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Chapter 2 - Fantasmas del pasado

Ronan está durmiendo plácidamente en su celda, hasta que la condesa llega con sus sirvientas tanto vampiras como mujeres lobos y varios guardias de entre ellos vampiros, así como hombres lobos que la acompañan, ella les ordena que abran la celda y que los dejen solos, los guardaespaldas le dijeron que tuviera cuidado, por lo que uno de ellos le recomendó que al menos que un guardia se quedara, pero ella se negó, ya que ella está segura de que él no le haría daño, los guardias y las sirvientas la obedecieron, dejándolos solos. Para ese momento, Ronan no se había vuelto hombre lobo, todavía sigue siendo humano. 

El ruido de los guardias hace que Ronan se medió despierte por lo que decide fingir que está durmiendo para realizar una emboscada para salir de ahí, los guardias abren la celda, él estaba escuchado casi toda la conversación, la voz de la condesa le pareció muy familiar por lo que decido no hacer nada... por ahora, los sirvientes le ponen un taburete a la condesa, ella entra y se sienta, por lo que ellos se retiran y solo quedan ellos dos. 

—Roy, esa hora de levantarse. —Exclamo la duquesa en un tono de cariñoso y materno. 

Esas palabras tan dulces y tiernas, le hizo sacar varias lágrimas, se las limpia para no demostrar debilidad, él se da vuelta y la ve, se percata de que la condesa, se asemeja mucho a su madre cuando era joven, solo que la condesa tiene la piel pálida, el cabello blanco plateado y sus ojos son café como los de él, pero como son los de un vampiro, eso le hizo retroceder. 

—Tú me acuerdas alguien familiar, como sé que no es un engaño para sacarme de esta celda. —Dudo Ronan por un momento de que sea su madre. 

—En serio, Roy, no puedo creer que no me reconozcas tan fácilmente, hijo, pero si no me crees, debes de saber que yo era una princesa que fue capturada por tu padre, por lo que debes de saber dónde está mi sello real. —Pregunto Demitria. 

—Según me acuerdo, está en la cintura... un poco a la derecha. —Indico Ronan. 

La duquesa se sube el vestido para mostrar su marca real, Ronan, la observa, la toca, la rapar con la uña del dedo índice, le unta saliva para ver si se le quita, pero ella se retrocede. 

—¿Que estás haciendo, Roy? —Pregunto Demitria sonrojada y con vergüenza. 

—Estoy examinado muy detenidamente para saber si es real, aunque me falta un alfiler para saber si es real. —Contesto Ronan que sigue examinado de forma muy ferviente. 

—Creo que te he enseñado bien, hijo mío. —Dijo Demitria que está a punto de perder el control. 

—Sí, bastante bien, madre. —Contesto Ronan mientras continúa examinando, pero Demitria se quita a Ronan del vestido. 

—¡suficiente, Ronan o acaso tienes intenciones perversas conmigo! —Grito Demitria, pero Ronan la abraza, los soldados vampiros están preparados para atacar, pero la condesa les hace una señal para que o lo hagan. 

—Yo nunca haría algo así, eres una de las mujeres más importante que he tenido en mi vida, tú siempre me apoyabas, me dabas el amor que nadie más me daba en los momentos más difíciles, tú eres mi soporte emocional, y ahora que estas con vida, no te quiero volver a dejarte ir nunca más. —Exclamo Ronan. 

Ellos se abrazan. 

 —Oh, mi Roy, me alegra que estés bien y el pueblo de Kaliburn, como esta. —Pregunto Demitria de una forma muy maliciosa específicamente en la parte del pueblo de Kaliburn. 

—Mate a mis hermanos, a mi padre y el pueblo cayó ante los hombres lobos, al final cumplí con lo que dijiste, aunque me imagino que eso fue planeado cierto, es mucha coincidencia que justamente mi pueblo caiga y yo siga con vida. —Contesto Ronan mientas se dejan de abrazar. 

—Claro que sí, Ronan, yo di la orden para que aniquilaran al pueblo Kaliburn y que también te fueran a buscar, hijo mío. —Respondió Demitria. 

