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ARCO II:
MIENTRAS UNO ACTÚA, EL OTRO DE LA CARA.
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El verde exuberante de los árboles que permanecían floreciendo durante todo el año, la brillante prosperidad, los pájaros que pasaban, las cadenas montañosas que se extendían de arriba abajo sin interrupciones, como la curva de la espalda de una belleza.
Este lugar era el sur de Xinjiang.
Debajo de un viejo árbol que debía tener al menos cien años, estaba sentado un niño del sur de Xinjiang con una postura perfecta; tenía alrededor de diez años y estaba realizando una lección.
Él podría ser joven, pero su determinación destacaba, ya que había estado concentrado durante dos horas, parecía que nada podría interrumpir su trabajo.
Al lado de la mesa había una tumbona puesta horizontalmente y sobre ella había un hombre descansando con los ojos cerrados.
Estaba vestido con túnicas de la tierra central y entre sus muslos había un viejo libro abierto.
A los pies del hombre había una pequeña marta cibelina. Al ser ignorada por todos, perseguía su propia cola con aburrimiento.
En ese momento, un guerrero caminó hacia ellos con una carta en mano. Al ver la imagen ante él, sus pasos se hicieron más tranquilos y esperó a un lado en silencio.
El hombre en la tumbona abrió los ojos. Parecía estar a mitad de los veinte años, sus ojos eran como la flor de durazno, cargando un toque de diversión.
Cuando miraba a su alrededor, era realmente una belleza excepcional. La pequeña marta cibelina saltó ágilmente a su abrazo y trepó por sus hombros, su cola le acarició la barbilla.
El guerrero presentó la carta con cortesía: —Mi Lord, es una carta del jefe de mayordomos Song.
"Lord Séptimo" pronunció una palabra de asentimiento y abrió la carta con sólo un leve interés, pero a la mitad de la lectura, se sentó abruptamente.
La mirada en sus ojos se dilató: —¿Es realmente él?
La pequeña marta cibelina, al ver el misterioso papel frente a ella extendió sus garras, pero su dueño la retuvo por el cuello y la arrojó suavemente sobre la mesa donde estaba sentado el niño.
Sólo entonces, el niño levantó la cabeza: —¿Quién es, padre?
El hombre no respondió de inmediato. Se puso de pie y dio dos pasos hacia adelante, doblando la carta mientras hablaba de algo completamente fuera de tema.
—Lu Ta, ¿Recuerdas lo que te dije la última vez sobre el principio de este mundo, sobre cómo la división precede a la unidad y viceversa? ¿Como un círculo?
El joven parecía estar acostumbrado al hábito de su padre de decir tonterías antes de llegar al grano, por lo que siguió el juego.
—Dices que es simplemente como después de estar sentado durante mucho tiempo. Uno tiene que ponerse de pie, y cuando ya no puede más, se sienta de nuevo. No hay filosofía, sólo que nosotros los humanos nacemos para sufrir.
Una sonrisa de satisfacción apareció en la cara del hombre y le dijo al aturdido guerrero del sur de Xinjiang: —Axinlai, ve a buscar a tu Gran Chamán por mí y pregúntale si cree que lo que dije es razonable.
La cara de Axinlai era de pura confusión: —¿Ah?
El hombre estaba a punto de decir algo cuando escucharon una pequeña risa y una voz suave: —¿Estás tan desocupado que quieres provocar problemas?
El hombre que acababa de entrar estaba vestido de negro de pies a cabeza, con un cetro que también era negro.
Al verlo, Axinlai se inclinó: —Gran Chamán.
El chamán murmuró una palabra de reconocimiento y le hizo un gesto.
—Ve a hacer tu trabajo, Beiyuan, no siempre te burles de las personas de buen carácter.
El hombre llamado Beiyuan le dio la carta doblada sin dejar de sonreír: —Adivina quién ha adornado nuestra tienda con su santa presencia.
El chamán no se sintió particularmente intrigado, pero la recibió de todos modos con un gruñido: —Mientras no sea el Emperador de Da Qing... ¿Ah? ¿Lord Zhou?
En la cara del otro hombre había una sonrisa que no tenía buenas intenciones: —Mi pequeño veneno, ¿Qué tal si visitamos a Zhongyuan? Dado que nuestro viejo amigo ha pedido ayuda, ¿No es natural que arriesguemos nuestras vidas por él si es posible?
El chamán miró la cara traviesa del otro hombre sin decir nada, pero internamente sabía que el otro claramente sólo quería ver el caos mientras "Ayudaba" a su amigo.
Zhou Zishu, sin saber que había firmado su destino por tener un conocido así, estaba angustiado por un asunto muy materialista: La presencia del "Estómago Gigante" Ye Baiyi lo había dejado con un problema de dinero.
Después del breve concurso de miradas con Wen Kexing, Zhou Zishu se dio cuenta: Si Wen Kexing era confiable, entonces los cerdos podían trepar los árboles.
Debía haber tenido una suerte terrible para encontrarse con un gran comedor y también con un aprovechador, qué increíble.
