Mia está en la nube nueve. Después de su cita, Elon la dejó en casa con un beso que hizo que Mia olvidara cómo respirar y eso fue todo.
Realmente había tomado a Mia por sorpresa. Es un hombre poderoso y rico, pero el hecho de que sea tan capaz de considerar los sentimientos de Mia hasta tal punto le da ganas de gritar desde la cima de una montaña o desde un tejado... si así lo desea.
Por supuesto, se da cuenta de que se olvidó por completo de preguntarle a Elon todas las preguntas urgentes que tiene en mente sobre cuál es realmente su relación. Aparte de eso, se siente segura de que esto no es solo una excusa para ponerse los pantalones.
No es que a ella le importara en este momento. Es el día después, y cada vez que pasa junto a Elon, la tensión entre ellos es casi palpable.