—Me imagino que los mandaste para confirmar, si yo había hecho el trabajo o no, aun así, sé que planeas algo conmigo como siempre, dímelo ya, Madre. —Exclamo Ronan. 

—Ven conmigo, Hijo, tenemos que encontrarnos con viejos conocidos tuyos, antes de contarte para que te mantuve con vida. —Dijo Demitria. 

—Conocidos, acaso sobrevivieron algunos barbaros del pueblo. —Pregunto Ronan. 

—Sígueme y lo entenderás. —Contesto Demitria. 

Ambos salen de la celda, la duquesa es escoltada por sus guardias y sirvientes. Ellos mantienen una distancia considerable entre Ronan y la condesa pese a la revelación de que son familia, ellos deben hacer como que nada ha pasado ya que, para ellos, el todavía sigue siendo un bárbaro, la posibilidad de una traición podría ser casi inminente, esto a él no le gusta porque quiere esta con ella como una familia unida, pero Demitria le hace gestos para que confíe en ella por lo que él decide seguirles el juego. Ellos van recorriendo las catacumbas donde se encuentran con varios hombres lobos, mujeres lobos e inclusos con sus crías, mientras ellos pasan, le hacen reverencia a su condesa. 

—Interesante, esas bestias te respetan, como lo haces...—Respondió Ronan mientras mira a su alrededor, aunque algunas mujeres lobos tratan de seducirlo a él. 

—Con amor y respeto, a diferencia de otros de mi especie, yo trato a los hombres lobo como tal, por eso me respetan, yo los escucho y ellos me escuchan. —Contesto Demitria. 

—Es una forma muy bonita de hacerlos rendir a tus pies, para luego utilizarlos como tus herramientas. —Respondió Ronan. 

—Como tú, Ronan. —Contesto Demitria. 

—Eso no fue gracioso, madre...—Respondió Ronan mientras la condesa se detiene y se dirige donde él. 

—Dime condesa, mientras estemos con mis súbditos, por favor Ronan. —Contesto Demitria mientras le pellizca una mejilla de forma maternal. 

Esto lo tranquiliza, hasta que llegan a la gran cueva, donde hay una manada inmensa de licántropos haciendo de todo (orgias, crías jugando con huesos de todo tipo, había una escuela donde les enseña el lenguaje humano, así como expresarse, etc., una mujer lobo cantando opera, un hombre lobo juglar contando sus historias, etc.) 

—Que tremendo caos, es este. —Exclamo Ronan. 

—Es mi hermoso caos, ahora donde estar ese maldito, hijo de perra. —Exclamo Demitria de la ira, esto deja consternado a Ronan, los guardias y sirvientes saben lo que está pasando, hasta que la duquesa mira en lo alto de una estalagmita del tamaño de una montaña, a un hombre lobo con una falda de guerra, brazaletes de guerrero con su Harem de mujeres lobos, añadió. —Adonis Spearman baja de ahí de una vez por todas. 

Adonis no le presta atención, ya que sus mujeres lobos que lo lamen, le dan unas uvas, les restriegan sus senos por todos sus cuerpos. Ronan tiene recuerdos sobre ese nombre, era uno de sus más grandes enemigos, al cual venció en un puente colgante hace mucho tiempo. 

—Adonis Spearman... verdugo de ejércitos, imposible, él debería estar muerto, yo lo mate hace mucho tiempo en ese puente colgante. —Susurro Ronan que principio se enoja, pero después se le ocurre una malévola idea que dibuja una sonrisa maligna en su rosto, él se hace paso de entre los guardias, la condesa le hace seña los guardias para que no intervengan. 

—Lancero de la destrucción, verdugo de ejércitos, ven aquí y pelea contra mí, Ronan el destructor, tu rival eterno. —Exclamo Ronan a los cuatro vientos. 

Esto llama la atención de Adonis, por lo que hace un gesto a sus mujeres para que le den su espacio. 

—Ronan de Kaliburn, me asegurare de ardas en el infierno de una vez por todas. —Exclamo adonis, se desliza por toda la estalagmita hasta llegar al piso, él se va corriendo hacia Ronan, él también se va corriendo hacia él, hasta que ambos se abalanzan dando inicio a su feroz combate. 