Wen Kexing, al ver que la mirada de Zhou Zishu se había agriado, no pudo evitar apretarse la ropa a su alrededor y decir en voz baja: —Sólo vendo mi valor de entretenimiento y no mi cuerpo, no debes dejarme aquí.
Zhou Zishu preguntó: —Entonces, ¿Qué vas a hacer ahora?
Wen Kexing dijo: —Dado que tú fuiste el que lo invitó, deberías ser tú quien se venda.
Zhou Zishu gruñó: —No soy una jodida doncella, ¿Me comprarás si me vendo entonces?
Los ojos de Wen Kexing se iluminaron de inmediato: —¡Por supuesto, te compraré incluso si tengo que vender todas mis fortunas!
Zhou Zishu bajó la voz: —¿Puedes vender todas tus fortunas para pagar esta comida primero?
Después de un momento de silencio, Wen Kexing finalmente respondió: —A-Xu,¿Qué tal si sólo corremos?
Zhou Zishu volvió la cara sin decir una palabra.
Él podría haber hecho algunas actividades deshonestas para ganar algo de dinero, pero todavía le quedaba algo de conciencia; Irse sin pagar por una comida estaba en contra de su código de conducta, y... miró la cara abiertamente descarada de Wen Kexing. Y también está este hombre despreciable.
En el momento en que su rostro se volvió, vio a alguien entrar. El espíritu de Zhou Zishu revivió cuando gritó: —¡Qué coincidencia, joven señorita Gu!
En el momento en que Gu Xiang lo escuchó y los vio a ambos, su rostro se puso verde de miedo. Iba a irse de inmediato, pero no era tan rápida como Wen Kexing.
El hombre ya estaba parado frente a ella y preguntó serenamente: —A-Xiang, ¿Por qué estás corriendo?
Una pálida Gu Xiang logró responder: —Maes... Maestro, yo sólo... vine... por el camino equivocado.
Wen Kexing le dio unas palmaditas en el hombro y la empujó hacia adentro: —No seas tímida. Si estás aquí, entonces quédate.
Gu Xiang sintió que se le puso la piel de gallina, pensando que no había forma de que su maestro pudiera albergar buenas intenciones.
Pero ahora que no podía escapar, tenía que permanecer atenta de cada paso con astucia, su postura no era muy diferente a la de alguien que iba a ser ejecutado.
Wen Kexing la llevó a su mesa y le preguntó: —¿Tienes dinero contigo?
Inmediatamente Gu Xiang sacó todo lo que tenía, desde migas de plata hasta papel moneda y lingotes de oro.
Sólo entonces Wen Kexing asintió contento y gritó con la confianza de un hombre cargado de dinero: —¡Muéstranos la cuenta!
Gu Xiang pensó: ¡No es de extrañar que la adivina de fortunas me haya dicho que use mi riqueza para evitar la mala suerte, oh misericordioso Buda!
Ahora que los había ayudado, Wen Kexing era lo suficientemente razonable como para dejarla acompañarlos de nuevo, ya no la ahuyentaba.
Caminando delante de ellos estaba Zhou Zishu que estaba deliberando algo; Después de un rato, de repente miró hacia atrás y preguntó directamente.
—Wen-xiong, ¿Por qué quemaste la habitación del mocoso Zhang esa noche?
Gu Xiang estaba alarmada: —Maestro, ¿Provocaste un incendio?
Wen Kexing dijo con toda seriedad: —Vi un fenómeno astronómico que indicaba que el niño enfrentaría una gran calamidad y necesitaba apagar el fuego, así que lo hice de inmediato.
En medio de su charla, vio los rostros desdeñosos de Zhou Zishu y Gu Xiang, por lo que agregó: —No es necesario decir en voz alta los actos realizados por buena voluntad, no me miren con tanta adoración.
Gu Xiang dijo: —Maestro, ¿Puedes ver mi destino en las estrellas también?
Wen Kexing respondió: —Te ocurrirá un gran desastre si no te callas por un día.
Como se esperaba, Gu Xiang no volvió a abrir la boca.
Regresaron al lugar donde había ocurrido la ejecución durante el día.
La mayoría de la multitud se había dispersado y el Fantasma no se encontraba por ningún lado; se decía que sus habilidades de artes marciales estaban paralizadas por completo y una cadena perforó a través de sus omóplatos para mantenerlo en su lugar.
Llegaron cuando Cao Weining, acompañado por Zhang Chengling, los estaba buscando.
—Zhou-xiong, Zhang-shidi¹ me dijo que usted es su shifu... —De repente dejó de hablar para mirar boquiabierto a Gu Xiang, que estaba parada detrás de Wen Kexing.
Gu Xiang parpadeó un par de veces sin ninguna razón, mientras que Cao Weining la miraba estúpidamente.
Junto a él, Zhou Zishu se aclaró la voz. Cao Weining fue sacado del aturdimiento y se sonrojó profundamente, tartamudeando: —S- Señorita... me disculpo, no quise ser grosero. En serio, sólo...
Gu Xiang, insegura sobre qué hacer, sintió que este joven no estaba del todo bien de la cabeza.
