Alexander y Sophia con una expresión maternal. "Debemos confiar en las autoridades y dejar que hagan su trabajo. No hay nada que nosotros podamos hacer más que orar por la víctima y por la seguridad de nuestra ciudad".

Alexander asiente lentamente, su mirada pensativa. Sophia, por su parte, permanece en silencio, su mente aún inmersa en las palabras enigmáticas de Kamil.

"Entiendo tu preocupación, Tomasz", dice Alexander, eligiendo cuidadosamente sus palabras. "Pero no podemos ignorar completamente las advertencias que hemos recibido. Tal vez haya más en juego de lo que parece a simple vista".

Helena expresa su opinión con ternura pero decisión.

"Lo que dice Tomasz tiene sentido, mis queridos. Debemos centrarnos en nuestras obligaciones y dejar que las autoridades se ocupen de este desafortunado incidente." Dirige su mirada cariñosa hacia Sophia. "Sé que eres una chica valiente e intrépida, pero en estos momentos es preferible mantener un perfil discreto y no buscar complicaciones con gitanos y personajes de mala reputación."

Sophia asiente en silencio, consciente de la sabiduría en las palabras de Helena. Aunque su instinto le dice que hay algo más en juego, comprende que en ese momento lo prudente es seguir el consejo de sus mayores y mantenerse al margen.

Alexander, por su parte, parece menos convencido, su mirada reflejando una determinación que no pasa desapercibida para su hermano mayor.

Tomasz, con un suspiro, se dirige a Alexander.

"Hermano, sé que tu curiosidad te empuja a explorar lo desconocido, pero te pido que, por una vez, hagas caso a nuestros padres y te mantengas alejado de este asunto. No queremos que te metas en problemas".

Sophia permanece en silencio, su mente trabajando frenéticamente para conectar los hilos sueltos. La advertencia de Kamil y ahora este terrible hallazgo en la fábrica... algo le dice que hay más en juego de lo que parece a simple vista.

Helena se acerca a ellos, colocando una mano reconfortante en el hombro de Tomasz. "Mis niños, esto es muy preocupante. Debemos tener cuidado y mantenernos alertas. No sabemos en qué peligros pueden estar involucrados si no somos prudentes".

Alexander se dirige a Sophia con una expresión grave y le sugiere que la acompañe de vuelta a su hogar antes de que caiga la noche, asegurándose de notificar a su madre, Helena.