Ronan lo evade, toma una piedra grande para hacer golpear a Adonis, pero este la esquiva, lo que le permite embestirlo y someterlo al piso, pero no por completo ya que Ronan le clava el dedo pulgar en el ojo, lo que provoca que pierda un poco la desconcentración aunque golpea a Ronan varias veces para someterlo, durante ese arrebato violento, toma un poco de tierra, se lo lanza en el otro ojo antes de que el otro se regenere, luego se lo quita de encima, toma una piedra grande, le comienza a dar una tremenda paliza hasta pulverizar la piedra pero se regenera rápido, así que mientras esta aturdido toma dos piedras y se las clava una en cada ojo, le da una patada en la entrepierna para hacerlo caer al piso, así que toma otra pierna más grande que la anterior, se la deja caer con todas sus fuerzas a su entrepierna, inmovilizándolo por completo, luego pone su pie en la piedra que está encima de la entrepierna de Adonis, mientras mira a todos a su alrededor. 

—Este no puede ser el legendario verdugo de ejército, aunque, él no es nadie sin su legendaria lanza, el destructor de reinos, sea como sea, no eres digno de hacerme frente, ni siquiera, estas alimañas que están alrededor mío.—Exclamo Ronan, la condesa va a socorrer a Adonis, él quita su pie de la piedra, las sirvientas también van a socorrerlo, y los hombres como mujeres lobo de área quería abalanzársele para matarlo, pero Ronan lanza un rugido poderoso que los hace retroceder, no obstante un viejo hombre lobo (aparentemente viejo), con una túnica gris, un poco descastada, un báculo de madera viejo y un libro en su otra mano, acompañada de otras mujer lobos que están vestidas como si fueran sacerdotisas, se dirige donde ellos. 

—Vaya, vaya, vaya, pero mira a quien tenemos, pero si es el legendario bárbaro, Ronan: el Destructor, quien dirá que alguien como tú, caería ante una manada de hombres lobos. —Dijo el hombre lobo viejo. 

—Simplemente, me desangre, me deje llevar por la ira y nada más, podría hacerle un favor a la humanidad, aniquilando a todos los hombres lobos y vampiros de este castillo sin ni siquiera usar sus debilidades naturales, dame una razón para no hacerlo aquí y ahora mismo. —Exclamo Ronan. 

—Ronan, alguna vez has amado a alguien, has abierto tu corazón a una mujer. —Contesto el hombre lobo viejo. 

—Sí, no voy a mentirte, porque lo preguntas, a que quieres llegar con esto, quien quiera que seas. —Respondió Ronan intrigado. 

—Porque ella está aquí, Ronan, tu primer y único amor, la reina asesina sangrienta. —Exclamo el hombre lobo viejo. 

En ese momento, de repente le llego una lluvia de recuerdos, recordando otro de sus letales enemigos, las sombras sangrientas, mujeres hermosas con cuerpos semejantes a las de unas diosas o porque no querer decir a los de una súcubos, mujeres malvadas y diabólicas, con la capacidad de mantener un enfrentamiento cuerpo a cuerpo contra Ronan, aunque prefieren utilizar los juegos mentales, para destruir a sus víctimas mental y físicamente. 

Por alguna razón, esta mujer no tan solo derroto en un mano a mano a Ronan de forma limpia, si no que logro algo que para un bárbaro él, era casi imposible que él se enamorara de ella. 

—¿Dónde está, ella? —Exclamo Ronan. 

—Yo soy Sabitor, el centinela lunar, a tus servicios, Ronan El destructor, sígame para mostrare el camino. —Dijo Sabitor. 

—Sí, tratas de hacer alguna jugada sucia o de engañarme, te voy a empalar con tu propio báculo. —Contesto Ronan de forma amenazante. 

 

—No se preocupe, Lord Ronan, cuando la vea se va a sorprender. —Respondió Sabitor. 

Así que Ronan, sigue a Sabitor, Adonis es incorporado por Demitria y los guardias que los siguen hacia el lugar más recóndito de las catacumbas, donde solo hay un haz de luz que la ilumina, cuando llegan ahí, Sabitor le dice que se queden ahí, para dejarla de forma presentable para él, ya que ella es constantemente violada por los hombres lobos. 