Vio a Cao Weining retroceder abruptamente unos pasos mientras hablaba con la voz más pequeña posible: —Mi apellido es Cao, mi nombre Weining, soy de Tai-Tai Hang, perteneciente a la línea Wei de la secta de la Espada Qing Feng. Mi shifu es... es el P-Patriarca de Qing Feng, Mo Huaiyang...
Después de juzgarlo una vez, Gu Xiang le preguntó a Wen Kexing: —Maestro, ¿Qué le pasa?
Terminó destrozado en el suelo antes de poder anunciar todo su árbol genealógico. Los sentimientos puros y juveniles de Cao Weining acababan de florecer.
Zhou Zishu miró a Zhang Chengling y dijo después de algunos pensamientos: —Pora aquí, mocoso.
Al ver que este venerable ya no lo rechazaba, Zhang Chengling se alegró y lo siguió contento. Wen Kexing le dio unas palmaditas en el hombro a Cao Weining y volvió a su habitación con Gu Xiang.
En el momento en que Gu Xiang pasó junto a él, Cao Weining pudo sentir una oleada de fragancia que confundió su cerebro por completo.
Sólo cuando pasó mucho tiempo desde que se fueron, salió del trance y comenzó a susurrar asombrado: —Guan-guan cantuló el águila pescadora, desde donde, en medio del agua, el Norte era famoso por tener a una belleza... quien con un caballero haría una pareja predestinada²... ¿Cómo puede existir una joven doncella tan bella? ¿Cómo...?
Se alejó mientras seguía divagando, nuevamente ahogado en su enamoramiento.
Gu Xiang le susurró a Wen Kexing una vez que estuvieron lejos: —Maestro, el Viejo Meng también está aquí, quiere hablarte sobre algo...
Wen Kexing estaba completamente tranquilo. La comisura de sus labios se levantó pero no había indicio de una sonrisa en sus ojos. Dijo suavemente: —¿Incluso el viejo Meng quiere decirme qué hacer?
—...Sí.
Zhou Zishu silenciosamente llevó a Zhang Chengling a su propia habitación.
Asintiendo una vez, dijo: —Siéntate, quiero preguntarte algo.
Zhang Chengling se sentó, perfectamente bien educado.
—¿Qué quieres saber, shifu?
Zhou Zishu reflexionó antes de preguntar: —¿El hombre con la marca de una mano en la cara que conociste ese día, te preguntó si te habías cruzado con un hombre al que le faltaba un dedo?
Zhang Chengling asintió con la cabeza. Zhou Zishu preguntó de nuevo: —Entonces, ¿Lo hiciste?
Zhang Chengling sacudió la cabeza: —Shifu, ¿Quién es ese hombre?
Sin darle una respuesta al menor, Zhou Zishu cruzó las piernas y su dedo índice golpeó ligeramente una de sus rodillas.
Se rumoreaba que Xue Fang, el Fantasma Ahorcado, había perdido un dedo, por eso sabía que el hombre de negro que Gu Xiang mató en el santuario abandonado no era él.
¿Pero cuál era la intención del Fantasma de Luto Encantado?
Después de un rato, habló lentamente con inusual seriedad: —Trata de recordarlo más claramente, muchacho. ¿Viste algo fuera de lo común esa noche?
Por "Esa noche", se refería a la noche en que toda la familia Zhang fue asesinada.
El aliento de Zhang Chengling se aceleró y Zhou Zishu suavizó su voz aún más.
—No apresures las cosas, piénsalo detenidamente. Me temo que recordarle podría ser muy importante.
Zhang Chengling palideció. Después de un buen rato, sacudió la cabeza mientras respondía con voz ahogada: —Shifu, me preguntas si hubo algo inusual, ¿Pero no fue toda esa noche un evento inusual?
El ceño de Zhou Zishu se frunció y ya no lo presionó más. Después de un momento de grave silencio, dijo.
—Te voy a enseñar una rima mnemónica; debes tratar de comprenderla tú mismo y utilizarla para fomentar tu cultivación. Puedes venir a mí si hay alguna confusión.
Zhang Chengling estaba estupefacto.
Zhou Zishu agregó: —No debes alejarte del lado del Héroe Zhao durante los próximos días y no debes actuar por tu cuenta o abandonar la residencia Gao, ¿Entiendes?
Los ojos de Zhang Chengling se abrieron de par en par: —Shifu... ¡Gracias, shifu!
Zhou Zishu tosió torpemente y lo regañó: —Deja de decir tonterías y recuerda lo que voy a decir, no lo repetiré por segunda vez.
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El título del arco es de una línea del poema 好 了 歌 注 / Notas sobre la canción "Hao Liao", de Cao Xueqin.
[1] 师弟 (hermano marcial menor) se puede utilizar no necesariamente con personas relacionadas por sangre, sino también por cariño o respeto a personas más jóvenes.
[2] Cao Weining ha mezclado varios poemas. La primera y última línea son de La Canción del Águila Pescadora y la segunda línea es de Cañas; ambos poemas son fel Libro de Odas de Confucio. La tercera línea es de Oda a una Belleza, de Li Yannian.