—Entonces, ¿qué quieres decir? —preguntó Ariana con una voz helada. Esperaba que Emil tuviera una razón perfecta para su falta de respeto hacia ella.
Emil notó el frío que emanaba de cada poro de la piel de Ariana y se tragó sus palabras. Con la actitud actual de ella, Emil creía que sería su funeral si le decía a Ariana que se parecía a su madre.
Se aclaró la garganta y dijo:
—Me duele la cabeza, ¿puedes traerme un vaso de agua?
Normalmente, este era trabajo de una enfermera, pero dado que nadie estaba en la sala en ese momento, Ariana suspiró y caminó hacia el pequeño armario donde se guardaba una jarra de agua y un vaso en la parte superior.
Mientras Ariana vertía agua en el vaso, Emil tomó una foto de ella y la envió a Keon con el mensaje: [¿Estás seguro de que nuestros padres no tienen otro hijo?] Ariana se parecía tanto a su madre que era imposible para Emil no notar las similitudes.