—Estas seguro, Ronan, que quieres verla, ella es un depósito de semen por el cual los hombres lobos la profanaban día, tarde y noche, no sé si será la mujer que estás buscando o si acaso seguirá siendo la mujer que una vez amaste. —Dijo Adonis. 

—Concuerdo con Adonis, no pierdas tu tiempo con esa mujer lobo, Ronan, tengo mujeres lobos mejores que ella, no sé qué le ves de especial. —Contesto Demitria. 

—Yo sé que todavía ella sigue ahí, no importa cuánto la violen o torturen, romper a una sombra sangrienta es muy difícil por no decir imposible, ellas fueron entrenadas para aguantar lo que sea, tengo fe de que todavía sigue ahí, aunque quiero saber quiénes fueron los bastardos que la profanaron desde que ella llego aquí, le enseñare un pequeño pedazo del infierno, les hare pagar por todo lo que le hicieron a ella. — Exclamo Ronan. 

Sabitor les dice que pueden pasar, cuando pasan, Ronan se queda maravillado por lo que está viendo, ella es una mujer lobo de pelo castaño largo y ondulado, con ojos café, vestida con una especie de telas blancas, una tela cubre sus senos y la otra cubre su entrepierna como si fuera una especie de falda. Ella está sentada en una gran roca, con los ojos cerrados, mientras el haz de luz iluminaba su hermoso ser, él se acercó a ella lentamente, hasta que él tiene una distancia considerablemente cerca, ella se le abalanza encima del, le muerde el hombro con fuerza, le incrusta sus garras en su espalda, pero él la abraza, ella comienza a llorar, él le acaricia la cabeza. 

—No, te preocupes mi reina asesina sangrienta, tu rey ha venido a salvarte. —Dijo Ronan lleno de felicidad. 

Sin embargo, ella se lo quita de encima y le da una patada que lo manda volando hacia la pared. 

—Y quien dijo que yo quiero que me salves, pedazo de mierda bárbara. —Dijo la mujer lobo. 

—Definitivamente eres tú, mi amor...AGH...te guste o no te sacare de este infierno de una vez por todas, además ya fui infectado por los hombres lobos por lo que no falta mucho para que me transforme y podamos estar juntos hasta el fin de los tiempos. —Contesto Ronan. 

—Y quien dijo que yo soy tu amor, hay muchas mujeres guerreras y sombras sangrientas por ahí, que te hace pensar eso sobre mí. —Respondió la mujer lobo. 

—Eso es sencillo, hace mucho tiempo, la reina asesina sangrienta que hozo hacerme frente y derrotarme, aunque no termino el trabajo, conservo un diente mío, durante uno de nuestros feroces combates como trofeo que es justamente tienes colgando en tu cuello. —Contesto Ronan haciendo que ella se sonroje y esconda el diente por lo que añadió. —A propósito, siempre me he preguntado, ¿cuál es tu nombre, hermosura? 

—Cuando el infierno se congele, te lo diré, Ronan. —Respondió a mujer lobo. 

—Vamos, Devora Striker, deja el mistisimo con él y dile de una vez, por todas, simplemente dile que eras la mujer que logro hacerle frente, además de que te dejaste profanar con él, aunque así perdiste contra él embarazada de él, sin dudas eres una decepción como Sombra Sangrienta. —Interrumpió el Hombre lobo viejo. 

—Devora Striker, es un hermoso nombre para alguien como tú. —Respondió Ronan. 

—Pero Lord Moringstar, como se atreve a decir mi nombre, así como así. —Contesto Devora sin pensar en lo que había provocado, Ronan comenzó a recordar a su enemigo mortal, el hechicero malvado Marcus Moringstar, el cual derroto gracias a que bebió la sangre de Gorak el titan guerrero invencible que Ronan logro vencer y matar antes de ponerle sus manos Marcus dotándole de inmunidad a la magia, lo que le permitió derrotarlo. Así que Ronan lo ahorca con una sola mano y lo levanta. 

—¡niña estúpida, que has dicho! ...—Grito Moringstar mientras Ronan, lo ahorca. 

