Al día siguiente, Waverly se despertó cuando Sawyer se levantó de la cama. Su cincelada espalda estaba frente a ella, y sonrió mientras se estiraba, recordando haber pasado sus manos por ella la noche anterior.
—Buenos días —saludó mientras bostezaba.
Sawyer giró la cabeza hacia ella y le dedicó una sonrisa con los labios cerrados.
—Buenos días.
Agarró una camisa del suelo y la olió antes de tirársela por la cabeza y cubrirse el torso.
—¿A dónde vas? —preguntó Waverly, sentándose en la cama. Tenía el pelo anudado en algunos lugares de la nuca y los ojos apenas abiertos, pero automáticamente inclinó la cabeza hacia arriba cuando Sawyer rodeó la cama y la besó.
—A ver a Darren. Tal vez él pueda ayudarme a saber exactamente qué necesita para que podamos tener una mejor idea de las cosas —respondió mientras se dirigía al baño principal. Waverly oyó el sonido del agua corriente y reunió fuerzas para salir de la cama.