—Con razón, tus palabras se me hacían conocidas, pero si eres el hechicero Marcus Moringstar, fuiste un dolor en el trasero durante mucho tiempo para mi pueblo, ahora tu asqueroso ser, sigues con vida, así que ahora terminare el trabajo ahora mismo. —Exclamo Ronan mientras lo ahorca con más fuerza. 

Marcus trata de quitárselo de encima, pero por alguna razón, él puede sentir como la sangre de Gorak está haciendo que el veneno de hombre lobo actúe más rápido de lo normal, otorgándole una fuerza descomunal que él nunca había visto. Devora, Adonis y los guardias se abalanzan para detenerlo, pero Ronan le acierta un poderoso golpe en el vientre a Devora, para luego patearla. 

—Tal vez, con astucia y sabiduría pudiste derrotarme, pero recuerda que todavía sigues siendo una mujer, esto es entre él y yo. —Dijo Ronan mientras que Adonis lo encierra en una llave Nelson, pero él se libera con su fuerza bruta, tuvo que soltar a Marcus, para luego acertarle un codazo para luego enterrarle la cabeza al piso y después lanzo a los guardias vampiros como si fueran muñecos de trapo. 

—ya basta, ronan, todos. —Exclamo la condesa. 

Ronan detiene su arrebato de ira y todos se tranquilizan, la condesa chasquea sus dedos, sus sirvientes traen las partes de una mesa, la arman, luego traen sillas para que se sienten. La condesa les ordena que se sientan dando comienzo a la reunión. 

Ellos se sientan en la mesa redonda donde Ronan y Devora se sientan juntos, ella muestra resistencia al principio, Sabitor la mira mal por lo que deja de oponer resistencia y ceda con el fin de tranquilizar a Ronan ya que ella es pieza importante para mantenerlo a raya y ganarse su confianza, Marcus se sienta en lado izquierdo de ellos y Adonis por lado derecha. 

—Bienvenidos dama y caballeros a nuestra reunión que tendremos a lo largo de nuestra estadía en las catacumbas, así que pueden presentarse para conocernos mejor, aunque ya algunos se conocen. —Dijo Demitria dando inicio a la reunión y ella se presenta. —Yo soy la condesa de este castillo, la Condesa Demitria Bloodtear, esposa del Conde de Daveria Bartholome Bloodtear, por lo tanto, quien empieza. 

Ronan se levanta de su asiento. 

—Yo soy Ronan Sarios de Kaliburn, príncipe del pueblo extinto del pueblo barbárico de Kaliburn, hijo de Kredsus Sarios de Kaliburn, rey de los barbaros e hijo de la princesa del reino Sadius devastado por los barbaros, la princesa Audrey Bathory o como la conocen actualmente, la condesa de Daveria, la Condesa Demitria Bloodtear. —Contesto Ronan. 

Todos se queda sorprendido por esta revelación. 

—vaya, vaya, vaya, así que tú lo salvaste porque es tu hijo que gesto tan lindo, mi condesa. —Comento Sabitor de forma irónica y nada sorprendido. 

—Yo no soy tan simple, Sabitor, pero no se preocupen todo a su momento. —Respondió Demitria y añadió. —Ahora preséntate, Sabitor. 

—Mi nombre es Marcus Moringstar, pero la duquesa me bautizo como Sabitor, el centinela lunar, guardián de los hombres lobos, además de soy el consejero actual de nuestro alfa, soy un gran hechicero de las artes oscuras, una vez fui el némesis del príncipe de los barbaros, Ronan el destructor, logre esclavizar al pueblo de Kaliburn por un largo tiempo, mientras que el príncipe y el rey no estaban, pero fui derrotado por él, gracias al conde y la condesa que tuvieron piedad de mí, ahora vivo junto con mis mujeres, mis hijos, mis sombras sangrientas y con Adonis al servicio de la condesa.—Se presentó Sabitor. 

—Me sorprende que tus mujeres, sigan siendo mujeres lobos que todavía siguen siendo leales a ti cuando normalmente serán del alfa, aunque que yo sepa yo mate a todas las sombras sangrientas que había ahí, explícame eso. —Se cuestionó Ronan. 

—Las sombras sangrientas, son mujeres que se ocultan entre las sombras hasta que yo les diga, las que mataste eran aspirantes, pero las más veteranas están por todas partes incluyendo en estas catacumbas, así como en las sirvientas de la condesa y en todas partes de este castillo, podría derrocar al Conde si me lo propongo, pero estoy al servicio de la condesa, ya que estoy en deuda con ella. —Respondió Sabitor. 

—Perdón por interrumpirlos, pero es mi turno, mi nombre es Adonis Spearman, mi nombre proviene de uno de los amantes de Afrodita que era eternamente joven y hermoso, él simboliza la muerte y la renovación anual de la vegetación, yo provengo de un largo linaje grandes guerreros que han surgido a lo largo de la historia de la humanidad que se caracteriza por una sola cosa, la legendaria lanza, el destructor de reinos, una lanza que ha pasado de generación en generación, con esa lanza ejércitos, pueblos, ciudades y reinos enteros han caído ante su poder...—Contesto Adonis. 

—y si se pudiera saber, ¿Dónde está, esa legendaria lanza, porque no la veo contigo, Adonis? —Pregunto Ronan de forma irónica. 

—yo la perdí...por culpa tuya ronan, en nuestro combate a muerte en ese puente. —Grito Adonis enojado e impotente. 

—Extraño, porque tú me atravesaste con ella... bueno me deje atravesar para poder quitarte ese lindo rostro a golpes, si no fuera porque el puente se rompió, tu no estarías sentado con nosotros. —Respondió Ronan. 

—No te preocupes, mi anhelado, querido y.... amado Adonis, tu arma está en nuestro poder, así que está en buenas manos. —Interrumpió Demitria mientras le guiña el ojo. 

Adonis se pone contento con eso, pero eso a Ronan no le gustó mucho que digamos. 

—Espera un momento madre, que fue ese guiño que le hiciste a él, acaso hay algo que yo no debería saber. —Exclamo Ronan. 

—Solo somos muy buenos amigos con distinciones especiales, además tú no puedes ponerte celoso por eso, sobre todo cuando alguien como tú, un bárbaro guerrero que ha sembrado el terror en las tierras donde has pisado, se junta con pozo de mierda y semen sin fondo. —Exclamo Demitria y añadió. —Además, porque ella sigue aquí, solo las personas importantes de estar aquí, no rameras como tú, Devora, así que lárgate de mí vista. 

Devora apunto de que se le salga las lágrimas, se levanta, pero tanto como Sabitor como Ronan evitan que se valla. 

—Con todo el respeto que se merece, pero no puedo permitir que le falte el respeto, a una de mis más grandes adquisiciones, su majestad, por favor, le imploro un poco de respeto parte de usted, por lo menos déjala que se presente ante usted, por favor se lo ruego. —Dijo Sabitor con respeto y altura. 

Ronan quedo impresionado porque Sabitor, la defendió y Devora esta sin palabra, sintió una paz interior, a su vez esas palabras le dieron la fuerza para hacerle frente a la Duquesa, ella se arrodilla como toda una guerrera y se presenta. 

—Yo soy la verdugo de Lord Marcus Moringstar, la Sombra sangrienta más mortífera de la orden de las sombras sangrientas, ¡yo!, la reina asesina sangrienta, Devora Stryker... bueno yo era la reina asesina sangrienta, si no fuera porque no pude detener Ronan a tiempo, lord Sabitor, no sería su perro faldero, tal vez usted crea que soy un pozo de mierda y semen por gusto, pero realmente es un castigo que yo me impuse, por fallar en derrotar a Ronan y en proteger a lord Sabitor, yo no siento ninguna atracción ya sea sexual o de otra índole con, ni por nadie, puede faltarme el respeto, defecar en mi siquiera, pero si lord Sabitor quiere que me dé a respetar, pues que así sea, no permitiré que nadie una cualquiera me pisotee. —Se presentó Devora pero ella se aprovecha que Ronan está fascinado por ella, pero aprovecha para conectarle una patada a la entrepierna a Ronan que lo deja privado y añadió.—Para que te quede claro pedazo de mierda, yo te odio con toda mi alma y con todo mi ser, no te perdonare que me hayas violado, matar a mis compañeras, humillar a mi amo, además de obligarme a mí misma a vivir en vergüenza y sin sentido de vivir, que bueno que me devore a nuestro hijo cuando di a luz, durante todos estos años me viví alimentando de los hijos quedaba a luz de los hombres lobos, así que ódiame Ronan, olvídate de mí, la mujer que una vez amaste murió. 

—Me duele la cabeza y el corazón por lo que has dicho, sin embargo, tengo fe de que la legendaria Reina asesina sangrienta, yace dentro de ti, en cuanto al niño, al principio me dolió, pero recordé que podemos tener más, sin embargo, estoy muy feliz de que todavía me recuerdas. —Respondió Ronan mientras se incorpora de la patada que ella le dio. 

—Perdón por interrumpirlos, pero la Condesa tiene cosas que hacer, y yo también, así que podríamos llegar al grano, al menos terminemos con esto de manera civilizada. —Contesto Adonis. 

Todos vuelven a sus asientos. 

—Han sido unas presentaciones muy interesantes, así que la razón por la que los reuní es porque, es que el emperador esqueleto, quiere una nación de hombres lobos, utilizando la misma forma de gobierno que todos los reinos tienen. —Dijo Demitria. 

—En serio, y que hay del alfa actual, acaso no llena los requisitos, o que. —Contesto Sabitor. 

—Según el conde, no, ... y yo tampoco, por eso se va a hacer un torneo para que el ganador pueda ser el que se convierta en el rey de los hombres lobos. —Respondió Demitria, aunque se siente un poco apenada por el alfa. 

—Y porque nos reúnen a nosotros, acaso necesitan de accesoria o algo. —Contesto Sabitor. 

—Si, a ti Sabitor, tú serás el consejero del hombre lobo que gane el torneo y tu Adonis serás el general del ejército de los hombres lobos ya que tu no quieres participar. —Respondió Demitria. 

—Así mismo, Demitria, no me interesa la corona en lo absoluto, mi lugar es en el campo de batalla, yo nací ahí y moriré ahí. —Añadió Adonis. 

—Me parece bien. —Contesto Sabitor y pensó. —Así poder acercarme al emperador y robarme sus poderes de una vez por todas para poder vengarme de mi enemigo mortal. 

—Y yo, madre. —Contesto Ronan. 

—Tu participaras en el torneo como todos los demás, así...—Respondió Demitri. 

—Creo que escuche suficiente, madre, mejor me retiro. —Contesto Ronan mientras se levanta y se retira. 

—espera ronan, como que te retiras, nosotros no hemos terminado, acaso no vas a participar en el torneo. —Exclamo Demitria. 

—Claro que sí, madre, no te alteres, voy a participar en el torneo y daré el mejor espectáculo que el conde nunca va a olvidar. —Exclamo Ronan de forma altanera, soberbia, malévola e intimidante y seguro de sí mismo, hasta que él se termina de ir. 

—oh no, que he hecho. —Exclamo Demitria se pone las manos en la cara. 

—Mi señor, creo que no necesito ser la madre de Ronan o Ronan para saber la estupidez que va a hacer. —Contesto Devora. 

—Bueno, esto se va a ir al diablo, voy a movilizar a mis sombras para el día del Torneo, hay que estar preparado para lo peor. —Respondió Sabitor mientras él se retira. 

—Esto va a ser interesante, si mi señora me necesita estaré por donde siempre estoy. —Dijo Adonis mientras se retira. 

Devora llama a los guardias y a los sirvientes, para que se la lleven todo ya que se terminó la reunión, con cuidado ellos se llevan las sillas y la mesa con cuidado. Sin embargo, ella tenía la cara cabizbaja, pero esta temblorosa, no es de miedo, sino que ella se está riendo hasta que lanza una risa diabólica y desquiciada en aumento, porque ella sabe lo va a pasar hasta que ella se tranquiliza y se retiran de la celda de Devora. La pobre Devora quedo sin palabras, ahora ella no sabe que es lo les depara el día del torneo.